Lunes 21.12.2020
/Última actualización 19:37
El investigador de Conicet y docente de la UNL Pablo Beldomenico, lleva adelante sus investigaciones en el Laboratorio de Ecología de Enfermedades (LEcEn), ICiVet LITORAL (UNL-CONICET), desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (FCV-UNL), con sede en la ciudad de Esperanza.
-Beldomenico, ¿qué se puede esperar en cuanto a la evolución de este coronavirus que provocó la pandemia?
-Todos los organismos vivos evolucionan. Con el tiempo van cambiando gracias a mutaciones en el genoma. Los virus son los que evolucionan más rápido ya que están mutando continuamente, pero la velocidad a la que lo hacen es diferente según el virus. El del sarampión, por ejemplo, muta muy poco, mientras que la gripe (virus influenza) lo hace de forma muy acelerada y de todas las maneras conocidas. Si bien los coronavirus no tienen la capacidad de mutación de los virus de influenza, pueden evolucionar relativamente rápido.
-¿En el caso de este coronavirus hay que esperar que evolucione con rapidez?
-A pesar de que SARS-CoV-2 va mutando constantemente, en el mundo no existe una gran diversidad de variantes, sino que hay una dominante que prevalece por sobre las demás. En Febrero, en Italia, emergió la variante D614G y comenzó a propagarse a nivel global, convirtiéndose actualmente en la cepa responsable de la gran mayoría de las infecciones. En un estudio reciente, se encontró que de 5000 casos de COVID-19 diagnosticados en un hospital de Houston, EEUU, más del 99,9% eran causados por la variante D614G. Hace unos días se identificó una nueva variante en Inglaterra, que está propagándose a gran velocidad, causando alarma a nivel mundial. Para saber cuánto debemos preocuparnos ante la aparición de nuevas variantes, primero debemos saber por qué se propagan y predominan por sobre otras.
-Bueno, entonces esa es la pregunta: ¿por qué una variante del virus predomina por sobre otra?
-La variante D614G se volvió la predominante no porque el virus haya dejado de mutar durante meses, sino porque las nuevas mutaciones se salían de la "receta", lo que las ponía en desventaja. ¿Y cuál es la receta? - Para ser altamente exitosa, una variante de SARS-CoV-2 debe cumplir con dos requisitos: 1) tener una gran capacidad de replicación; y 2) enfermar lo menos posible (causar pocos síntomas). El primer punto es necesario para que haya mucho contagio, y el segundo es importante para que los nuevos casos no sean rápidamente detectados y aislados, impidiendo así la transmisión del virus a más gente.
-¿Y qué sabe la ciencia hoy del D614G?
-Cuando se estudió en detalle al D614G se encontró que tenía una capacidad de replicación y transmisión mayor al virus original. No se pudo comprobar que sea menos virulento, pero hay indicios de esto: estudios muestran que la recuperación de los hospitalizados por COVID-19 en EEUU y Reino Unido aumentó en gran medida si comparamos los meses recientes con lo observado en Marzo. Por otro lado, la segunda ola en Europa está dejando muchos más casos que la primera, pero tiene una tasa de letalidad (n° de fallecidos/n° de infectados) muchísimo más baja. Estos patrones son consistentes con una receta de "más contagioso pero menos virulento".
-¿Y qué se espera de la nueva variante que se detectó recientemente en Inglaterra?
-La nueva variante inglesa está propagándose rápidamente, y tiene potencial de volverse la nueva variante dominante, reemplazando a D614G. Para que esto suceda, debería haber mejorado la receta: ser más contagiosa que D614G (mala noticia) y también menos virulenta (buena noticia). De ser más contagiosa pero también más virulenta, los casos serían más fácilmente detectables que los causados por D614G, facilitando el control mediante aislamiento de infectados.
-¿Por dónde pasa hoy entonces la preocupación entre los científicos y especialistas en la salud?
-Una gran preocupación es si las vacunas van a ser efectivas contra esta nueva variante del virus. Para que los anticuerpos que se generan contra una variante no puedan reconocer a otra, las variantes deberían ser muy diferentes entre sí. Las diferencias entre la variante original (D614), la D614G y la nueva inglesa son muy sutiles como para que esto determine una configuración antigénica diferente. De hecho, las vacunas están hechas con la cepa original del coronavirus (D614), y los anticuerpos que generan han demostrado neutralizar muy eficientemente a la variante D614G, lo que permite anticipar que también serán efectivos contra la nueva cepa emergente y también contra otras variantes que circulen (como por ejemplo la de los visones).
Para más información sobre COVID-19 se puede visitar el canal de Youtube del Laboratorio de Ecología de Enfermedades