Martes 11.5.2021
/Última actualización 4:55
Como contó El Litoral en varias notas, los medidores de dióxido de carbono (CO2) se han vuelto una estrategia preventiva clave -principalmente en varios países de Europa- para reducir la posibilidad de eventuales contagios por vía aérea de coronavirus en espacios cerrados. Ahora, un edil de la ciudad ingresó un proyecto de resolución en el cual le solicita al Ejecutivo que realice estudios de factibilidad técnico-económica para instalar estos medidores en el Palacio Municipal, en el Concejo y en otras dependencias municipales afines.
¿Por qué gran parte de la comunidad científica internacional está insistiendo en la importancia de estos medidores de CO2? Primero, cabe recordar que la principal vía de transmisión del SARS-CoV-2 -nuevo coronavirus- es aérea, través de aerosoles, microgotículas microscópicas que se expelen al hablar, respirar, o estornudar. El virus "viaja" a través de los aerosoles -que pueden quedar suspendidos varias horas en un ambiente- de una persona infectada a otra "huésped": ahí se produce la infección.
Pero seres humanos expelen, además de aerosoles, dióxido de carbono. Y si bien el virus no se puede detectar en el aire, el CO2 sí. Medir este gas en un ambiente cerrado es una forma indirecta de saber cuán viciado (cuán respirado por varias personas) está ese aire; es decir, si se encuentra "sucio". Si los valores de CO2 en ese ambiente son altos, es muy probable que haya un mayor volumen de aerosoles suspendidos en el aire que pueden contener partículas con carga viral infectiva (más riesgo de exposición al virus). En ese caso, hay que ventilar de forma urgente.
El proyecto es de Guillermo Jerez (Barrio 88). En la última sesión, el concejal pidió tratamiento con preferencia para una sesión de su iniciativa, y el expediente hoy figura con pase a la comisión de Desarrollo Social y de Hacienda. El edil solicitó que se activen los resortes institucionales para adquirir los detectores, y el presidente del Legislativo local, Leandro González, le respondió: "Estamos haciendo las averiguaciones y gestiones (para la compra), pero hasta ahora no hay en stock, según lo que nos dijeron los desarrolladores del producto".
La intención es probar primero en las dependencias municipales. Y si los medidores funcionan bien, "lo ideal sería que el municipio se los exija a bares, restaurantes, gimnasios. Podría hacerse otro proyecto buscando el modo de que esos lugares cerrados de concurrencia pública compren medidores de CO2, y que haya para estos locales algún tipo de eximición tributaria, de incentivo. Pero eso está aún en análisis", dijo Jerez en diálogo con El Litoral. Hoy un medidor de CO2 cuesta unos 20 mil pesos.
El mecanismo de los medidores de CO2 es muy simple: si el aparato indica dentro de un ambiente un rango de 400 ppm (partes por millón), ese aire está "limpio": no hay aerosoles concentrados y suspendidos en el aire, con lo cual el riesgo de infección es bajo. Si ese rango es mayor a 600-650 ppm, el riesgo es medio; y si marca 800-850 ppm, es alto En estos últimos dos casos, lo recomendable es ventilar ese ambiente de forma urgente y reducir el aforo.
En los argumentos del proyecto ingresado, se explica que los aerosoles no sólo permanecen mucho tiempo en el aire, "sino que pueden viajar a mayor distancia. En los espacios abiertos no presenta grandes problemas, pero en los espacios cerrados es mucho más peligroso porque los aerosoles se acumulan. Por eso, además de las medidas de prevención habituales (distancia social de dos metros, uso de barbijo, desinfectar las superficies, lavado de manos), es sumamente necesario ventilar los ambientes para disminuir la presencia de aerosoles en el ambiente".
"Los ambientes interiores sin ventilación son los más riesgosos para la transmisión de SARS-CoV-2 mediante aerosoles. En esta línea -prosigue el proyecto-, la ventilación constante en los ambientes es clave en la prevención del Covid-19. La misma debe ser cruzada para que el aire circule. Abrir puertas y ventanas de manera continua genera un flujo de aire permanente".
"Los medidores de CO2 son instrumentos muy valiosos para poder determinar cuando el aire en un espacio cerrado está 'viciado', es decir, cuando no se renueva y continuamos respirando el mismo aire dentro de ese espacio. La ventilación necesaria depende del espacio, la cantidad de personas presentes y del tipo de actividad que se esté realizando. Los medidores nos brindan una herramienta cuantitativa para determinar la concentración de CO2 en el ambiente, y las recomendaciones del Ministerio de Salud de Nación indican una concentración de 700 ppm, por encima del cual es imperante ventilar el ambiente", subraya el texto.
Medir este gas en un ambiente cerrado es una forma indirecta de saber cuán viciado (cuán respirado por varias personas) está ese aire; es decir, si se encuentra "sucio".