Con la sanción de una ordenanza, el Concejo santafesino creó un programa de capacitación sobre derechos del Parto Respetado y la Prevención de Violencia Obstetricia. El objetivo: generar ciclos de charlas y reparto de material informativo en centros de salud, establecimientos educativos —jardines municipales— y asociaciones vecinales, CIC’s y en aquellas instituciones y ONG’s que lo requieran.
La capacitación será gratuita en todos los casos. Estará dirigida a mujeres pacientes —y disidencias sexuales— y a como profesionales de la salud, “ya que los malos tratos o la vulneración de estos derechos afectan a las mujeres embarazadas, sus bebés y sus familias”, dice la norma, que fue impulsada por la edila Alejandra Obeid (Bloque PJ - Santa Fe. “La violencia obstétrica constituye una de las tantas formas de violencia y discriminación que sufren a diario las mujeres y, quizás, una de las más naturalizadas, al punto que no siempre se la reconoce como tal”, dice la norma sancionada.
La responsable de la implementación del programa será el Área Mujer y Diversidad Sexual y aquellas secretarías, subsecretarías y direcciones que se requieran. Podrán ser convocados todos aquellos grupos, espacios, movimientos que trabajen en relación con la temática. Se autoriza al Ejecutivo a celebrar convenios de colaboración con Provincia e instituciones formadoras para brindar los cursos de capacitación.
En los fundamentos de la ordenanza, Obeid considera que la violencia obstétrica “es un tipo de violencia de género, institucionalizada y naturalizada, que afecta a un gran número de mujeres y constituye uno de los problemas de salud pública menos difundido y atendido en el mundo actual”.
Recordó que existen guías y protocolos nacionales e internacionales para la atención al parto normal, como así también recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) denominada “Declaración de Fortaleza”, que no siempre son aplicadas y respetadas en la práctica. “Muchas mujeres no se reconocen como víctimas —debido a la naturalización de ciertas prácticas—; y además, muchos numerosos profesionales de la salud no reconocen ciertas prácticas y modos de atención como actos de “violencia obstétrica”. “Para la OMS, toda mujer tiene derecho a una atención prenatal adecuada y a ejercer un rol activo”, agrega.
“Por diversos motivos socioculturales y económicos —falta de recursos, de información, la distancia geográfica respecto de los centros de atención—, muchas mujeres no asisten a cursos de preparación para el parto (desconociendo el propio cuerpo, sus procesos fisiológicos en embarazo y parto) ni reciben atención postparto, poniendo en riesgo su salud y la de sus hijas e hijos recién nacidos”, cierra Obeid.