En la ciudad de Santa Fe aún persiste la cartelería electoral: los grises de una norma desactualizada
En la capital, si bien se han retirado muchos columneros y pasacalles, aún quedan carteles proselitistas de gran tamaño pegados en las carteleras publicitarias. Ya vencieron los plazos para sacarlos. Las razones de por qué aún están y "coexisten" con los comicios nacionales.
En la ciudad de Santa Fe aún persiste la cartelería electoral: los grises de una norma desactualizada
Las elecciones generales en la provincia -donde se eligieron nuevo gobernador, diputados y senadores, intendentes, presidentes comunales e intendentes- fueron el 10 de septiembre. Es decir, ocurrieron hace casi un mes, y ya son harto conocidos los ganadores y perdedores en cada una de las categorías electivas. De hecho, ya comenzaron las reuniones de transición. Los tiempos de la política a veces más rápido, otras veces más lento.
Lo llamativo es que se sigue notando la presencia de mucha cartelería electoral "vieja" en la vía pública de la ciudad, es decir, de las elecciones provinciales, a pesar de que ya están vencidos los plazos legales establecidos por ordenanza para su retiro a cargo de las coaliciones políticas que participaron de la contienda electoral.
Con todo, se ha generado algo así como un "caos" en el espacio visual -una suerte de territorio de lucha donde se pelea por los votantes en la vía pública-, ya que aquéllas publicidades de una elección que ya es lejana se mezclan con las propagandas proselitistas de las generales nacionales del próximo domingo 22 de este mes.
Columneros. El registro gráfico es previo a las PASO provinciales del 19 de julio. Era impactante ver la gran cantidad de carteles colgados en las columnas de iluminación de las principales avenidas de la ciudad. Créditos: Mauricio Garín
El Código de Publicidad y Propaganda de esta capital (Ordenanza N° 12.090, y sus actualizaciones, Ordenanzas N° 12.225 y N° 12.621), establece en el artículo 55 de su Título VIII (De la Propaganda Política Institucional), que estará permitida la colocación de propaganda política en la vía pública durante un período de 45 días corridos anteriores a la fecha de las elecciones generales provinciales.
Luego, la cartelería deberá ser retirada por la institución política o su representante en un plazo máximo de diez días a contar desde la fecha de la elección. Si las elecciones provinciales fueron el 10 de septiembre, el plazo venció el 20 de ese mes. De no ser retirada la publicidad electoral, "la Municipalidad ejecutará el retiro por administración y a costa de él o los responsables de su instalación", es decir, se aplican multas.
El Código es una norma que tiene unos 10 años. Los tiempos avanzan y, con ello, las estrategias publicitarias en la vía pública se perfeccionan y amplían. "Es una norma que habría que actualizar, con casi una década; tiene grises en muchos aspectos sobre los que versa", le dice a El Litoral una alta fuente legislativa de la ciudad.
Este miércoles 4 de octubre, la presidencia del Tribunal Electoral Electoral (TEP) instó a los apoderados de los partidos y alianzas electorales que participaron de las elecciones generales del 10 de septiembre pasado, a "cumplimentar con las ordenanzas municipales y comunales y retirar la cartelería, pasacalles, etcétera, que hayan colocado a los fines publicitarios de sus candidatos y candidatas. Notifíquese", dice la circular que la autoridad que lleva la firma de su secretario, Dr. Pablo Ayala. Pero los carteles electorales siguen en esta capital.
En una breve recorrida por las calles de la ciudad, no se ven tantos columneros -carteles de material rígido de un metro cuadrado y 0,50 metros cuadrados colgados en las luminarias-; tampoco pasacalles proselitistas de la elección provincial. Pero sí se observan muchos "séxtuples", que son esos carteles de gran tamaño (4,40 por 2,20 metros, entre otras medidas) pegados en los carteleras privadas habilitadas, sobre todo en las esquinas de las principales avenidas, Bv. Gálvez y Bv. Pellegrini.
También aparecen las denominadas carteleras en las vallas de obras. Son las que se ubican justamente en los inmuebles sobre los que se está ejecutando una construcción o una refacción edilicia. Se trata de un servicio publicitario ofrecido por las agencias habilitadas.
Respecto de la colocación de las carteleras ubicadas en las vallas de obras, su aprobación estará a cargo de la autoridad de aplicación, "previo informe acerca de la existencia de Permiso de Obra y de que la obra no se encuentre paralizada, algo que deberá constatar el Ejecutivo Municipal según el Reglamento de Edificaciones", establece la Ordenanza Nº 12.090.
Pero, ¿por qué no se retiran las carteleras políticas de estas carteleras en vallas de obras? "Es estos casos, no se viola la ordenanza. Se trata de espacios publicitarios que se contratan a los privados habilitados (que ofrecen este servicio). La cartelería electoral ubicada allí, por más que ya se vencieron los plazos para su retiro, puede quedar ahí indefinidamente hasta tanto no aparezca un nuevo cliente que contrate ese espacio en la vía pública", explicó a El Litoral otra fuente del gobierno municipal consultada.
Además, y de acuerdo al Código, como son 45 los días corridos anteriores a la fecha de las elecciones generales para hacer propaganda electoral en vía pública, y 10 días más después del comicio como plazo perentorio, "muchos frentes o alianzas contratan ese espacio publicitario por tres meses antes, o más. Así, los carteles quedan hasta que aparezca un nuevo cliente. El cartel electoral queda ahí, y no infringe la ordenanza. Algo de avivada en la política hay...", opinó la misma fuente.
En limpio, esa cartelería electoral "vieja" va a estar presente en la vía pública hasta tanto un particular no contrate ese espacio publicitario que ofrece un privado, que a su vez debe pagar impuestos y tasas municipales.