El Litoral | a[email protected]
Bolsas, botellas, restos de droga, quemas y vandalismo. Mirá el video.
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Este viernes al amanecer, cuando el barrendero de Cliba inició su turno de trabajo, se agarró la cabeza. No lo podía creer, pese a que la inconducta ciudadana de muchos vecinos es moneda corriente. Sin embargo Alberto Ramos no se resigna y pugna por un cambio social. Entonces se puso a levantar, una por una, las miles de botellas tiradas en la arena, bolsas con restos de comida, capuchones y bolsitas con restos de drogas y los carteles y tachos de basura quemados durante los fogones que se hacen por la noche.
El reguero de mugre que dejaron anoche los estudiantes que fueron a la Costanera a celebrar el fin de curso no tiene límites. La basura arrojada en la vía pública y en la arena afecta toda la Costanera Este y Oeste, con algunos focos de mayor acumulación sobre todo en los paradores de playas y en el Faro.
“Para que se den una idea, yo entré a mi turno de trabajo a las 6 de la madrugada y tengo que recolectar hasta las 13”, comenzó diciendo Ramos. “Somos cuatro recolectores en este turno, y no vamos a poder alcanzar a recolectar toda esta basura, así que los del turno de la tarde van a trabajar igual que nosotros”, continuó. Cabe mencionar que las tareas de recolección las realizan mujeres y hombres. “Y lo peor es que mañana nos vamos a encontrar exactamente con lo mismo, y el domingo también”.
Ramos tiene un compromiso especial con su trabajo. Por ese motivo da charlas en las escuelas y vecinales donde lo llaman, para tratar de concientizar a toda la población sobre el mantenimiento de la limpieza de la ciudad. “Calculen que un día común yo lleno unas cinco bolsas de basura con mi trabajo. Hoy tengo cien y no sé si me van a alcanzar”, dijo, mientras levantaba botellas de la arena en el parador ubicado junto al Centro de Deportes Municipal, junto al Ceride.