Calooor, calor y más calor. Y pocas lluvias. Eso es lo que está previsto para la ciudad de Santa Fe y zona al menos desde acá hasta finales de febrero. Así lo asevera el Pronóstico Climático Trimestral elaborado por expertos y dado a conocer en las últimas horas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Precipitaciones “inferiores a lo normal” y temperaturas “normales a superiores a lo normal” es lo que se indica en el pronóstico para la ciudad de Santa Fe y zona. La misma estimación de lluvias escasas se amplía para toda la región Litoral del país.
“Dadas las condiciones actuales de sequía sobre una amplia región del país y ante la persistencia del fenómeno de “La Niña” sumado a un pronóstico desfavorable en cuanto a lluvias se recomienda mantenerse actualizado con las actualizaciones de los informes de sequía como así también con los pronósticos de más corto plazo”, recomienda el informe.
Mientras que la estimación de temperaturas previstas para la ciudad de Santa Fe indica que serán “normales a superiores a lo normal”. Esta situación puede llegar a agravarse hacia el sur provincial, con mayor presencia de calor. En tanto que para la provincia de Buenos Aires las temperaturas serán definitivamente “superiores a lo normal”.
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Pese al mal pronóstico de lluvias, puede suceder también la ocurrencia de algunas lluvias intensas y focalizadas en corto plazo. Típico de verano. Por ello lo que se recomienda es estar atentos a los pronósticos diarios del Servicio y las proyecciones semanales.
En ese sentido, el SMN pronostica de acá al jueves próximo altas temperaturas, con máximas de hasta 39° para el lunes y el jueves, sin lluvias en el horizonte.
Elaborado por expertos
El informe trimestral fue elaborado el miércoles pasado por profesionales del SMN, del Instituto Nacional del Agua (INA), de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía (UBA), del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO – UBA), personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Autoridad Interjuridiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH), y de la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE).
Para llegar a esta conclusión, los expertos consensuaron la información, utilizaron una base de análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
El mismo informe indica además que las previsiones climáticas se refieren a condiciones medias durante el periodo analizado y no contemplan aquellas singularidades de los eventos de escala subestacional, como por ejemplo intensidad de sistemas frontales, olas de calor o de frío, bloqueos atmosféricos u otros condicionantes del “tiempo” que producen aumento o disminución de la precipitación y la temperatura, todos ellos de corta duración. Así que, a seguir los pronósticos semanales.
Recomendaciones
En este contexto, la Municipalidad de Santa Fe brindó algunas recomendaciones sobre cómo prevenir lo que comúnmente se denomina golpe de calor. Desde la dirección de Salud municipal se recordó la importancia de no exponerse al sol directo durante las 10 y las 16 horas, ni de manera prolongada. Además, es menester usar ropa clara y liviana, colocarse protector, permanecer en espacios ventilados o acondicionados y, sobre todo, evitar la actividad física en horas pico.
“Los modelos de pronósticos anuncian que será un verano agobiante”, dijo César Pauloni, director de Salud, y pidió “extremar los cuidados”.
Detectar síntomas
El agotamiento por altas temperaturas, que es el estadio previo al golpe de calor, se puede reconocer por una sudoración excesiva, sed intensa o sequedad de las mucosas, calambres musculares, debilidad y cansancio. Los dolores en la zona abdominal y la falta de apetito son otros de los síntomas que hay que tener en cuenta, como así también las náuseas, los vómitos o el dolor de cabeza.
En el caso de los bebés, se puede detectar por la piel muy irritada o sudor abundante en el cuello, las axilas y el pecho. También se evidencia por la palidez en la epidermis o la irritabilidad plasmada en el llanto incontrolable. No obstante, un golpe de calor puede presentar piel roja, caliente y seca.
Ante esta situación, se debe ubicar boca arriba, en un sitio fresco, a la sombra y bien ventilado. Es importante quitarle la ropa que no necesite y aflojar la que la oprime. También puede ayudar colocar compresas de agua fría en la cabeza, la cara, el cuello, la nuca y el pecho, e ir cambiándolas a medida que se calienten.
En caso de que esté consciente, se le deben ofrecer líquidos como agua segura, alguno de rehidratación oral o bebidas isotónicas. Si está en estado de inconsciencia, es necesario activar de inmediato el sistema de emergencias sanitarias.