Domingo 22.3.2020
/Última actualización 18:42
El agua es el elemento más importante para la vida de los seres vivos, sean humanos, animales y todo aquello que habite la Tierra. Este 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, fecha impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 1993 con el propósito de generar conciencia para cuidar al recurso que cubre el 70 % de este planeta.
Este año el eje del día está puesto en dar cuenta de cómo el cambio climático hace que el agua sea cada vez más escasa, impredecible y contaminada: “El agua es nuestro recurso más preciado: debemos usarla de manera más responsable. Debemos equilibrar todas las necesidades de agua de la sociedad y garantizar que las personas más pobres no se queden atrás”, señala la ONU.
Viviana Zucarelli, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (Fich-UNL), en una entrevista con El Litoral indicó: “El agua es un recurso ‘renovable’, limitado, escaso, frágil y vulnerable. Todos somos actores importantes para preservar este recurso. Las pequeñas acciones, individuales, suman para que podamos resguardar el agua para las generaciones futuras. Pero un actor clave es el Estado, que la mayoría de las veces está ausente.
Cuando hablamos de recursos hídricos, no solamente hablamos del acceso al agua potable —que de acuerdo con la ONU es un derecho humano esencial—; también tenemos que hablar de las inundaciones, las sequías, la contaminación, la escasez y todo eso en un contexto de cambio climático”.
El LitoralEl recurso en el entorno provincial
La provincia de Santa Fe tiene en su extensión unas 13 tomas de agua superficiales (ver mapa), es decir que capta el agua cruda de los diferentes ríos para que luego sea potabilizada y llegue al hogar de cada familia.
En la ciudad de Santa Fe, la empresa Aguas Santafesinas (Assa) está a cargo de tres tomas: en la costa de Colastiné Norte en la desembocadura con el río Ubajay; la toma Hernández en río Santa Fe, situada entre el Puerto local y el Puente Oroño; y la planta compacta de La Boca, ubicada en Alto Verde sobre el canal de acceso al Puerto (altura de las Cuatro Bocas).
—¿Considera que en Santa Fe existe un uso sustentable del agua como recurso?
—En realidad creo que no tenemos conciencia real de la importancia del recurso hídrico y no nos imaginamos, los santafesinos, un escenario sin agua potable. La ciudad de Santa Fe tiene una situación privilegiada, por estar cerca del río Paraná y todos sus afluentes. Se estima que el 90 % de la población de la ciudad tiene acceso al agua potable y se consume, en promedio, más de 400 litros por habitantes por día, una cantidad que casi duplica lo que se consume en países desarrollados.
Pero no es así en otros sitios de la provincia, que no tienen cerca una fuente de agua como nosotros tenemos el sistema del río Paraná. Sin embargo, con algunas medidas, como la colocación de medidores de agua en los domicilios, las restricciones al lavado de veredas, la prohibición de lavado de autos en la vía pública; están ayudando a la toma de conciencia, pero nos falta mucho aún.
—En virtud del crecimiento demográfico de la ciudad de Santa Fe ¿Cree que se deben tomar medidas para que no se ponga en peligro el suministro?
—En primer lugar se debería tratar de que el crecimiento demográfico sea ordenado, es decir, el crecimiento demográfico tiene que ir acompañado por un ordenamiento territorial. Tenemos que tener en cuenta que el crecimiento poblacional no sólo necesita del suministro de agua segura, también se necesitan obras de drenaje, obras de saneamiento y servicios de luz, gas, recolección de residuos, etc. Por supuesto que se deben tomar medidas, pero estas medidas no sólo tienen que ver con la provisión de agua.
—¿De qué manera pueden aprovecharse las diferentes cuencas que rodean a Santa Fe para captar el recurso sin contaminarlo?
—La provincia de Santa Fe se encuentra ubicada en la región hidrogeológica denominada Llanura Chaco Pampeana. El principal recurso hídrico de la región es el sistema del río Paraná, que se extiende en el límite este de la provincia, con una longitud, aproximadamente, de 800 kilómetros. El río Paraná y sus afluentes (río Colastiné, Arroyo Leyes, río San Javier, etc) se destacan por su caudal y por la calidad de sus aguas. Este sistema fluvial constituye la principal fuente superficial de agua para consumo humano para dos de las ciudades más importantes de la provincia, que son Santa Fe y Rosario.
—¿Qué sucede con las demás cuencas proveedoras de agua?
—Con respecto a otras cuencas de la provincia podemos citar la cuenca del río Salado y la cuenca del río Carcarañá, pero estos cursos de agua presentan importantes concentraciones de sales. Como alternativa a las aguas superficiales, varias poblaciones del interior provincial utilizan fuentes subterráneas de aprovisionamiento de agua para consumo humano. Pero muchas de las fuentes subterráneas de las cuales se extrae agua para el consumo humano en Santa Fe presentan niveles de calidad que no cumplen con los parámetros fijados por la normativa vigente.
—¿Hacia dónde vamos a nivel mundial?
—Este año, el tema por el Día Mundial del Agua es precisamente agua y cambio climático. Por otra parte, la Asamblea General de la ONU propuso la Agenda 2030 que plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) con 169 metas de carácter integrado que tienen en cuenta aspectos económico, social y ambiental. Dentro de los ODS, el objetivo N° 6 es precisamente “agua y saneamiento”. En este marco, es importante generar conciencia, entre los ciudadanos, sobre la importancia del agua y la necesidad de hacer un uso responsable de este elemento, vital para la vida de las generaciones actuales y futuras. Pero el Estado tiene un rol fundamental, ya que muchas veces existen leyes para el uso, preservación y control del recurso; pero la normativa no se cumple.
El 31 de marzo es el día nacional del agua, fecha instituida por la resolución ministerial Nº 1630 del año 1970. Este día se conmemora para despertar una conciencia racional sobre la importancia, el uso y aprovechamiento de los recursos hídricos con los que cuenta Argentina.