Por Nicolás Loyarte
Son mujeres que reman como terapia luego de atravesar el cáncer de mama. Utilizan un pintoresco bote de origen chino. Ahora cuentan con una marina para abordarlo.
Por Nicolás Loyarte
Una gran marina de hierro y madera flota desde ayer sobre el río Santa Fe, a orillas del club náutico Azopardo. Es el símbolo de otro sueño cumplido por las mujeres que atravesaron el cáncer de mama y reman en un gran bote de origen chino tipo Dragón (tiene rostro y cola del mitológico animal). Para las Chicas Pink, como se denomina el grupo, contar con ese bote era su primer sueño. Y tener un muelle a través del cual poder abordarlo es la concreción del segundo. Hasta ahora lo hacían con el agua hasta la cintura, pese al intenso frío.
“Es un logro enorme que nos da una gran alegría y satisfacción”, dijo Viviana Cámara, una de las 20 Chicas Pink de Santa Fe, quien ocupa la presidencia de la asociación civil que conformaron. “Tenemos una muy corta trayectoria en la ciudad pero estamos muy entusiasmadas con todo lo que logramos en poco tiempo”, dijo.
Las Chicas Pink tienen previsto estrenar su nueva rampa este sábado durante un evento organizado por el club Azopardo (ver RegatAzopardo), donde descansa el bote Dragón hasta cada fin de semana, cuando las mujeres se calzan sus atuendos rosados y salen al río a remar, y remar, y remar; con una sonrisa en sus rostros.
El 19 de octubre del año pasado -día de la lucha contra el cáncer de mama- se realizó la ceremonia de botadura oficial del llamativo bote Dragón. Y desde entonces cada fin de semana las Pink salen a remar por el río y el riacho Santa Fe. Aquel día hubo un acto del que participó, entre otros, el gobernador Omar Perotti. Varias de las Pink le mencionaron la necesidad de contar con una marina para utilizar la embarcación con mayor seguridad. “La van a tener”, fue la respuesta.
Tras aquella gestión, el gobierno provincial les otorgó un subsidio de $ 485 mil, a lo que sumaron el dinero obtenido a través de distintas colectas. Con ello compraron los materiales. Hierros, maderas, herrajes. Faltaba la mano de obra. Y allí fue cuando se les cruzó “un ángel”, como ellas dicen. Tras firmar un convenio con la Universidad Tecnológica Nacional Regional Santa Fe, Guillermo Meinke, un integrante de esa casa de estudios y gran conocedor de todo el mundo de la construcción náutica y la navegación, se puso el trabajo al hombro.
Fue Meinke quien, sin dudarlo y ad honorem, diseñó el proyecto, compró los materiales, cortó los hierros perfil C galvanizado, soldó las partes y colocó los 12 tachos plásticos de 200 litros cada uno en el fondo (para que flote) y las maderas de eucalipto colorado en la superficie -previa pintura con barniz arriba y pintura asfáltica debajo para evitar que se pudra-, para confeccionar el piso. Y fue el mismo Meinke quien esta semana con su experticia cargó la estructura en un trailer, la trasladó al Azopardo y la instaló.
La nueva marina de las Chicas Pink tiene dos tramos de 4,50 metros por 2,50 metros, los que conforman un muelle de 9 metros de largo, a lo que se le suma una pasarela de 3 metros de largo por 1 de ancho. Desde allí acceden al bote Dragón para navegar el río. Y para que los curiosos que las ven pasar se pregunten de qué se trata, averiguen, y luego tomen conciencia sobre el cáncer de mama. Porque realizarse los controles periódicos contribuye a la prevención de la enfermedad.
“Queremos convocar a todas las mujeres que han pasado por el cáncer de mama. Nosotras sabemos lo que es atravesar esa situación”, dijo Viviana Cámara (ver Contacto). “Que vengan a compartir esta actividad, porque les aseguro que es realmente hermosa”, agregó. “Pero además, pueden venir todas las mujeres que tengan empatía con esta causa, también hombres”.
Con esta actividad del tren superior, a través del remo, se evita que las células cancerígenas se vuelvan a formar. La explicación es que cuando a una mujer se le practica una mastectomía y cirugía reparadora, es factible que al extraerse los ganglios al momento de extirpar un pecho, puede llegar a presentar una linfoedema o hinchazón en su brazo. Y la técnica de remo en bote Dragón actúa como drenaje linfático natural y ayuda a prevenir ese efecto colateral durante la recuperación.
Las Pink siempre van por más. Y ya pusieron en marcha una campaña para conseguir un trailer para poder trasladar el bote Dragón. Cabe señalar que el mismo tiene grandes dimensiones. Es un bote a remo que pesa 320 kilos, su construcción es de fibra de vidrio y su diseño tipo góndola, de 18,40 metros de eslora y 1,14 de manga, con un llamativo rostro del mitológico ser en la proa y con la cola del mismo en su popa. En su "cuerpo" viajan a bordo 10 palistas simples o remeras ubicadas sobre asientos de madera en cinco filas -dos por banda-, más una timonel y una encargada del hacer sonar un tamboril, que marca el pulso de cada palada para impulsar la embarcación. Esto es lo que cautiva la atención a su paso. Ellas son las Chicas Pink. Reman vestidas de rosa para luchar contra el cáncer de mama.
Este sábado durante todo el día el club náutico Azopardo realizará regatas de canotaje y paracanotaje. En la oportunidad quedará inaugurada la flamante marina de las Chicas Pink y las nuevas boteras de la institución.
Las actividades comenzarán desde las 8.30 con una reunión técnica, la posterior inauguración y las regatas. Al mediodía habrá un receso y por la tarde continuarán las competencias hasta las 17, cuando se realice la entrega de premios.
Instagram: @chicaspink.santafe. Facebook: Chicas Pink