Luego de 5 años de tener cerradas sus puertas, a finales de septiembre volverá a abrir el Centro de Observaciones del Espacio (Code). Las obras de remodelación cuentan con un avance del 85% de ejecución y prevén concluirse en las próximas semanas.
Lo confirmó la ministra Silvina Frana este lunes. La obra cuenta con un avance del 85%.
Luego de 5 años de tener cerradas sus puertas, a finales de septiembre volverá a abrir el Centro de Observaciones del Espacio (Code). Las obras de remodelación cuentan con un avance del 85% de ejecución y prevén concluirse en las próximas semanas.
"El Code era una demanda de la ciudad de Santa Fe y ahora está próxima a inaugurarse", destacó Silvina Frana, ministra de Infraestructura de Santa Fe, e indicó que "tuvimos algunos inconvenientes pero ya están subsanándose así que ojalá que en septiembre podamos inaugurarla".
Desde la empresa contratista Cocivial S.A., que está a cargo de los trabajos, confiaron a El Litoral que ultiman detalles para llegar a inaugurar una parte en septiembre. El Centro con su puesta en valor se refuncionalizó y pasará a ser ahora un "complejo múltiple": será observatorio astronómico, observatorio meteorológico, con una biblioteca pública y con un planetario. En superficie, el edificio se amplió dos veces más de lo que era el viejo Code.
La mayor atracción visual al observar el Code desde afuera es, sin dudas, la cúpula geodésica que cierra como "techo" el planetario a 167 grados, con lo cual un visitante tendrá la observación completa de un cielo virtual que vería desde un lugar perfecto. Es el domo principal bajo el cual va a estar la pantalla en la que se harán las proyecciones audiovisuales.
Al quedar cerrado el planetario, justamente por el sistema especial de acústica cuadrafónica que se colocará, no se escuchará ningún sonido del exterior, ni siquiera de la Costanera Oeste, que está a pocos metros. El dispositivo de sonido está instalándose junto al proyector y la pantalla.
Ya con el tapizado puesto en el planetario, se colocan unas 70 butacas rojas -con inclinación de 13 grados, para que los visitantes puedan estar cómodos mirando hacia el domo con la pantalla-. Según indicó el Prof. Jorge Coghlan, fundador, presidente y director del Code, la pantalla tiene un detalle moderno: "Para que no haya ningún defecto visual, se infla. Tiene un bombeador de aire que hace que se estire bien al momento de cada sesión del planetario, y de esa manera habrá una reproducción virtual exacta del cielo, de la vía láctea, de las estrellas".
Sobre los detalles con los que cuenta el proyector de última generación, que se fabrica especialmente para planetarios, Coghlan precisó que "tiene una lente que no distorsiona ni un ápice las imágenes reproducidas del horizonte al cenit".
Está en la etapa final un patio cerrado que se ubicará en la planta baja y tendrá vista a la laguna Setúbal. Además, el salón de exposiciones -Expo Espacio- contará con un 50% más de lugar. Este espacio se modifica para hacer allí un único salón grande con un anexo.
Por su parte, el ahora viejo auditorio, lugar en el que se dictaban talleres y congresos de astronomía, se mudará a otro lugar muy espacioso donde funcionarán la biblioteca -hay más de 3 mil libros de astronomía, y un fichero con 10 mil revistas especializadas de las décadas del '40 al '60-, más el salón de las maquetas que cuenta con más de 350 maquetas en miniatura de toda la era espacial: naves, cápsulas, transbordadores.
En la planta alta del complejo, las tres terrazas se unificaron y quedaron niveladas. En esta parte superior del auditorio se colocaron paneles solares para que el complejo tenga una autoalimentación de energía solar, característica que lo convierte en el primer planetario del país con este detalle sustentable.
Una vez inaugurado, los visitantes podrán disfrutar de un ascensor transparente exterior, a través del cual se podrá observar todo el panorama del edificio y de la Costanera. También habrá otra escalera, además de la bella escalera caracol que está en el patio de entrada al predio. Esta nueva escalera servirá principalmente para recibir a los numerosos contingentes de alumnos, y así para agilizar el tránsito hacia arriba y hacia abajo.