Gran malestar causó la decisión del municipio de cambiar el recorrido de algunas empresas de transporte de media y larga distancia para evitar que circulen por calles y avenidas urbanas. Pasajeros, choferes y empresarios se mostraron indignados con la medida, por lo inconsulta e intempestiva.
Desde ayer, se realizan tres operativos para indicar por dónde deben transitar. Hay inspectores en Blas Parera y Gorostiaga; en la salida del Puente Carretero, a la altura de Cilsa; y en la salida de la Terminal de Ómnibus, impidiendo el ingreso por colectora. Pero las empresas aseguran que no recibieron ninguna comunicación oficial, salvo una copia de la ordenanza 10.623, sancionada en el año 2000, que estipula los recorridos y que nunca tuvo cumplimiento efectivo.
Empresarios indignados
Las empresas afectadas son Nece, San Cristóbal, El Cóndor y El Norte. En tanto, Recreo, Laguna Paiva, Llambí Campbell, Nelson, Monte Vera, Etacer y Fluviales tienen permitido el recorrido urbano, al igual que los micros de empresas que hacen trayectos nacionales -incluidos los de doble piso-.
Éste es uno de los puntos que mayor desagrado generó entre los empresarios: “Estamos indignados por esta decisión unilateral y porque estamos siendo discriminados”, dijo Marcelo Alliot, presidente de la Asociación de Transporte Automotor de Pasajeros -Atap-. “Un colectivo que viene de Esperanza o de San Justo está siendo desviado por avenida Circunvalación, pero los de otras empresas y los de gran porte que vienen de otras provincias, incluso los de Paraná, circulan por las calles de la ciudad. No nos parece justo que sólo afecte a las empresas santafesinas, que tienen personal local y tributan acá”, agregó.
Perjuicio económico
Desde Atap, advierten que la medida ocasionará un “gran perjuicio económico” que incluso “puede hacer peligrar fuentes de trabajo, ya que hay tráfics que hacen el recorrido por las avenidas en las que dejamos de pasar”. Si bien les parece “lógico y necesario” el ordenamiento porque “hay problemas de tránsito que tenemos que resolver entre todos”, no coinciden con la modalidad que adoptó el municipio “sin consultar a nadie”.
Alliot aseguró que la asociación que preside pedirá a la Secretaría de Transporte provincial que interceda ante el municipio para “solucionar rápidamente este problema porque no queremos el cambio”.
Usuarios desinformados
Como la disposición no tuvo la difusión adecuada, los pasajeros quedaron varados en las esquinas en las que habitualmente solían subir a los micros. El cambio de recorrido les ocasiona un doble perjuicio: ahora deberán trasladarse hasta la Terminal de Ómnibus, lo que implica un costo extra de pasaje -en este caso un boleto urbano- y más disposición de tiempo. Muchas quejas llegaban esta mañana a las boleterías.
“Es esencial mantener un mínimo de respeto. Hace 20 años que viajo a Esperanza y ahora demoro 20 minutos más, voy hacia el norte y salgo hacia el sur, es una contradicción absoluta. Nadie nos avisó y ahora tenemos que gastar en taxi o en colectivo para llegar a la terminal e ir a nuestros trabajos”, dijo muy nervioso Tomás Albornoz, docente de una escuela media de Esperanza.
“Es una medida compulsiva, un hecho consumado sin avisar a los pasajeros como corresponde”, agregó otro usuario de la línea.
El chofer Norberto González sugirió que “saquen a los carros y cirujas” y aseguró que “toda la gente que seguía nuestro recorrido por Pedro Vittori, Aristóbulo del Valle, Estanislao Zeballos se quedó esperando. La gente viene llorando porque llega tarde al trabajo y pierde el presentismo y otros que tienen el dinero justo para pagar el pasaje”.