Viernes 14.8.2020
/Última actualización 16:03
Un hilo de agua serpenteante, otro más a un costado, y otros. Son las “venas” donde nace la laguna Setúbal, símbolo de la ciudad de Santa Fe. Bien al norte, donde desemboca el delta del Leyes y del Saladillo, se formaron estos grandes bancos de arena, en lonjas verticales, a fuerza de agua que empuja y les da forma.
A la altura del Paraje El Chaquito, en la orilla oeste, y de Rincón Norte, en la este, es donde nace la Setúbal. Y con esta bajante histórica del río Paraná, que este sábado había alcanzado 0,69 metros, una marca nunca vista en la última mitad de siglo en el hidrómetro del Puerto de Santa Fe, se puede apreciar el arenal inmenso de la costa, que llega hasta Monte Vera.
Allí es donde decidió habitar un puñado de flamencos rosados, majestuosos. Desde la orilla apenas se percibe su presencia en el horizonte, sobre los bancos de arena que se formaron en medio de la laguna. Pero gracias al drone de El Litoral, y el teleobjetivo dominado con maestría por el reportero gráfico, se pueden apreciar de cerca, en su hábitat.
El avistaje de estos flamencos es frecuente sobre el humedal de Campo Andino. Como quedó sin agua por la sequía, los flamencos rosados volaron hasta la laguna Setúbal. Hace dos años atrás, El Litoral dio cuenta de un fenómeno similar, cuando aparecieron en el camping municipal de Laguna Paiva. Es que la sequía hace que estos pájaros vuelen en busca de las lagunas cercanas.
Una danza emocionante, blanca y rosada, fue transmitida este sábado al mediodía en vivo por El Litoral a través de sus plataformas en las redes sociales y en su web (ver perfiles de El Litoral en Facebook, Instagram y www.ellitoral.com). Un paisaje y una biodiversidad que hay que preservar para poder disfrutarlo a futuro.
D.R.Foto: Mauricio Garín y Fernando Nicola.
Cuidar el medioambiente, sanear la laguna de plásticos y residuos, se imponen hoy como necesidad para volver a habitarla, navegarla y disfrutarla con el debido respeto, cuando termine esta etapa de aislamiento social preventivo por la pandemia de Covid-19, y cuando el río crezca.
Una tropilla, flamencos y aves nativas donde nace la Setúbal