"Siervo de Dios": Dante Di Stefano descansará en la parroquia donde abrazó su pasión por Cristo
Por ordenanza, sus restos serán exhumados y trasladados del Panteón Social "Nuestra Señora de Lourdes" a la sede de la parroquia "San Juan Bosco", lugar donde se entregó fervientemente a la fe católica. Una recorrida por su obra y legado.
"Siervo de Dios": Dante Di Stefano descansará en la parroquia donde abrazó su pasión por Cristo
Por ordenanza, el Concejo de Santa Fe autorizó la exhumación y traslado de los restos de Dante Di Stefano del Panteón Social "Nuestra Señora de Lourdes", Nicho N° 6425 -donde actualmente se encuentra inhumado-, a la sede de la Parroquia "San Juan Bosco", en Estanislao Zeballos 3333.
Nacido el 25 de septiembre de 1951 en el barrio Ciudadela, Di Stefano vivió una vida marcada por una enfermedad rara en el mundo. A los 22 años, mientras cursaba su carrera en la facultad (estudió Ciencias Económicas), quedó totalmente ciego, y aquí tuvo una profunda crisis de rechazo a la fe. Se reveló no sólo contra Dios, sino también contra el mundo.
Pero a fines de la década de los años '70 se unió a los grupos juveniles de la parroquia Don Bosco. Fue allí donde se reconcilió con Dios y se entregó fervientemente a la fe cristiana. Es considerado por la comunidad católica local como un "siervo de Dios". Murió en 1989, como consecuencia de esa enfermedad que lo aquejó. Quedó su legado y su obra hacia los demás, que cada vez cobra más dimensión social.
Y también quedan sus "virtudes", las cuales fueron refrendadas por 35 testigos que dieron cuenta sobre la vida del "santito de San Juan Bosco" -aunque fue laico-, como lo recuerdan con cariño quienes lo conocieron.
Esto tuvo lugar en el marco del procedimiento que busca que el Vaticano lo declare beato: el sacerdote Luis Escalante presentó todo este material a Roma para su estudio, con el objetivo de evaluar primero la "heroicidad" y, segundo, la "venerabilidad" de la figura de Di Stefano.
"(El traslado de sus restos) es simplemente un paso más en el camino hacia su santidad. Es sólo darle un tinte de color a esto que estamos impulsando en honor a su figura. Como comunidad queremos que Dante descanse definitivamente en el lugar donde trascendió en la fe", dijo en diálogo con El Litoral Pablo Toledo, presidente de la Asociación Pro-beatificación de la Parroquia "San Juan Bosco".
El camino a la santidad
En junio de 2022, se abrió una causa a nivel diocesano (a cargo del Arzobispo Sergio Fenoy), y se convocó a un tribunal de testigos donde pasaron 35 personas para dar cuenta de las virtudes de Dante. Tras un largo trámite administrativo, se concluyó la Fase Diocesana la semana pasada.
Ahora, el próximo paso es llevar toda la foja administrativa a Roma para que sea declarado "venerable".
¿Cómo sigue ahora el proceso para que el Vaticano llegue a canonizar a Di Stefano? "A toda la foja administrativa sobre Dante, el postulador de la causa (un sacerdote tucumano) la llevará a Roma para que se le dé inicio a la Fase Romana. Esto es, se estudiará en la persona de Dante Di Stefano todas sus virtudes y si fueron elevadas al estadío de 'heroicidad', es decir, de grado heroico", explicó Toledo.
Si esta fase es superada, se lo puede declarar "venerable". "La venerabilidad es el paso próximo hacia su santidad", enfatizó el referente.
Beatos y santos
"La gente se va al extremo y siempre le pide a Di Stefano por la curación de un enfermo grave -por ejemplo-, pero a él se le puede pedir por cualquier tipo de cosa desde la oración: por un viaje, por trabajo, por salud, o sólo por agradecimiento. Cuando se le reza, hay que pedirle solamente a él. Y si a algún devoto Di Stefano le cumple su pedido, ahí tomamos el testimonio de esa persona y se lo entregamos al postulador de la causa para que él lo estudie", amplió Toledo.
Y con ello, si el Vaticano considera que hay algún favor o gracia concedida por Dante Di Stefano y es aprobado, esto es denominado "milagro". En ese caso, Dante pasaría a ser "beato". Con dos milagros o más, se pasa a ser "santo". Estas son las escalas en el camino a la santidad para cualquier candidato del mundo hacia la santidad.
Sus virtudes
-¿Ud. tuvo la fortuna de ser amigo íntimo de Dante Di Stefano. ¿Cuáles eran esas virtudes de él a las que tanto alude?, preguntó El Litoral a Pablo Toledo.
-La fuerza del espíritu que Dante tenía para convocar, arrastrar, trabajar, animar a los jóvenes de la parroquia era algo impresionante. En contexto, hablamos de fines de los '70 y principios de los '80; era una etapa histórica muy compleja en el país. Sin embargo, su única verdad era Jesús. Su mensaje era que Cristo estaba vivo, y nosotros debíamos ser felices con eso. Todo esto entendido dentro de su debilidad humana, debido a la enfermedad que padecía.
Es increíble lo que pastoralmente hizo, aún siendo laico. Se iba a misionar a los pueblos del interior, organizaba campamentos, semanas de la juventud, con actividades de todo tipo… Era un grande: humilde, alegre, comprometido, y muy actual: se adaptaba a cada momento histórico que vivíamos.
Yo siempre digo que si hoy Dante estuviese entre nosotros, sería un gran "influencer" por las redes sociales. Siempre tomaba las mejores herramientas con las que se disponía para transmitir el mensaje de Jesús. Y cuando ingresó a la parroquia Don Bosco, se dio cuenta de que pese a sus padecimientos, Dios lo seguía queriendo. Cariñosamente le decíamos "el santito". Recordarlo me llena de orgullo.