Martes 21.6.2022
/Última actualización 19:51
El jueves de la semana pasada, el gobierno nacional publicó el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) que modifica el Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio 2022. Allí, en el artículo 19 prorroga el Fondo de Compensación al Transporte Público de Pasajeros por Automotor Urbano y Suburbano del Interior del País, por un importe de $ 38 mil millones, $8 mil millones menos que los fondos que se habían previsto en el Presupuesto 2022, que finalmente no prosperó en el Congreso.
La disposición se efectivizó un día después del reclamo público que le hizo el intendente Emilio Jatón al presidente Alberto Fernández por una distribución más justa de los subsidios, en ocasión de la habilitación de los trabajos de la planta de agua potable de Santa Fe.
Ante el monto menor, el secretario de Transporte de la provincia de Santa Fe, Osvaldo Miatello, reaccionó y en su cuenta de Twitter calificó la decisión como “una catástrofe para el transporte de pasajeros del interior”. El funcionario de Omar Perotti aseguró que “el presupuesto planteado por el DNU del Ejecutivo nacional destina 38 mil millones de subsidios al transporte del interior, menos de los 46 mil prometidos por el Ministro y mucho menos que los 70 mil solicitado por diputados”, de distintos signos políticos en los proyectos que presentaron en las últimas semanas en el Congreso Nacional.
Y dejó en claro su malestar: “Parece que el ajuste impuesto por el FMI solo lo deben hacer las provincias, el AMBA es otro país”.
Según las previsiones de los propios funcionarios nacionales, con esta asignación “se puede llegar hasta agosto, lo cual torna muy preocupante la situación” general del sistema de colectivos en el interior del país, “no así para el AMBA donde se sigue cobrando un boleto de $18 y le van a dar aportes del Tesoro cuando quieran”, aseguró Miatello.
Esta situación de incertidumbre se vive en las 23 jurisdicciones del país, incluida la provincia de Buenos Aires, que tiene a varios perjudicados: los usuarios, que pagan tarifas altas por un servicio deficiente; los choferes que cobran sus salarios a destiempo; y las empresas que no tienen previsión sobre los montos que recibirán y no pueden planificar, por ejemplo, la renovación de la flota de coches, cada vez en peores condiciones.
Mientras el intendente Jatón avanza con las universidades hacia un proceso licitatorio del transporte público en la capital provincial, con la intención de concretarlo antes de fin de año, los ingresos para el sistema siguen sin estar claros.
En el DNU publicado el jueves pasado se explica que el objeto de otorgar un nuevo monto de subsidios es “continuar brindando un marco transicional que tienda a compensar posibles desequilibrios financieros a aquellas jurisdicciones asistidas en tal sentido por parte del Estado Nacional”.
Sin embargo, para el secretario santafesino el monto otorgado no es suficiente y obligará a los gobiernos provinciales y municipales a seguir gestionando más fondos, con la burocracia que implica y sin la seguridad de que serán destinados ni en tiempo y forma.