El Litoral | area@ellitoral.com
En los últimos días hubo tres denuncias penales contra cuidacoches y hay más controles preventivos.
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Desde hace una semana, la Municipalidad de Santa Fe puso sobre el tapete el tema de los cuidacoches en la ciudad. El caso de un cuidador que le pinchó una rueda a un auto de alguien que no le quiso dejar propina, en 9 de Julio y Eva Perón, fue el detonante. El hecho que quedó registrado en una cámara de seguridad y fue denunciado penalmente por la Fiscalía municipal.
El propio intendente José Corral dijo luego que “el municipio no autoriza trapitos, cuidacoches, ni gente que lava los coches en la vía pública, ni limpiavidrios”.
Lo cierto es que la actividad de los denominados “trapitos” parece estar en crecimiento, a consecuencia, quizá, de la falta de oportunidades en un horizonte laboral formal complicado por la actual crisis económica que sufre el país. Por ese motivo es que el Ejecutivo municipal le solicitó al Concejo que regule la actividad y, en paralelo, a las autoridades de Seguridad, que lo controlen. Mientras tanto, el gobierno local pide a los vecinos que denuncien cada hecho delictivo o las “apretadas” de los cuidacoches que exigen un pago obligatorio para estacionar.
Postura firme
En sintonía con las declaraciones del intendente Corral, la secretaria de Gobierno municipal, Malena Azario, sostiene que “la actividad de los cuidacoches no está autorizada”, y agrega que “el Municipio no ha autorizado a ninguna persona, en ninguna zona, a realizar dicha actividad. Es más, en la zona donde hay estacionamiento medido está prohibido, mientras que en el resto de la ciudad no está prohibido pero tampoco autorizado”.
—Usted afirma que la actividad de los cuidacoches está “prohibida” donde hay estacionamiento medido y que no está “autorizado” en el resto de la ciudad, ¿ello está regulado?
—Hay una ordenanza que nunca se aplicó. Como abogada digo que es una norma derogada por el no uso. Entonces hoy no hay ninguna ordenanza que regule la actividad. Por ende no está prohibida, porque no es en sí un ilícito, pero a su vez ninguna persona que lo realice cuenta con una autorización expresa del Municipio —sostiene Azario.
—¿Qué pretende entonces la Municipalidad?
—Hay dos situaciones. Por un lado, los vecinos alzan la voz por los hechos de inseguridad. Se sienten amedrentados, amenazados y apretados por algunos cuidacoches que lo ejercen de manera ilícita, porque exigen dinero a cambio, no a voluntad, y amenazan con rayar el auto del que no paga, por ejemplo. Son hechos de inseguridad y delitos. Aquí está claro que deben actuar las fuerzas de seguridad y la Justicia. De hecho, en base a las últimas denuncias de vecinos trabajamos articuladamente con las fuerzas federales en operativos de control de trapitos para evitar nuevos casos ilegales.
Por otro lado, hay personas que cuidan coches y piden dinero a voluntad, sin generar conflicto. Incluso sabemos que muchos vecinos colaboran y ayudan a estas personas. Por lo tanto estos casos no se enmarcan dentro de los problemas de inseguridad que aquejan.
—¿Desde el Municipio perciben que en los últimos tiempos aumentó la cantidad de cuidacoches o que la situación se “fue de las manos”?
—Efectivamente, de acuerdo a nuestro relevamiento en los últimos tiempos vimos que se incrementó la actividad, principalmente durante los fines de semana y en la zona de bares y restaurantes, como también durante eventos masivos. Entonces, para los casos de inseguridad, pedimos la colaboración al vecino porque no podemos tolerar esta situación. Debemos actuar en forma conjunta: los vecinos denunciando y las fuerzas de seguridad actuando.
—¿Cómo piensa resolver este problema la Municipalidad?
—Consideramos que el Concejo debe debatirlo y definir si la actividad debe ser regulada o prohibida. Y, por otro lado, si hay situaciones sociales para atender, porque entendemos que hay un sector de estas personas que ejercen la actividad para obtener un ingreso, desde el Municipio contamos con las Escuelas de Trabajo y la Oficina de Empleo, para brindarles una oportunidad laboral —finalizó Azario.
Denuncias
Llamar al 911 (Policía) ó al 0800 777 5000 (Atención Ciudadana municipal)
Los últimos 3 hechos
* Miércoles 18 de Julio. Un cuidacoches pinchó el neumático de un auto estacionado en 9 de Julio y Eva Perón porque su dueño no le quiso dar dinero. El caso fue denunciado en la Justicia.
* Viernes 20 de Julio. Un cuidacoches fue detenido en inmediaciones de El Molino Fábrica Cultural, tras agredir a personal de la Guardia de Seguridad Institucional del Municipio y la Policía Federal durante un control, en el que además se le detectó tenencia de droga. Fue detenido y judicializado.
* Sábado 21 de Julio. Un cuidacoches fue denunciado por intimidación e intento de asalto (quiso robar un celular) en inmediaciones de la Estación Belgrano. Fue detenido y el caso también se judicializó.
Dos proyectos en el Concejo para regular a los cuidacoches
Tras el pedido del intendente José Corral para que el Concejo regule la actividad de los “trapitos”, dos ediles presentaron diferentes iniciativas. Una de ellas pertenece al concejal del Frente Progresista Sergio Basile, y otra a su par del PJ, Marcela Aeberhard.
Ambos proyectos buscan derogar la última ordenanza sancionada al respecto (sancionada en 1981), que para el Municipio “no está en vigencia” y dar un nuevo marco regulatorio.
Lo que se plantea es brindar a los cuidacoches una capacitación y otra oportunidad laboral. También se pretende evitar las disputas territoriales.
Para ello quieren designar zonas e identificarlos con chalecos, entre otras medidas.
Pero hasta ahora todo está en discusión y habrá que aguardar a que el tema sea abordado, discutido y regulado en el Concejo Municipal, con la sanción de una nueva ordenanza.
Qué dice la legislación local
El 20 de octubre de 1981 —hace 37 años— el Concejo sancionó la Ordenanza Nº 8.133, que reguló la actividad de los “cuidadores de vehículos”. Esa norma nunca fue derogada por el Deliberativo y, como una norma sólo puede ser derogada por otra, hoy sigue vigente. Este medio informaba la situación normativa de los cuidacoches en mayo pasado.
Como “cuidadores de vehículos” se definió a las personas que en los lugares destinados al estacionamiento en la vía pública “ayuden, mediante indicaciones y señas oportunas acertadas, al mejor y más rápido aparcamiento de automóviles”.
Los cuidadores deben cumplir requisitos tales como contar con certificado de “conducta intachable expedido por la Policía de la provincia”; tener el permiso municipal correspondiente; “vestir en el horario de desempeño de sus funciones un guardapolvos limpio, planchado y correctamente abrochado; lucir higienizados, rasurados y con un corte de cabello discreto; exhibir en su guardapolvos la tarjeta identificatoria”, etc.
“Está prohibido a los cuidadores solicitar suma alguna de dinero o cualquier otro tipo de recompensas por su tarea, quedando facultados para recibir lo que voluntaria y graciablemente se les abone o entregue” el conductor, agrega la ordenanza N° Nº 8.133.
La ordenanza Nº 10.009, de 1996 —que aprobó los pliegos de bases y condiciones para la licitación pública de la concesión del Servicio de Estacionamiento Medido—, fue modificada en su artículo 4 por otra norma, la Nº 10.966 (de 2003) que autorizó el trabajo de los cuidacoches en las zonas con parquímetro pero “fuera de los horarios de estacionamiento medido”.
Finalmente, otra ordenanza (Nº 11.394) de 2007, estableció la organización del Sistema del Estacionamiento Ordenado Municipal (Seom), y en su artículo 19 derogó la Nº 10.009. Con todo, sólo quedó jurídicamente operativa (vigente) a la fecha aquella vieja ordenanza de hace 37 años.
En agosto de 2010, el municipio intentó hacer cumplir esa norma. Entregó chalecos color naranja y credenciales identificatorias a unos 300 cuidacoches que integraron un registro municipal. No podían imponer tarifas. En junio del año pasado, el secretario de Control, Ramiro Dall’ Aglio, confirmó a El Litoral que ya no se realizaba más ese registro.
En agosto de 2010, el municipio entregó chalecos color naranja y credenciales identificatorias a unos 300 cuidacoches que integraron un registro municipal. No podían imponer tarifas. En junio del año pasado, el secretario de Control, Ramiro Dall’ Aglio, confirmó a El Litoral que ya no se realizaba más ese registro.