Luciano Andreychuk
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La experiencia puso cara a cara a los concejales de Santa Fe con los vecinos de la Costa.
Luciano Andreychuk
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En la Escuela N° 869 Julio A. Roca había botellitas con agua por todos lados. El techo de chapa del salón de actos parecía una pantalla refractaria del calor: cuatro ventiladores de pie al máximo y un dispenser que no daba abasto. Calor bajo los sacos de los concejales, calor en los rostros de las señoras que se abanicaban y escuchaban.
El Concejo se mudó por una tarde a Colastiné Norte y estaba tratando en sesión especial los problemas de toda la gente de la Costa, o sea sus padeceres diarios: por más nimios que parecieran, ahí estaban convertidos en proyectos legislativos.
Como los protocolos del recinto de calle Salta, los taquígrafos garabateaban el registro de cada palabra. Los ediles estaban en sus bancas que en realidad era mesas de docentes. Afuera había policías que custodiaban tranquilos, celulares en mano, esa esquina del Km. 4 de la Ruta 1 donde se alza el viejo edificio escolar, de más de 75 años de vida pero en buen estado, con paredes de ladrillos vistos color bordó.
Era la sesión especial del Concejo santafesino en el Distrito de la Costa (Colastiné, La Guardia y Alto Verde). Duró casi dos horas, el sobre tablas y el orden del día concentraban 206 despachos: todos eran proyectos de resoluciones y comunicaciones, con pedidos de estudios de factibilidad a realizar por el Ejecutivo, y tres homenajes.
Algunos concejales aprovechaban la entidad democráticamente ganada del micrófono para dar sus posturas políticas e ideológicas. Pero no hubo cruces fuertes ni polémicas: lo importante, lo realmente importante, eran los vecinos y ese “libraco” voluminoso del temario a tratar, un reflejo muy representativo de lo que le preocupa a la ciudadanía del distrito.
En el patio escolar, el mástil oxidado y la canchita de fútbol con un arco medio torcido y el piso bien lisito —como en los potreros de barrio— en el área de los arqueros. Un banco roto, dos árboles con fronda y una perro blanco y marrón con cara de bueno que dormitaba sobre la bendición de un rincón sin sol.
El temario
La nomenclatura de calles que aún no fueron bautizadas, más fumigaciones y castraciones, entubados, zanjeos, remoción de vehículos abandonados, limpieza de minibasurales, una estación de bombeo, ripiados y colocación de geoceldas en varias calles de Colastiné... La lista del temario era interminable.
Pero sobresalían los pedidos por mejoras en los servicios públicos: en los proyectos formulados por los vecinos —y pulidos en términos de técnica legislativa por los ediles en las comisiones—, abundaban los reclamos por agua, cloacas y gas natural; mejoras en el servicio del Cobem y ambulancias; en la recolección de residuos domiciliarios; en el transporte de colectivos, en iluminación y señalización del tránsito.
La inseguridad en todo el distrito fue otro de los ítems tocados. Un edil recordó notas periodísticas de reclamos por cámaras de monitoreo de vecinos de la Costa, y las redes por WhatsApp que hacía (y aún hace) la gente para automonitorearse, para advertir de casos delictivos y de violencia.
De hecho, se aprobó un proyecto pidiendo un estudio para la colocación de cámaras de videovigilancia en puntos estratégicos. “Dispónese que el Ejecutivo realice un estudio de factibilidad técnica y económica para colocar cámaras de seguridad en calle Las Gravileas desde la Ruta N° 1 al Este, hasta el Río Colastiné Norte”, dice una resolución aprobada.
Otro proyecto similar también sancionado solicitó al Ejecutivo que realice gestiones ante el Gobierno provincial para que se evalúe la posibilidad de dotar de mayor presencia policial y colocación de cámaras de seguridad en Barrio Colastiné Norte.
Los temas de coyuntura, como los arreglos de la Ruta 168 entre La Guardia y Colastiné, las colectoras que faltan y el Gasoducto de la Costa fueron temas que algunos concejales “politizaron”. Pero estaba bien: de eso se está hablando hoy en los medios locales, eso preocupa a la ciudadanía en su cotidianeidad de todo ese sector, y esperaba pronunciamientos sobre estos asuntos.
Lo original
Hubo una propuesta presentada por un vecino para crear un paseo sobre el cordón costero, el “Paseo de la Defensa” en el terraplén de Colastiné. La finalidad: “Promover la incorporación de infraestructura, poner el valor, refuncionalizar toda la zona y promocionar el turismo”, fue una novedosa iniciativa ingresada por un vecino, que no se aprobó pues será tratada en las comisiones del Concejo. “Lo analizaremos bien. Hay que definir cuestiones técnicas”, indicaron fuentes deliberativas.
Cerca del final, una edila pidió un minuto de silencio: en ese momento era noticia que la Armada había anunciado el cese del rescate (no de la búsqueda) del Submarino Ara San Juan. Todos se pararon y respetaron el pésame. “No habiendo más asuntos que tratar se levanta la sesión”, dio la frase de rigor el presidente del Cuerpo. El perro blanco y marrón con cara de bueno entró, se dejó acariciar y varios sintieron que él también, aun pasando desapercibido, había sido parte de esa experiencia.
“Estamos contentos de estar todos presentes en esta sesión especial”, coincidieron en sus manifestaciones los ediles. “Este intercambio con la gente enriquece la democracia en la que vivimos. Nos fortalece a todos mediante el mecanismo de participación ciudadana”.