Adriana "Chuchi" Molina recuerda de repente un episodio: en calle Cándito Pujato, de plena recorrida previa a las elecciones generales al Concejo del 14 de noviembre, cuenta que vio una vecina apenas afuera de su vivienda, a eso de las 17. Le habían arrancado el aire acondicionado de la parte de afuera, a plena luz del día. Desde el 911 no la atendían, y la ciudadana se iba directo a la Policía. Tenía a una familiar adentro del comercio cuidando las pertenencias. Casi una escena kafkiana: ¿cómo robar, a plena luz del día, el pesado armatoste de un equipo de refrigeración?
En otro sector de la ciudad, Molina -que encabeza la lista de Juntos por el Cambio, el frente más votado en las PASO por la carrera al Concejo santafesino-, fue con el resto de los candidatos a dialogar con la gente para explicar su propuesta de prevención del delito. Y mientras allí estaban, pasaron unos muchachos en moto gritando: "¡Los estamos viendo, váyanse de acá!". Era aquello una amenaza directa. Que lo episódico no tape la escena completa, pide: la principal preocupación hoy es la inseguridad "en todos los barrios, todo el tiempo", dice la candidata en diálogo con El Litoral.
Pero luego habla de la esperanza. "Es sentir esa sensación de que la ciudad está en pausa: bueno, hay que ponerla en marcha. Entonces, vayamos para adelante -convida-. Vayamos a una capital turística, gastronómica, productiva; hablemos de la nocturnidad, de cómo se van a divertir los jóvenes en la post pandemia: hablemos de los boliches, del uso de los espacios públicos". Y trascartón sorprende con la contundencia de una aseveración:
-¿Esta lista de coalición puede representar, si obtiene cuatro bancas (que abarcaría un total de 6 manos alzadas), un proyecto político para recuperar el gobierno de la ciudad?
-Sí. Sí -afirma sin titubeos-. Porque Juntos por el Cambio es el equipo que puede poner en marcha a nuestra capital. Creo que podemos consolidar un frente que tenga una estrategia de gobierno, para pensar, proyectar en una ciudad 2023. Después, se resolverá quién será candidato o candidata (a la intendencia), pero nuestra coalición se proyecta.
El radar del voto a seducir
-¿Contra quién compite Juntos por el Cambio, habiendo sido la fuerza más votada? ¿Habrá una pulseada directa con el Frente de Todos o el Frente Progresista, o será horizontal con todas las listas?
-Nuestra estrategia de campaña es no buscar adversarios. No confrontar, ni contra un miembro de cualquier lista, ni contra una lista en particular. Porque estamos convencidos de que Juntos por el Cambio es un equipo -refuerza este concepto-, y el único que puede cambiar el país y que puede poner en marcha la ciudad.
-¿Y qué votos se buscan para subir el piso de las PASO (unos 48 mil sufragios)? ¿El votante indeciso que ahora sí podría votar en la general, el apático que impugnó su sufragio en la interna y ahora quizás cambió de parecer?
-La estrategia fue y es ampliar la base de representación. Salgamos a buscar a los que no votaron y también al que votó a otra fuerza y puede estar hoy indeciso, expliquemos a la gente cómo es la boleta única, y que hay dos sistemas de votación diferentes. Hubo (en las PASO) más de un 8% de votos anulados, y creo sobre esto último que no son las simples impugnaciones, sino que la gente estaba muy confundida con los dos sistemas.
Habrá más o menos un 10% más de participación comicial en las generales. Son unos 35 mil votos, que -según mi lectura-, subirán los pisos de los siete frentes. Todos vamos a crecer. Y ahí la estrategia es ganar más representación. ¿Por qué? Porque nos presentamos como un equipo con respaldo de figuras políticas con proyección nacional, y que avalan nuestro perfil de equipo. Nosotros empezamos diciendo: "Vamos a poner en marcha la ciudad". Pero nos preguntan siempre: "Y cómo lo harán?". No nos quedamos en el slogan, claro.
Y a propósito de ese 'cómo cambiarán la ciudad', tienen que aparecer las propuestas para que aquella frase no caiga en un significante vacío. Molina se apresura a puntualizar esa batería de propuestas a poner en debate en el Concejo santafesino.
Primero, la lucha contra la inseguridad. "La propuesta Ojos en Alerta (es una sistema comunitario donde los propios vecinos puede dar aviso de un ilícito por WhatsApp, que se aplica con éxito en San Miguel, provincia de Buenos Aires) es una muy buena herramienta. Pero para replicarla aquí, se necesita infraestructura, debiera crecer el Centro de Monitoreo, tiene que haber más móviles de la GSI patrullando con policías provinciales adentro de las unidades. Hablamos de un plan integral, pero primero tiene que estar la decisión política.
El termómetro de los barrios es la falta de empleo, asegura Molina. "Vemos que muchos pibes y pibas dejaron el secundario para buscar un trabajo que no consiguen, y otros que ya llevan dos o tres años en la angustiante búsqueda laboral. Y no nos olvidemos de la gente de más de 50 que se quedó sin laburo?". Esa es, según su experiencia vivencial de las recorridas de campaña, la realidad transversal en las distintas franjas etarias.
Así aparece el plan de Empleo Joven. "Hay una frase que compartimos: 'No hay empleo sin empleadores'. Creemos que es necesario favorecer a los emprendedores locales micro y pequeños comerciantes, y una forma es condonarles una reducción del Drei, por dos períodos fiscales -pone como ejemplo posible-. Sería un estímulo para que tomen nuevas personas empleadas", dice Molina. Y aquí cita a la "necesaria recuperación de las Escuelas de Trabajo", que vincula al municipio y el pequeño emprendedor o un comerciante, como vía de oportunidad para jóvenes.
Tercero, la educación, y aquí entran las Escuelas de Trabajo ("donde pasaron más de 2.200 jóvenes en cuatro años; muchos encontraron trabajo o ingresaron a la universidad", recuerda), potenciar los Jardines Municipales y la necesidad de mejorar la conectividad para acceder a contenidos educativos. "En muchos de los barrios más vulnerables escasea esta ventaja de la conectividad", advierte.
Lo cuarto, atender los servicios públicos: La propuesta aquí, sobre el transporte de colectivos, es sumar dos coches más por línea: "Esto haría que la espera de la gente por subirse al colectivo deje de ser de 40 ó 50 minutos, y baje a 10 minutos. Y esto ayudaría a revertir un problema grave que tenemos, y que es el servicio de taxis y remises, que están absolutamente sobredemandados, por la demora de los colectivos y por la falta de licencias profesionales".
Y lo quinto, la iluminación: "Llevaremos como propuesta un registro de seguimiento geolocalizado de dónde hay luz, luminarias, y dónde no en todo el ejido urbano", subraya.