Que el Cementerio Municipal se encuentra en una situación de “emergencia edilicia” no es noticia. Y que son innumerables los hechos de robo y vandalismo, como lo comprobó un equipo periodístico de El Litoral en una recorrida realizada esta semana, tampoco. Pero es tan grave que es necesario retomar el problema, ponerlo nuevamente en foco, e indagar en las soluciones posibles que está proyectando la nueva gestión municipal, que lidera Emilio Jatón.
La primera decisión que se tomó fue poner la Dirección de Cementerios bajo la órbita de la Secretaría de Obras Públicas, a cargo Griselda Bertoni; y sacarla de Control. “Esto ya implica un cambio de perfil y de dinámica, va a ser una gestión técnica, edilicia y administrativa”, dijo la funcionaria. Además, al frente de la Dirección se puso a un arquitecto: Luciano Varino, quien en las primeras dos semanas de gestión realizó un diagnóstico. La conclusión era la esperada: “Encontramos que está en emergencia edilicia importante, que había sido abordada por la gestión anterior, pero requería decisiones fuertes para terminar de cerrar unos procesos de desocupación de áreas que están sumamente precarias y con peligro de desprendimientos y derrumbes”, aseguró Bertoni. Se trata de la zona del muro perimetral y del sector sur, que ya ha sido cercado porque es peligroso que acceda la gente, aseguró.
Para poder completar la demolición de las áreas comprometidas, hay que hacer una serie de traslados, para lo cual hay que poner a funcionar de manera adecuada el crematorio: “Hay 4 hornos, de los cuales dos no funcionan y no logran cumplir con el requerimiento diario”. Por día, ingresan al cementerio unos 10 fallecidos, y la mitad de los deudos, en promedio, deciden cremarlos. Con lo cual, “no logran sanear todo lo que necesitamos para hacer las demoliciones”. Es decir, no pueden desocupar los nichos que están en estructuras en riesgo. Por eso, se proyecta como primera medida la reparación de los hornos e incorporar un dispositivo de purificación, que es muy costoso pero a la vez necesario para el adecuado cuidado del medioambiente. Esto será incorporado en el presupuesto que está en pleno proceso de elaboración: “No puedo decir un monto porque no lo tenemos cerrado”, fue enfática la secretaria.
Por otra parte, se incluirán recambios en la iluminación, nuevos desagües pluviales, una rezonificación, y recuperar el entorno de la cabecera norte, donde se hacen las cremaciones, transformando el espacio en una plaza pública, además de la restauración que requiere la plaza que ya existe.
Más control en el ingreso
La funcionaria reconoció los problemas de vandalismo y robos de placas, herrajes, etc., que existen en la actualidad, pero remarcó que se producen desde hace años: “Queremos darle una solución definitiva a lo largo de estos cuatro años de gestión”, prometió.
Lo primero que harán es establecer un control más estricto de personas y movimientos en todas las puertas de acceso al cementerio. Estas medidas serán anunciadas en los próximos días, dijo.
La gran extensión del predio del cementerio, dificulta controlar la seguridad, planteó la funcionaria. “Además, en su interior funciona la morgue judicial, que requiere de aperturas y cierres del área por donde acceden 24 horas, no en el horario en que van los vecinos. “Tenemos que darle seguridad a las puertas, con la Guardia Civil Urbana, u de otra manera, pero necesita mayor iluminación y más cámaras, para tener el predio controlado también fuera del horario de visitas”.
Morosidad y modernización
La morosidad de familiares de personas fallecidas que ocupan lugar en el Cementerio llega al 70%. “Queremos modernizar los trámites administrativos, acordes al siglo XXI, con mejoras para el vecino y agregar otras formas de pago que no requieran ir al cementerio para la liquidación de deudas”, explicó la secretaria de Obras Públicas, Griselda Bertoni.