El Litoral | area@ellitoral.com
El Concejo le requirió al Ejecutivo que implemente un plan de contingencia. Es para garantizar la circulación, recolección de residuos, alumbrado y desagote de pozos negros y demás condiciones de vida habitables para los vecinos.
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La obra del desagüe Espora sigue su derrotero de incertidumbres. En la última audiencia entre representantes de la contratista Automat S.A., el gremio Uocra y autoridades del Ministerio de Trabajo, la empresa anunció que iba a incorporar tres trabajadores más, llegando a 18 obreros en la plantilla. “Esto hasta ahora no se concretó. Siguen siendo 15 los operarios que están operativos”, aseguraron fuentes gremiales a este medio. Hay una nueva audiencia este miércoles en el Ministerio de Trabajo a las 11.
Esos 15 empleados reintegrados hasta ahora están en la lista de los 45 obreros oriundos de la ciudad que habían sido despedidos; los otros 15 desafectados ya retornaron hace tiempo a sus lugares de origen, como informó oportunamente El Litoral.
Mientras tanto, en el Legislativo local el tema sigue estando en agenda. Sobre tablas el Concejo aprobó una comunicación donde se le requirió al Ejecutivo Municipal que ponga en funcionamiento un plan de contingencia para “garantizar la circulación peatonal, la recolección de residuos domiciliarios, el reordenamiento del cableado aéreo, el alumbrado público, desagote de pozos negros y la resolución de demás inconvenientes que padecen los vecinos de la obra colector Desagüe Espora”.
Además del conflicto gremial con sus idas y vueltas, está el problema del “mientras tanto” de la gente que vive en el sector de obra (calle Cnel. Tomás Espora al 4800), en el noroeste de la ciudad. Por esto, en los fundamentos del proyectos se resalta que “son los frentistas quienes a diario deben convivir con agua servida en el umbral de sus ingresos, trasladarse tres cuadras para cruzar la calle, veredas intransitables, desmoronamientos, falta de recolección de residuos, entre otros problemas”.
La impulsora de la comunicación aprobada fue Laura Mondino (FPCyS). En el recinto explicó que lo que se vio en estas últimas semanas en el área de la obra fueron “inconvenientes de transitabilidad de frentistas y peatones y la falta de recolección de residuos domiciliarios. Venimos preocupados por esta situación. Pedimos un rol más activo por parte del Municipio para resolver los inconvenientes generados por esta obra. Esperamos que se pueda definir un plan de contingencia”, declaró la edila.
“Con materia fecal de pozos negros”
Sergio Troia es frentista del lugar de la obra: vive en calle Espora al 4800 y padece a diario los efectos indeseados de una obra demorada. En diálogo con este medio, dio un panorama de la situación en el lugar. “Vemos dos empleados nada más, uno en la máquina que hace movimiento y emparejamientos de suelo, y el otro que viene cada tanto con una ‘camionada’ de tierra y la arroja. Pero nada más: está prácticamente todo parado”, se quejó.
Respecto de los residuos, “tenemos un contenedor a unos 50 metros de distancia”. Pero el problema central son las aguas servidas: “De la cuadra de Blas Parera hacia el oeste hay una vía; están arreglando pozos sépticos del otro lado (de la vía). Pero los pozos negros de nuestras viviendas siguen sin terminarse. Entonces, tenemos en las zanjas la pudrición, la materia fecal de los pozos sépticos, porque están rotos. Sólo hicieron dos nuevos. Cuando sale el sol, hay olor muy feo”, relató.
Y sobre la iluminación del sector, Troia explicó que hace unos 15 días pusieron dos farolas. “Pero hay un sector en Espora y Pasaje Santa Fe que está totalmente a oscuras”. Otra cuestión por la que se mostró molesto es la imposibilidad de ingresar los vehículos particulares desde el 2 de julio. “Una vez que empezaron a cavar y romper, debimos empezar a pagar cocheras. Hablamos de 1.500 metros por mes para dejar el auto. ¿Alguien nos va a reintegrar ese dinero?”, se preguntó.