Dos obras importantes para el desagüe pluvial de la ciudad de Santa Fe confluyen en el extremo noroeste de la ciudad. Por un lado, la ejecución final del desagüe Espora y por el otro, el inicio de la segunda etapa del Camino Viejo a Esperanza.
La inversión para ejecutar el entubamiento del gran zanjón ronda los $200 millones. La obra tiene un plazo de 25 meses.
Dos obras importantes para el desagüe pluvial de la ciudad de Santa Fe confluyen en el extremo noroeste de la ciudad. Por un lado, la ejecución final del desagüe Espora y por el otro, el inicio de la segunda etapa del Camino Viejo a Esperanza.
"Es una obra muy importante, no solamente por lo estético, lo ambiental y por la calidad de vida que vamos a mejorar de todos los vecinos. Estamos hablando del desagüe integral de todo el cordón oeste de Santa Fe. Mucha del agua de las lluvias y los desagües pluviales llegan aquí y si esto no está en condiciones se ve perjudicado todo el desagüe de la ciudad de Santa Fe", valoró el intendente Emilio Jatón durante la recorrida que realizó este martes por la mañana.
La ejecución de la segunda etapa del Camino Viejo a Esperanza está a cargo de una UTE constituida por Mundo Construcciones S.A., Ángel Boscarino Construcciones S.A. y Larrea UT, bajo un presupuesto de $1.899.665.452, financiado por el gobierno nacional.
Los trabajos de esta segunda etapa, que demandarán unos 25 meses de ejecución, consistirán en entubar el desagüe actual para conseguir un superior escurrimiento del agua de excedentes pluviales, como así también el entubamiento del tramo del conducto Risso que hoy también funciona a cielo abierto. Así, se mejorará la situación hídrica en toda la Cuenca Flores.
Son en total 1.500 metros de cordón cuneta, estabilizado granular y desagües pluviales sobre Camino Viejo. Además, se saneará el canal de 565 metros que está en calle Risso entre Ignacio Crespo y Menchaca. "La primera etapa fue una obra con una impronta más vial y de movilidad que hídrica. Esta etapa (la segunda) desde Larrea hasta Estanislao Zeballos es una gran obra hídrica; es un conducto que tiene tres vanos de 2,70 mts de ancho por 1,40 mts de ancho, es una gran sección de conductos", detalló a El Litoral, Silvina Serra, secretaria de Infraestructura y Gestión Hídrica del municipio.
Cabe recordar que durante eventos meteorológicos de magnitud, el canal recibe los aportes de los colectores Larrea, Ayacucho y Guanella, limitando el drenaje y extendiendo los tiempos de retardo. Otra complicación es dada por el material del zanjón: se trata de taludes empinados e inestables que sufren constantes desmoronamientos y erosiones con las lluvias.
Todo ello provoca un progresivo ensanchamiento del canal, perjudicando el paso por Camino Viejo, único corredor que une a los barrios del área. Otro agravante es el perjuicio que ocasiona la acumulación de basura, volcada en las alcantarillas de cruces, generando taponamientos constantes. Con todo, esta obra requiere un pronto inicio para mitigar el riesgo hídrico en todo el cordón noroeste de la capital provincial.
El punto donde inició la segunda etapa del Camino Viejo a Esperanza, en la intersección de Estanislao Zeballos y Gobernador Menchaca, es el lugar de encuentro con el tramo final del desagüe Espora.
"Encontramos una obra que estaba por tramos, sin ningún tipo de conexión, por lo tanto no funcionaba ningún tramo del que se había terminado y se tuvieron que hacer todas las conexiones", cuestionó la secretaria de Infraestructura y Gestión Hídrica.
"Cuando tomamos la reactivación de la obra acordamos con Nación una serie de adicionales, uno muy importante fue poder construir el pavimento de hormigón, sobre toda la traza de la obra, desde Avenida Blas Parera hasta Facundo Zuviría, eso fue un cambio muy importante para los barrios, porque se reconstruyeron todas las conexiones de agua y aparte se dio una vía de comunicación vital", señaló Serra.
Sobre el último tramo del desagüe Espora, ejecución que llegó al 99%, la funcionaria mencionó que "se terminó el conducto Espora y su continuidad. Al traer una gran cantidad de agua y encontrarse con un zanjón (que se entubará durante la etapa de Camino Viejo) era muy difícil de mantener y no garantizaba la continuidad del escurrimiento, por eso se hizo este adicional para que el entubado desagüe en el reservorio".
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