Ocupación dispar de cabañas en la Costa, pero con la ilusión de que lleguen "escapaditas" familiares
Por la crisis, la gente toma recaudos sobre sus ingresos, y esto afecta el trabajo de los cabañeros. No obstante, las expectativas pasan por las reservas de último momento. “Estar aquí ayuda a sanar ante tanta angustia social”, dicen desde el sector.
Ocupación dispar de cabañas en la Costa, pero con la ilusión de que lleguen "escapaditas" familiares
La corrida cambiaria del dólar blue, la depreciación del peso y la inflación vienen generando un estado de angustia y desazón social generalizada. Es la incertidumbre sobre el destino del país lo que hace que la gente se repliegue, cuide sus ingresos y deje de lado esa una "mini vacación" que tenía pensada para este fin de semana de cuatro días no laborables, del viernes 13 al lunes 16 inclusive.
De esta realidad socio económica tan poco auspiciosa para el turismo de cercanía no queda exceptuada la Costa santafesina, que como todo finde extra largo aguarda la llegada de visitantes. Según supo este diario, la ocupación de cabañas este martes era muy dispar. Algunos complejos puntuales venían bien, con hasta 90% de reservas. Pero otros, muy por debajo de esos porcentajes: menos del 50% de plazas contratadas, pese a que ofrecen costos muy accesibles.
No obstante, queda tiempo. La decisión de huir al menos dos días o tres días a esa angustia puede convertirse en una "escapadita" familiar, o entre amigos. El turismo, en definitiva, no deja de ser una actividad saludable, más aún si se está en contacto con la naturaleza, con mirada hacia los paisajes litoraleños, los pájaros, el río. Esa es la "bandera" del corredor costero.
"No hay una demanda alta. Es muy tranquila, y las expectativas son moderadas. Lo mismo nos comentaban desde complejos de Timbúes, Oliveros, es decir, de localidades cercanas al Gran Rosario. No obstante, la seguimos remando", puso en contexto en diálogo con El Litoral Guillermo Kees Scotta, secretario de la Cámara de Cabañeros y Prestadores de Servicios Turísticos (Cabasetur) de la provincia de Santa Fe.
Combo de problemas
A la ocupación hay que buscarla. Quedarse quietos y esperar que alguien venga y alquile, creo que no sirve tanto. Entonces, moverse en busca de ese potencial visitante implica sostener el mantenimiento de los complejos, hacer promociones, estar al servicio de la gente. "Más allá de esto, es cierto que hoy nos enfrentamos a un combo de problemas", advirtió el referente, con casi tres décadas en el rubro.
"La gente está muy nerviosa por las noticias sobre la situación actual del país. Esto nos afecta, naturalmente. Entonces una familia tipo suspende esa escapada, cuida sus finanzas domésticas; busca el dólar, o 'stockearse' con alimentos de primera necesidad, o cancelar la deuda con el almacenero, porque esa deuda se va a actualizar. Es que la incertidumbre es muy alta, y nadie sabe qué va a pasar", dijo Kees Scotta.
Costos
Según distintos complejos de cabañas consultados por este diario, el costo promedio "de mínima" para un grupo familiar de cuatro integrantes es, por día, de unos 30 mil pesos. Dos días, 60 mil pesos. De ahí para arriba; esto depende de si se contrata desayuno y limpieza de la plaza alquilada, o si se contrata un servicio náutico para pesca, por ejemplo. Aquí, los costos se elevan.
"Los cabañeros hacemos ajustes en los precios y descartamos dolarizar los costos. En otros destinos del país, ya hay emprendimientos turísticos cuyos alquileres están a precios dólar para Navidad, por ejemplo… Aquí en la Costa, la lucha es de un día a la vez. A veces tenemos que comprar un colchón para reponer en una cabaña, y hay que salir pedir crédito. Es algo así como pilotear la tormenta", opinó el referente.
"Sanar" por un rato
Según la apreciación de Kees Scotta, para la angustia social generalizada por la marcha del país, un buen "antídoto" es el contacto con la naturaleza en vivo y en directo, con ese lienzo multicolor del paisaje litoraleño, el sonido de los pájaros, los árboles, la paz de un mate compartido frente al río o bajo una sombra frondosa.
La pesca y la puesta del sol, uno de los atractivos principales. Archivo El Litoral
"Siempre decimos que los lugares de la Costa santafesina sanan. Porque sirven para descansar, bajar uno o dos cambios, hacer una experiencia inmersiva en lo natural. En el aire limpio y puro, en sentir las fragancias de las flores y especies arbóreas; en meterse por la isla con el auto, pues hay sectores donde se puede. Esto más allá de llegar a una cabaña confortable, con la atención de los propios dueños", subrayó el referente.
También está la opción de contratar a prestadores de servicios turísticos una experiencia de avistaje de aves, o de lancha para pesca río adentro. El fin de semana pasado, sin ir más lejos, más de cien personas participaron en Cayastá de un evento de paratrike. Se trata de un vehículo biplaza de tres ruedas con una hélice trasera que permite volar: es una combinación de avioneta y parapente. Se hicieron exhibiciones desde el cielo. La Costa santafesina siempre es generosa.