Sergio Ferrer
Se hará una apertura simbólica de la canilla de la cisterna principal.
Sergio Ferrer
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Este lunes está prevista la conexión formal de Santo Tomé al Sistema de Acueducto Desvío Arijón-Norte I. Se trata del “puntapié inicial” de la provisión del servicio de agua potable de río, la que comprenderá una primera etapa de desarrollo en el distrito santotomesino y abarcará el área de cobertura de la cisterna principal. Esta última, ubicada en el Tanque de Agua Central (conocido como “El Hongo”), es una de las tres con las que va a contar la ciudad para cumplir dicho abastecimiento y cubre aproximadamente el 60% de las zonas servidas en la actualidad (12.004 parcelas sobre 18.047). Las restantes cisternas, una situada en la vecinal General Paz (detrás del barrio Luz y Fuerza) y la otra en Adelina Oeste (en el límite con Adelina Centro), serán conectadas oportunamente.
El acto protocolar, para el que se espera la presencia del gobernador Miguel Lifschitz y la intendente Daniela Qüesta, tendrá lugar a partir de las 12 en las instalaciones antes referidas (avenida 7 de Marzo 3200). Allí, primero será rubricado de manera oficial el acta-convenio de provisión suscripto entre el municipio y el gobierno de la provincia, el que fue avalado a fines del año pasado por el Concejo Municipal. Luego, simbólicamente se abrirá la canilla de la cisterna principal para dejar inaugurado el nuevo servicio.
Consultada por El Litoral sobre el significado de esta inauguración, Qüesta la catalogó como “un hecho de relevancia histórica”, porque “no caben dudas de que va a mejorar la calidad de vida de los santotomesinos”.
Si hay algo que tiene que ver con la calidad de vida de las personas, dijo, “es indudable que es el agua, pero así como es esencial para la vida, también es importante que sea de calidad”. Además, recordó que a esta obra, ella y el ex intendente Fabián Palo Oliver ya la habían planteado como necesaria hace casi veinte años atrás, en 1999 para ser más precisos.
Calidad superior
“Nos toca un momento histórico: inaugurar la primera conexión, algo que realmente es un honor”, manifestó Qüesta sobre este emprendimiento, no sin antes destacar que a medida que pasaba el tiempo, diferentes gestiones de gobierno, municipales y provinciales, intentaron avanzar con su concreción. Cada una aportó su trabajo, señaló la intendente, a la vez que enfatizó los ocho años que llevó su ejecución (Hermes Binner la inició en 2011) y el tenor de la inversión que hubo de por medio (800 millones de pesos para una primera etapa de la obra).
“Era una obra necesaria, porque si bien tenemos agua potable, ésta es muy dura, al límite”, describió Qüesta al momento de referirse al servicio ofrecido actualmente en la ciudad y argumentar el porqué del cambio. “Es agua de perforación, que no tiene arsénico, por ejemplo, como pasa en algunas localidades del norte, pero que contiene mucho hierro; es agua bombeada y clorada”, añadió, no sin antes explicar que la que se tendrá ahora es de otra clase, muy distinta, más rica, tratada y procesada con otros parámetros de calidad, muy superiores. “No hay que olvidar que es agua extraída directa del río”, puntualizó, “indiscutiblemente mejor”.
Qüesta aclaró que técnicamente podrían haber entrado en funcionamiento las tres cisternas, pero que se eligió empezar por el tanque central, a modo de prueba, por varios motivos. Por un lado, porque es la cisterna que cubre el mayor área de distribución, superando ampliamente la mitad del territorio abastecido.
Por otro, porque al habilitar cisterna por cisterna, se verificarían en forma puntual cada uno de los sectores, observándose en detalle su funcionamiento y operatividad, para asegurar que todo está en marcha.
Finalmente, reconoció que, además de las razones anteriores, “también existen cuestiones por resolver con el Concejo”, en clara referencia a la normativa que establecería una tarifa diferente a la actual para el nuevo servicio. Como se recordará, en diciembre último el cuerpo legislativo aprobó la firma del convenio por el agua, pero envió a estudio de comisión la ordenanza tributaria propuesta por el Ejecutivo.
"Pudieron haber tratado el tema en enero”
A partir de la conexión al Acueducto Desvío Arijón, la Municipalidad de Santo Tomé tendrá un período de gracia de cuatro meses, en los que el gobierno de la provincia no cobrará el servicio. Atento a ello, Daniela Qüesta expresó su preocupación: “la cuestión tributaria”, la que cree que tendría que resolverse antes de que se cumpla el citado plazo, mientras se desarrolla esta etapa inicial de la prestación. “Nos parece conveniente hacer este período de prueba, porque la conexión no se podía demorar más, pero tampoco podemos meternos con los ojos cerrados a una pileta si no sabemos si tiene agua o no”, agregó.
“Como gobierno de la ciudad, debemos resolver el tema de la tarifa junto con el Concejo, porque ello nos permitirá conseguir los recursos necesarios para pagar los costos mayores que significa tener este tipo de agua. Mientras tanto, atenderemos las cuestiones técnicas, a la espera de que pase un tiempo razonable como para que el Cuerpo se expida, por sí o por no, y así ver qué decisión tomamos”, añadió la intendente.
Después, cuando se le preguntó por qué se intentó definir la tarifa en diciembre, si existen los cuatro meses de gracia, enfatizó: “Porque cuatro meses pasan volando”. Y puso como ejemplo el proyecto de ordenanza de los barrios cerrados, que estaba en estudio desde abril de 2017 y se llegó a diciembre sin ser tratado.
“En realidad, el Concejo pudo haber tratado el tema en enero ó febrero, o bien convocar a sesión extraordinaria”, esgrimió Qüesta. Luego explicó: “En definitiva, podría haberse discutido el tema antes, de manera de llegar al momento de la conexión, o al inicio de la actividad parlamentaria, con esto resuelto.
Nosotros necesitamos previsibilidad y certezas, porque este asunto es trascendental. Y, si bien tenemos cuatro meses, no podemos perder de vista que vamos a estar conectados desde el 5 de febrero. Si las sesiones empiezan a partir del 5 de marzo, ya habría pasado un mes sin haber encontrado alguna solución”.
“Insisto, el municipio no pretende enriquecerse ni mucho menos con esto. El mayor valor que se plantea en la nueva ordenanza tributaria tiene que ver con que tenemos que comprar un agua de mejor calidad”, concluyó.
La obra del acueducto, ejecutada por el gobierno de la provincia, demandó una inversión aproximada de 800 millones de pesos en lo que se define como primera etapa. Beneficiará a la ciudad de Santo Tomé mediante un sistema abastecido por el río Coronda. El municipio define al nuevo servicio como “hito histórico”, porque se mejorará definitivamente la calidad del agua que consumen los santotomesinos.