Martes 15.10.2019
/Última actualización 23:02
Después de un casi un mes, el Concejo volvió a sesionar. Y los temas de coyuntura tuvieron un protagonismo mayor que otras iniciativas, que se fueron desdibujando. El contexto es la transición municipal, que hoy transita un camino pedregoso: es decir, se agranda la incógnita de qué va a pasar después del 10 de diciembre y cómo va a recibir el municipio el intendente electo Emilio Jatón, presente en la sesión.
Cómo seguirá la “novela” del desagüe Espora —el municipio informó hace dos días que rescindió el contrato con la empresa Automat, por incumplimientos— fue el tema de debate legislativo; pero también se agregó al temario saber qué pasa con el desagüe Gorriti y la Casabomba Cero. Con todo, se aprobó un decreto citando a funcionarios municipales —a la secretaria de Gobierno municipal, Malena Azario, y al secretario de Recursos Hídricos, Felipe Franco—a una reunión de trabajo para que den detalles sobre estas tres obras.
Pero la aprobación fue reñida en términos políticos. Concejales de los tres bloques hablaron sobre cada caso. Espora es una obra cuyo comitente es el municipio; Gorriti y la Casabomba Cero, se hacen con financiamiento del gobierno provincial. Algunos ediles consideraron que son obras de distinto “tenor y características”; otros, que el problema de fondo —por qué tienen demoras— es el mismo para todas. Se habló de “parcialidad”, de aplicar un “vara distinta” en función de conveniencias políticas y los cruces, así, se fueron recalentando en el recinto.
El traslado del Iturraspe
Arrancó Ignacio Martínez Kerz (PJ - Santa Fe), para quien no es conveniente el traslado al nuevo Hospital Iturraspe (previsto para el 19 de octubre) “porque la obra del desagüe Gorriti, que vendría a atenuar los anegamientos por lluvia en toda la zona aledaña al nuevo nosocomio público, no tiene sin la conexión hecha: no está funcionando como debiera. Cuando llueva mucho, se anegará todo el sector”, advirtió. “Es una obra inconclusa”.
“A ver: ¿preguntamos y citamos a funcionarios por el Espora, pero no preguntamos por el Gorriti ni por la Casabomba Cero, que también son obras inconclusas?”, preguntó, abriendo el debate. Lo que pidió el edil es que se garantice transparencia, sobre todo en base a la ordenanza de traspaso de mandos (donde se estipula que el gobierno saliente debe entregar toda la información de cómo queda el municipio al gobierno entrante). “Esto le da seguridad jurídica a todos los santafesinos. Se trata de que el 11 de diciembre la Municipalidad siga funcionando”, agregó.
La paja ajena, la viga propia
“No son las mismas situaciones: son instancias distintas entre las tres obras”, pidió la palabra Leandro González (FPCyS), y le negó una interrupción pedida por el concejal justicialista que había hablado antes: aparecieron caras de fastidio. El edil frentista se centró en el caso del Espora, y criticó al municipio.
“Nunca tuvimos oportunidad de discutir con el intendente (José Corral) sobre qué pasaba con ese desagüe; advertíamos sobre la situación compleja con los obreros, y dijimos que la empresa no estaba a la altura de las circunstancias de ese trabajo”, fustigó. “Y el daño causado hacia los vecinos —apuntó en todo este largo proceso, la afectación a los frentistas y comerciantes, nadie la va a subsanar. Ahora empezará un nuevo proceso licitatorio que dé certidumbres a los vecinos”
Carlos Pereira (UCR-Cambiemos) habló de las obras que ejecuta con demoras Provincia: Gorriti y la Casabomba Cero. “En el caso de Gorriti, aún hay un contrato vigente. Pero qué pasa: lo miramos con un cristal distinto. Como es una obra de provincia, ‘no me quejo’; pero ‘sí me quejo’ con Espora, que la hace municipio con fondos de Nación”, le espetó a González. “Acá hay una gran habilidad para mirar la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el ojo propio”, metaforizó, casi en todo de chicana.
El desagüe Gorriti se licitó unos meses después del Espora. Esa obra es “al menos la mitad del desagüe Espora, con un plazo de 18 meses; debió terminarse hace un año, tiene un 65% de ejecución. Faltan seis meses para que se termine, y no se termina”, volvió a cargar Pereira. Su no culminación “está generando prejuicios con anegamientos en torno al nuevo Iturraspe. En la última gran lluvia, hace unas semanas, el único gran ‘lagunón’ que se formó fue ahí, en esa zona”, volvió a fustigar.
Ocho años, la primera pala
Volvió al micrófono Martínez Kerz: “La Casabomba Cero fue iniciada en 2014 y aún no está terminada: faltan provisión de energía, abastecimiento electromecánico, bombas. En mayo de 2019 la estación va a estar operativa, había dicho un funcionario provincial. Estamos en octubre, seguimos en veremos... Pasaron más de 8 años de haber clavado la primera pala, y todavía no la terminaron”.
“Pero —acá repartió responsabilidades a Provincia y Municipalidad—, lo de Espora es un desastre; fui el primero en denunciar la situación de los empleados y de los vecinos. Pasó lo mismo con la Ruta 1, que hoy está destrozada; las colectoras no se habilitaron, la ciclovía es como ‘practicar un deporte extremo’. ¿Y que pasa con el gas para Colastiné? Nada. Hubo pomposos anuncios, eso sí”, recordó.
La cosa siguió más de media hora. Luego se hablaría de los descarrilamientos del Belgrano Cargas y del Plan Circunvalar; de la situación de la recolección de residuos, del Tribunal de Cuentas Municipal. La transición municipal siguió aguijoneando el debate legislativo, con relatos distintos dependiendo de cada bloque político.