Ciberdelitos en Santa Fe: buscan datos para enfrentar una problemática en crecimiento
El lunes 6 de marzo comenzará un relevamiento que llevará unas tres semanas. El objetivo es recabar información para generar políticas públicas que ayuden a disminuir los hechos. Las hipótesis de por qué no se denuncia.
Ciberdelitos en Santa Fe: buscan datos para enfrentar una problemática en crecimiento
El avance de la tecnología, la facilidad de acceso y el crecimiento de las redes sociales trajeron consigo una nueva manera de ser víctima de un robo. Los ciberdelitos, cada vez más frecuentes, se instalaron en la sociedad y crecieron deliberadamente en los últimos años. La población santafesina no es ajena a los hechos y el Observatorio Social de la UNL junto a la Defensoría del Pueblo planean acciones para detenerlo.
A partir del lunes 6 de marzo y durante tres semanas aproximadamente se realizará una encuesta en las zonas sur, centro-oeste y norte de la ciudad de Santa Fe recabando datos para llevar a cabo en un futuro políticas públicas de prevención y concientización acerca de los ciberdelitos, entre otras cosas.
“La idea inicial aparece cuando la Defensoría plantea un modelo de encuesta que había hecho la ciudad de Mar del Plata, en la que a través de un relevamiento detectaron que, a raíz de la pandemia y de la obligatoriedad de utilizar diferentes herramientas tecnológicas, el ciberdelito había crecido entre un 700 y un 800% entre el 2019 y el 2020”, explicó a El Litoral Liliana Dillon, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL.
“La idea es recabar información de un tema absolutamente preocupante, porque es para todos nosotros conocido que el ciberdelito existe, solo que hoy no se lo puede medir, no se lo conoce, no se lo denuncia y por lo tanto tampoco hay políticas públicas que se puedan generar”, agregó Dillon.
Una vez recogidos los datos, la Defensoría del Pueblo, a cargo de Jorge Henn, será quien saque las conclusiones y planee acciones para trabajar sobre el ciberdelito. Sin embargo, habrá un trabajo conjunto con el Observatorio de la UNL para generar acciones que permitan la capacitación y formación de ciudadanos para estar alertas en esta cuestión que atraviesa a la sociedad todos los días.
“Por otro lado también nos gustaría trabajar en forma conjunta en la definición de políticas públicas que permitan poner el tema en agenda y a partir de ahí indagar acerca de cuáles serían los mecanismos que hoy tenemos como ciudadanos para poder denunciar estos ciberdelitos y también conocer cuál es el tránsito que tiene esa denuncia hasta que finalmente llegue a una conclusión”, explicó la decana.
Encuesta
La encuesta va a ser realizada por jóvenes capacitados por la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL. Los encuestadores tendrán una distinción del Observatorio Social para que la gente esté alerta y solamente reciba a estas personas.
“Nos interesa que la gente sea permeable y que se abra a la encuesta, porque toda la verdad que pueda estar volcada en este formulario nos va a servir mucho. La encuesta es semiestructurada, tiene 21 preguntas específicas y está pensada para que en un plazo promedio de 15 minutos pueda ser resuelta”, comentó Dillon.
El formulario de preguntas tendrá varias partes. En primer lugar se intentará individualizar quién responde, en términos de estudios, en términos de formación, en términos de ocupación. La otra parte tiene que ver con cuáles son los dispositivos en los que ingresan a Internet, la frecuencia, las medidas o el temor que enfrenta.
Por último, una tercera parte indagará acerca de si el encuestado alguna vez ha atravesado por estas situaciones o si sabe de alguien que ha sido víctima de un ciberdelito.
Falta de denuncias
“Junto a la Defensoría sabemos que estos delitos no se denuncian”, resaltó la decana. Y añadió que, acerca de esto, tienen “dos hipótesis”.
“No denunciamos porque pensamos que no pasa nada con nuestra denuncia, que la denuncia no va a ir a buen puerto”, es la primera de las hipótesis.
“No denunciamos porque nos da vergüenza denunciar. Muchas veces el ciberdelito necesita un ‘sí’ nuestro, que es un click, que es un número, que es revelar una contraseña o ir a un determinado cajero y luego hacer una transferencia. Ese ‘sí’ que significa un 'ok nuestro’, aún sin saber que tiene que ver con el ciberdelito, a veces nos puede avergonzar”, es la segunda teoría de los encuestadores.
Con la encuesta y los resultados, el Observatorio de la UNL y la Defensoría del Pueblo intentarán descubrir si “es necesario algún otro factor de protección en los préstamos preacordados o en los clicks que se realizan desde las páginas web”, por ejemplo.
“Yo digo, mientras nosotros estamos intentando resolver nuestra vida, nuestro trabajo, nuestros problemas familiares, económicos, hay quienes están pergeñando permanentemente una manera de quedarse con nuestro ahorro, con nuestro sacrificio, con nuestro dinero. Entonces es muy difícil a veces cuando uno está ocupado con determinadas cuestiones estar alerta permanentemente”, cerró Dillon.