¿Cómo se mide el posible colapso del sistema de salud? Este sábado por la noche en un hogar de la ciudad había un matrimonio contagiado de Covid. Ella -vacunada con las dos dosis- más leve y él con problemas para poder respirar con normalidad desde hacía varios días.
Los llamados a los servicios de asistencia en salud eran constantes desde hacía varios días. Ante el agravante de la situación ella decidió buscar su auto particular y llevar a su pareja al hospital Cullen. Lo subió como pudo y lo trasladó hasta la Guardia. Llegó caminando por sus propios medios y esperó hasta ser atendido. No era el único que precisaba atención con urgencia.
Luego de chequear el estado de salud de esta persona de 49 años, la doctora que lo atendió lo derivó a una cama disponible en el servicio general para pacientes con Covid y le diagnosticaron además una neumonía. "La atención es excelente, tratan de llevar tranquilidad, pero se nota que están superados por la situación en la capacidad de atención", contó ella (se reserva su identidad). Por estas horas este paciente seguía internado.
Santa Fe tiene hoy 1.086 camas de terapia intensiva, entre el sistema público (404) y privado (682). La ocupación en las últimas semanas ante el creciente número de contagios no bajó del 90 % y llegó en varias oportunidades al ciento por ciento. Este domingo, según informaron fuentes del Ministerio de Salud a El Litoral, la ocupación de camas entre el hospital Cullen, el Iturraspe Viejo y el Nuevo es del 95%.
Con este panorama, este domingo desde el Iturraspe indicaron a El Litoral que solo quedan 2 camas UTI Covid disponibles.
El Covid no solo se lleva a personas mayores
La muerte de Lara Arreguiz, una joven santafesina de 22 años, que residía en Esperanza, conmocionó a la sociedad. Lara estudiaba Ciencias Veterinarias en la ciudad cabecera del departamento Las Colonias, pero de una semana a la otra, el coronavirus terminó con su vida. La joven era insulina dependiente y murió en la odisea por conseguir una cama de terapia.
Su padre, Alejandro, expresó sus sensaciones tras la pérdida de su hija: "La llevamos al protomédico, ya que en los sanatorios si caes con síntomas ni te atienden", dijo en dialogó con el medio Info Mercury. "En el protomédico la sentaron en una silla de ruedas como cuatro horas porque no había camas, le hicieron placas y dieron turno para el domingo hisoparla. La llevamos de nuevo a casa", y relató que el resultado era que tenía Covid.
"Las placas dieron pulmonía bilateral, en solo dos días era impresionante como avanzó y le tomó ambos pulmones, por eso se ahogaba. Ahí nos dijeron que la llevemos a casa y que sigamos con nebulizaciones, que consultemos en el Iturraspe si había camas. Fuimos a casa, y se volvió a ahogar. Así que fuimos al nuevo Iturraspe y estaba lleno de gente, nadie nos atendía, hasta que ella se descompensó y cayó al suelo. Ahí fue cuando un médico o enfermero que pasó, la levantó y se la llevó a la guardia. Ahí le administraron oxígeno y se calmó", comentó Alejandro.
La peripecia no terminó ahí. Las idas y venidas entre los nosocomios de la ciudad fue incesante. "Nos dijeron que no había camas, así que estuvo hasta las 21 horas en la guardia hasta que nos avisaron que en el Iturraspe Viejo había una cama para ella, la llevaron en ambulancia para allá y la pusieron en una sala común Covid. Al día siguiente la pasaron a una sala intermedia para controlarle la insulina mediante una bomba de hidratación para controlar los niveles de azúcar".
Tras no evolucionar en su situación de salud, Lara fue derivada a terapia y fue entubada. "Ahí el mundo se me vino abajo. Nos volvieron a decir que nos quedáramos tranquilos, que era joven, que iba a salir adelante. Pero anoche (por el pasado viernes), a las 3 de la mañana nos avisaron que falleció. Era un ángel, una chica sin maldad. A mi se me murió un hermano, pero mi mamá siempre me decía, no hay dolor como la muerte de un hijo, y es así, tal cual, un dolor en el alma que asfixia".
Dos hermanas entrerrianas
Hace unos días fallecieron en Concordia (Entre Ríos) las hermanas Aldana y Marina Güida. La primera, de 21 años, dejó de existir el domingo 2 de mayo, su hermana, de 29, el martes 11. Ambas eran estudiantes del profesorado en Biología y la mayor era mamá de dos pequeños que quedaron a cargo de su padre y sus abuelos.
La familia no sabe cómo comenzaron los contagios, ni en dónde pudieron haber tomado contacto con el virus. "Todo pasó muy rápido, es como una pesadilla", dijo el papá de las dos fallecidas, José Güida. Y así, como dos cachetadas, la vida los dejó con un vacío que no pueden llenar y con muchas preguntas.
La despedida siquiera trajo algo de consuelo, porque al estar contagiados el protocolo indica que no pueden salir, y ellas, que fallecieron por Covid-19, no pudieron ser veladas. Parecen escenas del peor de los cuentos de terror, pero a esta familia les tocó vivirlo de un día para el otro.
Luego de la partida de Marina, todo parecía empeorar. Mariela Itatí González, de 52 años, mamá de las jóvenes, fue internada. Es insulina dependiente y su familia se refugiaba en la fe, pedía cadenas de oración y recibía el acompañamiento de la comunidad. Afortunadamente, una semana después volvió a su casa, con sus nietos y una familia que la esperaba ansiosamente.
La esperanza puesta en el confinamiento
El Ministerio de Salud brindó este sábado el reporte diario respecto de la situación de Covid-19 en toda la provincia. Se informó que en las últimas 24 horas se reportaron 2.945 casos positivos de coronavirus, elevando a 320.266 los casos totales desde que comenzó la pandemia; y se produjeron 5 fallecimientos, llevando a 5.073 los casos fatales por esta enfermedad desde marzo de 2020.
De los 2.945 casos informados, 245 corresponden a la ciudad de Santa Fe y 1.128 a la ciudad de Rosario. Números que encienden las alarmas, pero que podrían empezar a reducirse si el confinamiento de 9 días dispuesto por el gobierno nacional se cumple a rajatabla. El reflejo de las restricciones comenzarán a reflejarse dentro de unos 10 y 14 días.