Lunes 27.5.2019
/Última actualización 11:58
Oscar Pecorari, o mejor dicho, Peco, como todos lo conocen, es el único fileteador santafesino que perdura en la actualidad. Hace casi 40 años hace bailar sus pinceles, bañados en esmalte sintético, sobre madera, chapa, ya sea en viejos colectivos, baúles o cualquier artefacto antiguo o moderno, no importa sobre qué, él deja su impronta en cada obra.
Ahora, uno de sus cuadros forma parte de la “Primera exposición integral de fileteado porteño en China”, que tiene lugar en Beijing y estará expuesta hasta el 7 de julio. “Siempre traté de que Santa Fe y el interior estén bien representados”, reconoció Peco, quien es miembro de la Asociación de Fileteadores de la Argentina.
El artista hizo referencia a la elección de la pintura para presentar ante el público chino, la cual resalta la expresión “la vida me sonríe”, y explicó: “No encontraba qué escribir y se me vino a la memoria un trabajo que había pintado con esa frase. El tema del dragón fue porque nos pidieron algo referido a China”.
La obra está pintada sobre un cartón corrugado de 12 milímetros de espesor. “Al cartón lo encontré en la calle, mientras caminaba de regreso a casa. Y como para enviarlo a China me pidieron que el soporte sea liviano —no alcanza a pesar 1 kilo—se me ocurrió usarlo para esta oportunidad”, precisó.
Una vez que termine la muestra en Beijing, su obra seguirá viaje hasta Shanghai, otra ciudad china de gran valor cultural. “Me confirmaron que mi pintura va a seguir en China por lo menos 60 días más”, dijo con placer.
Gentileza Ésta es la obra que envió Peco a la muestra que se desarrolla en la capital china.Ésta es la obra que envió Peco a la muestra que se desarrolla en la capital china. Foto: Gentileza
Uno de los anhelos para el artista local es que sus obras puedan tener mayor difusión en la ciudad y así los santafesinos puedan conocer un poco más de este arte que fue declarado en 2015 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco.
“Nadie es profeta en su tierra”, dice la célebre frase bíblica. Así se siente Peco, ya que sólo tiene una exposición de sus trabajos, que organizó el año pasado el municipio, en el Teatro Municipal.
“Después me prometieron que íbamos a hacer una en La Redonda y nunca se llegó a nada”, contó con resignación y agregó: “Me gustaría que la gente vea lo que hago porque para tener los trabajos guardados no sirve para nada”.
Una experiencia diferente es la que vive en Buenos Aires, donde esta arte cuenta con una vasta repercusión. “Allá, siempre muestro mis trabajos en una exposición anual de fileteadores. Incluso en los últimos dos años se hizo en el Museo del Senado de la Nación”, resaltó y recordó que donó una de sus obras a este museo, luego de su primera participación. Además, se presentó en Tecnópolis y en la Legislatura Porteña, entre algunos lugares de renombre.
¿Hay futuro en este arte?
“Acá en Santa Fe no hay nadie que sea fileteador”, aseveró Peco al ser consultado si avizoraba alguna continuidad en el fileteado local.
“Vino gente a querer aprender pero no tienen la paciencia que se tenía antes, ahora quieren agarrar el pincel y pintar, y no es así. Si fuera así de fácil estaría lleno de fileteadores”, agregó.
Peco hace un buen tiempo que dejó de llevar sus obras a la costanera santafesina frente a la Tecnológica, donde tenía su puesto y hacía lucir sus trabajos.
“Fui durante 11 años a la costanera, pero hace un año y medio que no voy más porque no se vendía nada, me estaba enfermando de nuevo. Me quedé sin la vidriera, por así decirlo”, reconoció. Empero, aseguró que tiene su clientela que de vez en cuando solicitan su servicio.
La exposición en el país asiático está compuesta por 65 obras realizadas por maestros del fileteado y miembros de la Asociación de Fileteadores, entidad que fue constituida en el año 2013 y que desarrolla una importante y reconocida labor para la difusión de este arte. La propuesta expositiva refleja esta diversidad a través de los diferentes estilos, técnicas y temáticas, e incorpora temas tradicionales del fileteado, como el tango, la religión, los ídolos populares, pero asimismo contienen rasgos de la cultura china, como caracteres del idioma mandarín y un apartado especial sobre el fileteado en los colectivos del fotógrafo Guillermo Dorfman.