Florencia Arri
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Las puertas del Cementerio Municipal, cerradas desde el domingo al mediodía por el derrumbe de la sección 126, reabrirán en los próximos días. La fecha será determinada por la finalización de las obras de apuntalamiento y cercado de la sección afectada y otras aledañas, y la verificación técnica del estado estructural de cada uno de los sectores del área sur del cementerio.
Así lo informó a El Litoral Roberto Celano, subsecretario de Ambiente del municipio, quien no arriesgó fechas, pero aseguró que “no estamos lejos” de habilitar el ingreso, y comentó que trabajan doble turno para acortar los plazos. Cuando reabra sus puertas, en los próximos días, quedarán clausuradas las secciones aledañas a la 126 y las edificaciones similares que están en el sector sur, hasta que el análisis estructural determine que no hay riesgo. “La prioridad es garantizar la seguridad de empleados y visitantes”, explicó Celano. El cercado se realiza con postes de malla y nylon negro.
Respecto de los plazos, estimó que el apuntalamiento terminará mañana. Sin embargo, la decisión de la reapertura dependerá también de la habilitación correspondiente de Edificaciones Privadas.
Los trabajos
Las tareas comenzaron el lunes con el cercado de las secciones 126, y las aledañas 127 y 128, y de las edificaciones de doble piso ubicadas en el perímetro sur del cementerio.
Tras apuntalar la pared que divide la sección 127 de la desmoronada 126, se procedió a la desocupación progresiva de los nichos de la sección afectada, que será demolida. “Esta tarde completaremos 32 exhumaciones; es decir la extracción de los féretros de los nichos vencidos”, detalló Celano. El municipio evaluó que 698 de los 942 nichos que tiene la sección completa están vencidos y los restos, en condiciones de ser cremados.
En el caso de los nichos vigentes, por estos días el municipio se comunica con los familiares para decidir el destino de los restos. “Nos contactamos para decidir, ya sea su reubicación en otros nichos disponibles en el cementerio, distribuidos en diferentes galerías, o su cremación, o su traslado a otro cementerio”, detalló el funcionario.
Consultas
El derrumbe de la sección 126 del cementerio motivó un sinfín de consultas de familiares preocupados por conocer el estado del nicho donde lloran a sus deudos.
A puertas cerradas, son recibidos en el umbral por personal del cementerio y de asistencia social que les informan si su locación está dentro de la zona afectada. Si no está allí, les piden que vuelvan cuando se reabran las puertas. Si por el contrario, está en la sección 126, “les permitimos ingresar hasta una zona cercana para que puedan observar lo sucedido, acompañados por personal municipal que respeta el momento hasta que el familiar decida retirarse”, expresó Celano. Allí, “la dirección del cementerio actualiza los datos de contacto -porque en muchos casos son de vieja data y ya no se encuentran vigentes-, para comunicarnos con ellos en los próximos días y decidir el destino del féretro”, agregó.