Leandro González iniciará en 2020 su séptimo año consecutivo como concejal de la ciudad por el espacio radical del Frente Progresista, Cívico y Social (FPCyS). Por delante le quedan dos años más del segundo mandato asumido. Con esta experiencia cosechada, el comunicador social (UNL) de 42 años que vive en barrio Roma asumió el rol de ocupar la Presidencia del Concejo Municipal de Santa Fe, para el que fue elegido por sus pares.
En sus comienzos en el recinto fue oficialista, cuando José Corral integraba el FPCyS. Pero luego el intendente se “mudó” a Cambiemos y González pasó a ser opositor. Ahora, con la intendencia de Emilio Jatón, volvió a ser oficialista. En un mano a mano con El Litoral en su despacho —que ocupó en las últimas horas—, González definió sus propuestas al frente del órgano deliberativo de la ciudad, y habló del rol que tendrá el mismo durante el año entrante.
—Leandro González, ¿esperaba ser electo presidente del Concejo o fue una circunstancia que se dio?
—Es mi segundo mandato y quizá por la experiencia y el rol que tengo, reconozco que tenía expectativas. Pero esto no es un proyecto individual, soy parte de un colectivo, y ante la propuesta de Emilio (Jatón) y los demás concejales iniciamos una ronda de diálogo con todos los sectores políticos, en la que tuvo un rol importante la concejala (Laura) Mondino. Buscamos un proceso de unanimidad pero hubo otra mirada del justicialismo y en la votación se decidió esto. La elección tuvo un nivel de conflictividad que no esperábamos pero hay que dar vuelta la página y enfocarnos para lo que nos eligió la gente.
—Lo primero que hizo Alberto Fernández en Olivos fue cambiar su colchón, ¿usted qué cambió de su nuevo despacho en la presidencia del Concejo?
—No me considero una persona fundacional, sería una mirada soberbia pensar que uno viene a cambiar todo. Pertenezco a un espacio político con Leonardo Simoniello, me tocó ser secretario administrativo, luego concejal y hoy me toca ocupar este lugar. Llevamos adelante muchas políticas públicas de participación ciudadana y extensión a la comunidad que seguramente buscaremos retomar. Seguramente habrá ideas de Sebastián Pignata (su predecesor, PJ) que continuaremos, como las reformas edilicias. No buscaremos los errores sino que tendremos una mirada positiva tomando lo mejor de las distintas gestiones, para poder llevar adelante una agenda propia con una impronta propia, lo más articulada posible con las políticas públicas que lleve adelante el intendente Jatón.
—¿Cuál es su principal desafío como presidente del Concejo?
—Tener esta responsabilidad institucional me pone muy contento, como parte de un proyecto político. Desde hace mucho tiempo militamos por cambiar una ciudad que tiene una brecha de desigualdad con sectores más vulnerables que tienen dificultad en el acceso a servicios y bienes básicos para desarrollar la vida cotidiana. En ese sentido, la oportunidad de conducir un espacio institucional en el marco del proyecto político que encabeza Emilio Jatón como intendente es una oportunidad.
Por otra parte, el rol de la presidencia también es ser articulador de ideas y propuestas que surjan de los cuatro bloques que hoy están contenidos en el Concejo, que es un órgano colegiado con 17 ediles que pertenecen a distintos espacios, con distintas miradas. En esa conjunción estará mi deber de congeniar las distintas miradas, que luego se deberán articular con las políticas públicas que busque instrumentar Jatón desde la Intendencia.
—A su criterio, ¿cuáles son esos desafíos del proyecto político?
—Achicar la brecha de desigualdad, trabajar sobre políticas públicas de cercanía, trabajar con las vecinales, clubes y organizaciones de la sociedad civil, con una agenda urbana integral que permita acercar servicios a sectores postergados por años. Por ejemplo, cómo logramos llevar el gas a los barrios que falta, sabiendo que la ciudad no fue incluida en los proyectos de Litoral Gas para los próximos años; cómo acercamos el plato de comida a los que más lo necesitan: hay 5 mil familias que no acceden a alimentos. Hoy en la ciudad hay desafíos sociales muy graves. El Estado y la sociedad civil deben generar un proyecto porque la urgencia no puede esperar.
—¿Cómo se piensan articular las respuestas a esas demandas sociales desde el Concejo?
—Trataremos de generar una agenda común con el Ejecutivo, que sea fuerte y potente. Cuando haya planteos de esta naturaleza, los concejales seguramente acompañarán, cada uno con sus matices, con su propia impronta, dialogando sobre las prioridades y la forma de implementar las políticas. En eso mi rol es trabajar junto al Ejecutivo, escuchar a los concejales y elaborar una síntesis para que la ciudad tenga la herramienta legislativa para llevar adelante los objetivos políticos.
—Como concejal opositor a Corral fue uno de los principales oradores en el recinto, hoy le toca ser oficialismo: ¿cómo articulará ese nuevo rol para garantizar la autonomía e independencia del órgano deliberativo?
—Viene otro tiempo para la ciudad, lo vimos en la asunción de Jatón, con la presencia del gobernador (Omar) Perotti y su antecesor, (Miguel) Lifschitz y el presidente de la Corte (Suprema de Justicia, Rafael), Guitiérrez. Hay una expectativa muy marcada con la gestión que puede llegar a hacer Emilio (Jatón). Nosotros vamos a encarnar ese proyecto de ciudad en el Concejo. Eso no quiere decir que no tengamos nuestra propia mirada sobre diferentes temas. Hay una variedad de pensamientos en el interbloque del FPCyS, con miradas diversas, vinculadas a un radicalismo progresista, otras al socialismo y del partido Creo, con un trabajo muy sólido que se viene haciendo en los últimos años, en el que cada concejal tiene una participación muy fuerte. No tengo dudas de que van a impulsar el proyecto de la ciudad, porque son personas absolutamente capacitadas para el rol que los eligió la gente.
—Este fin de año se produjo una inesperada tensión política entre los concejales justicialistas Saleme y Pignata, ¿qué papel juega usted como presidente del Concejo para tratar de “calmar las aguas”?
—Tengo buena relación con todos los concejales, nos conocemos tanto con Sebastián (Pignata) como con Juanjo (Saleme), así que trataremos de “bajar los decibeles”, buscar espacios de diálogo. Entendemos que puede haber diferencias políticas, pero no comparto lo que se dio en el recinto.
—¿Se refiere a que Saleme no le dio la mano a Pignata en la jura?
—Más que no haberlo saludado, que fue una decisión personal que yo no hubiese tomado, lo que no comparto es lo que se dio desde las gradas hacia los concejales. Se lo dije a ambos. Y quiero que ningún espacio político ataque a otro, como ocurrió. Y menos aún lo permitiría desde mi espacio político. Nos votan para generar propuestas y resolver inconvenientes. Es muy difícil la situación que viven hoy los vecinos de la ciudad. Por eso espero que esto tenga un punto final. Llega el fin de año y es oportunidad para que cada uno evalúe sus posiciones e iniciemos el 2020 de otra manera.
—En ese sentido, ¿habrá prórroga de sesiones?
—Aprobamos una prórroga para sesionar hasta fin de año. Recién asume Emilio (Jatón). Seguramente en los próximos días nos juntaremos para conocer la agenda institucional municipal y ver qué necesitará del Concejo. Habrá un reconocimiento a la persona de Daniel Bustamante (extinto presidente del Centro Comercial), otro al (extinto) empresario Daniel Culzzoni.
—¿Y qué ocurrirá con el Presupuesto?
—El Presupuesto será reconducido, por eso no se envió al Concejo. Con lo cual se estableció una prórroga que seguramente excederá el período hasta fin de año. En su discurso el intendente advirtió que no contaba con “los números ni la información financiera”. Hubo cierta mezquindad política para que la nueva gestión tenga la información para comenzar a prevenir situaciones y tomar decisiones. Los funcionarios recién comienzan a conocer el estado de situación, y hay que dar respuesta al pago de aguinaldo, a proveedores y servicios como la recolección de residuos. Hay que dar respuesta a compromisos inmediatos con escasez de recursos. No sabemos si hay un peso en las arcas municipales. En las próximas horas tendremos más información.
—¿Qué protagonismo tendrán las vecinales en esta nueva etapa política?
—Emilio (Jatón) le dará una impronta a su gestión con un “mano a mano” con las organizaciones de la sociedad civil. En el vecinalismo hay gente que hace bien las cosas, otras que las hace regular y otras, mal. Se deberá hacer un diagnóstico desde el área de vecinales para determinar cómo está la situación. Mi mirada es que hay que dejar hacer a los agentes de la sociedad civil, sin partidizarlos. Un vecinalista no debe ser referente de un dirigente político, sin dejar de reconocer que cada uno tiene su corazón en un partido o sector político. El Estado debe fortalecer a las vecinales con capacitación y asesoramiento técnico, hoy es muy difícil encontrar los balances al día y un orden administrativo, y ello impide acceder a las políticas públicas.
—Por último y a título personal, ¿ocupar hoy este protagonismo lo posiciona a futuro para proyectar su carrera política en un cargo ejecutivo?
—Soy parte del equipo del Frente, hay un compromiso muy fuerte con Emilio (Jatón) para apoyar su gestión desde el Concejo, por lo que no planteo metas personales. Me hago cargo de la responsabilidad que hoy me han otorgado y no miro a largo plazo. Ese es un desafío muy grande que me apasiona y me demanda 24 horas. Luego el espacio al que pertenezco tomará sus decisiones.