Dentro de 10 días concluirá el proceso licitatorio de los trabajos de puesta en valor y refuncionalización de la casa Sor Josefa Díaz y Clucellas. En un sector del emblemático inmueble, ubicado en San Luis y La Rioja, se instalará el Museo del Inmigrante mientras que, el resto se destinará a un espacio cultural, de explotación privada.
El presupuesto oficial de la obra está estimado en .897.328 y tiene un plazo de ejecución de 240 días. Dentro de los pasos administrativos previos a la licitación pública, el pasado 18 de noviembre se obtuvo la autorización por parte de la provincia de Santa Fe para avanzar en el proceso de restauración y posterior concesión, conforme a lo establecido en el convenio de uso de la propiedad que suscribieron la Municipalidad y el gobierno provincial.
La remodelación plantea que la contraprestación por la puesta en valor del inmueble consiste en la concesión de la explotación del espacio destinado a un establecimiento gastronómico temático y oficinas para actividades, que resulten compatibles con el Museo de la Inmigración.
Los trabajos
En términos generales, el pliego plantea como criterios para la intervención el respeto por la autenticidad y el valor del conjunto. Conserva la tipología original en ángulo, eliminando toda adición que altere el Monumento Histórico Provincial y recuperando elementos perdidos (columnas, galerías, aberturas). Los elementos que se hallen muy deteriorados deberán ser restaurados con materiales y técnicas que permitan la diferenciación entre lo nuevo y lo antiguo para lograr la integración armónica de las partes.
Con relación a la fachada, se prevé su recuperación de aberturas, cornisas, guardapolvos y pintura, a la vez que deberán ser retirados todos los elementos adicionales existentes como toldos, cartelería o ménsulas.
La reasignación de usos deberá ser compatible con la tipología y el estado general del inmueble, evitando sobrecargas de actividades que lo puedan afectar. Además, se planteó la recuperación del espacio de la huerta, ámbito característico de las casas de la época, generando condiciones espaciales por medio de la implantación de especies frutales, el cultivo de hortalizas y jardines.
Desde un punto de vista simbólico, se deberá establecer una conexión simbólica con el agua, asociando a la actividad de su primitivo propietario, la presencia del puerto, y la plaza Colón; así como también, la relación cultural y religiosa con la Basílica del Carmen, cuya construcción fue promovida por Sor Josefa Díaz y Clucellas.
Para llegar a esta instancia se mantuvo un diálogo permanente con la Asociación Amigos del Museo comprometidos en la recuperación de la casona. “A la hora de armar el pliego y plantear la concesión estuvimos en contacto permanente con las personas que militaron este tema desde el principio”, comentó días atrás el secretario de la Producción Pablo Tabares.