En Camino Viejo a Esperanza y Estanislao Zeballos —zona oeste de la ciudad— avanza la obra del desagüe Espora, el conducto que permitirá evacuar los excedentes pluviales de la Cuenca Flores, un sector donde viven más de 70 mil vecinos. “Es el desagüe más grande de la ciudad y que está en marcha. Estamos justamente en la desembocadura, sobre el canal principal, que llevará el agua hasta el reservorio que está detrás del Hipódromo, en la Casabomba Nº 5”, destacó el intendente José Corral luego de supervisar el avance de los trabajos.
La obra de este conducto troncal tiene un avance general superior al 60%. En la zona de la desembocadura del desagüe en Camino Viejo a Esperanza, ya se construyó la cámara de empalme, y actualmente se realiza el replanteo para completar la alcantarilla del canal existente y luego conectar con el conducto ya ejecutado. Se trata de un tramo de unos 1.300 metros que llega hasta Av. Blas Parera y que ya está concretado.
“Estamos en el extremo oeste y, sin embargo, el desagüe arranca en 1º de Mayo, prácticamente en la mitad geográfica de la ciudad. Eso habla de la importancia que tiene este desagüe, una obra que se financia con fondos nacionales y que aliviará una gran área”, dijo Corral. Desde su desembocadura, el desagüe recorre algo más de 4 kilómetros, atravesando avenidas Blas Parera, Peñaloza y Facundo Zuviría, hasta llegar a su nacimiento en barrio Transporte.
En este punto, valoró que la obra beneficiará especialmente el sector de Facundo Zuviría, donde recurrentemente cuando había lluvias intensas se juntaba gran cantidad de agua, en todas esas cuadras de Espora y Risso. “Va a permitir dejar atrás esa ciudad que cada vez que había lluvias se inundaba, con los problemas para los vecinos y con las pérdidas para las familias a las que les entraba agua en las casas”, resaltó el mandatario local.
El desagüe Espora atraviesa en su recorrido la denominada Cuenca Las Flores, un área de 650 hectáreas, con una población estimada en unos 70 mil habitantes. Se trata del sector que limita al sur con calle E. Zeballos, al norte con calle French, al este con las calles San Martín y 9 de Julio, y al oeste con Camino Viejo a Esperanza. Este vasto sector cuenta hoy con los desagües Larrea, Ayacucho y Guanella en funcionamiento.
Sobre la relevancia de esta obra, Corral expresó: “Es el legado que dejamos: una ciudad más preparada. En estos años hemos hecho 45 kilómetros de desagües como éste que estamos viendo, con esta importancia. Son obras que quedan enterradas y no se ven, pero los vecinos advierten la diferenciacuando el agua corre y cuando en el pasado nos inundábamos y sufríamos durante días y a veces semanas, las consecuencias de no haber previsto las obras necesarias”, afirmó. “Se trata de obras en el marco de un Plan Director de Desagües, que tenemos completado en más de un 70%; o sea que la ciudad ya está muy próxima a concluir las obras troncales. Después queda el pavimento, el cordón cuneta, que se puede ir realizando, pero siempre que esté el desagüe hecho”.
José Corral resaltó además la colaboración de los propios beneficiarios, “porque las obras, y ésta de un desagüe tan importante, trajo inconvenientes en diferentes tramos. Pero los vecinos han tenido paciencia para poder superarlos, y ya estamos en el tramo final de la obra. De hecho, esta parte que es la desembocadura, permitirá que funcione un gran sector del desagüe hasta Blas Parera. De esta manera, toda la zona oeste de este sector del norte de la ciudad comenzará a trabajar cuando en algunas semanas esté terminada”, concluyó.