Como en "Cinema Paradiso": la historia del incendio que destruyó al cine Ideal
Fue el 12 de noviembre de 1964. Las llamas devoraron por completo las instalaciones de la sala que estaba ubicada en San Martín 2864. Los bomberos debieron trabajar duramente para evitar daños en los inmuebles linderos. Igual que en el famoso film italiano, 11 meses después resurgió de las cenizas y volvió a recibir a los espectadores
Archivo El Litoral El incendio de 1964 redujo a escombros y cenizas al edificio que fuera un emblema de la calle San Martín como Casa Beige, Casa Tía y la confitería Los Dos Chinos. Once meses después, fue reabierto.
Inaugurado en la década de 1940, el cine Ideal contribuyó enormemente a la construcción de la época dorada de las salas de Santa Fe. En su privilegiada ubicación de San Martín 2864 (entre las calles actualmente denominadas Irigoyen Freyre e Hipólito Yrigoyen) permitió a los vecinos encontrarse con las estrellas de cine nacional e internacional durante décadas. La función solía ser acompañada, antes o después, de un paseo por una de las principales arterias de la ciudad.
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Foto: Archivo El Litoral
En las viejas páginas de Diario El Litoral es posible comprobar fácilmente cómo la cartelera del Gran Cine Ideal, que perteneció a la Empresa del ingeniero Virginio Colombini y su hijo, Juan Alejandro, proponía cada semana las novedades de los grandes estudios de Hollywood y también de los más reconocidos sellos nacionales. Todo eso en un marco muy confortable, ya que fue el primer cine en la provincia que puso a disposición de los espectadores un sistema de aire acondicionado central y calefacción.
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Diario El Orden. Foto: Hemeroteca de Santa Fe.
Jornada fatídica
En la mañana del jueves 12 de noviembre de 1964 un incendio se desató en la sala y la destruyó. “Proporciones alarmantes que en un primer momento hicieron suponer una verdadera catástrofe, asumió el incendio que se declaró esta mañana a las 7.30 aproximadamente, en el edificio que ocupa el cine Ideal”, señala una crónica publicada en la edición de El Litoral de ese día.
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Foto: Archivo El Litoral
“Pese a la denodada acción de los bomberos, que debieron luchar contra múltiples inconvenientes, uno de ellos tal vez el más grave, derivado del escaso caudal de agua en la zona, el fuego fue tomando rápido desarrollo, favorecido por la alta combustibilidad de los materiales de la sala, madera en gran parte”, añade el relato periodístico.
Sin embargo, el cronista destaca que “las máquinas de proyección no sufrieron daño alguno, al concentrarse en ellas la acción de los bomberos, para preservar esta valiosa parte de las instalaciones. Tampoco resultó afectado el equipo de refrigeración ubicado en el subsuelo”.
Archivo El Litoral Los fundadores y dueños del cine.
Los fundadores y dueños del cine.Foto: Archivo El Litoral
Cómo el ave Fénix
Más allá de la adversidad, en un giro del destino parecido al que mostraría a fines de los ‘80 la película italiana “Cinema Paradiso” de Giuseppe Tornatore, el Ideal resurgió de las cenizas. La empresa Colombini decidió reconstruir la sala, que fue reinaugurada el 8 de octubre de 1965.
Los empresarios introdujeron incluso varios adelantos. Según consta en una carta de lectores publicada por El Litoral el jueves 2 de junio de 2005 con las firmas de Juan Colombini y Beatriz Colombini, los mismos consistieron en nuevas máquinas de 35 y 70 mm, con seis bandas sonoras magnéticas y sonido estereofónico (más conocido como cinemascope y súper cinerama), con una pantalla perlada única por su tamaño en la provincia, de 26 x 13 metros.
Archivo El Litoral Quizás los santafesinos más memoriosos recuerden las extensas filas sobre las calle San Martín para comprar las entradas. Las proyecciones solían completar las localidades.
Quizás los santafesinos más memoriosos recuerden las extensas filas sobre las calle San Martín para comprar las entradas. Las proyecciones solían completar las localidades. Foto: Archivo El Litoral
Además se amplió la capacidad a 1.100 butacas super pullman con respaldos anatómicos de madera, cortinas incombustibles y, en planta alta, el primer bar americano en un cine local.
El cine Ideal, tal como indica Raquel Colli de Trucco en un artículo que publicó la revista Nosotros en febrero de 2003, no pudo escapar a las turbulencias del progreso. Los cambios que se produjeron en los ‘80, con el arribo de los equipos de video hogareños, hicieron insostenible el negocio. Y el Ideal, que había sido capaz de superar las llamas, debió cerrar sus puertas a principios de los ‘90. Sin embargo, dejó un legado de celuloide. El material con el cual, tal vez, están construidos los mejores sueños.