Desalojaron a los ocupantes de los terrenos detrás del CIC de F. Zuviría
El operativo fue en cumplimiento de una orden judicial. Actuaron las fuerzas de seguridad federales y de provincia. Se inició antes del amanecer y continuó durante toda la jornada.
Flavio Raina A otra parte. Las familias que abandonaron los ranchos habían llegado en febrero al lugar.
Gran cantidad de gendarmes y policías provinciales en cumplimiento de una orden de la Justicia Federal encabezaron desde esta madrugada un operativo para desalojar a las familias que desde febrero pasado habían usurpado los terrenos fiscales ubicados detrás del CIC de Facundo Zuviría, en la intersección de esa avenida con calle Matheu, en barrio Facundo Quiroga, al norte de la ciudad.
Hasta ese sector llegaron con las primeras horas del día gran cantidad de camionetas y patrulleros ocupados por agentes de la Gendarmería Nacional y de la Policía de Santa Fe. Si bien entre los usurpadores había rumores del inminente desalojo, el operativo los tomó por sorpresa y casi en su totalidad depusieron su actitud y colaboraron para desarmar los ranchos y retirarse de la zona. Todo transcurrió ante la atenta mirada de los frentistas de las viviendas lindantes que -mate en mano- salieron a la calle a seguir de cerca lo que ocurría.
"Dentro de todo la convivencia fue tranquila, pero hubo muchas idas y vueltas para desalojarlos", dijo una señora que pidió preservar su identidad, mientras observaba el operativo parada en la puerta de su casa, al otro lado de la calle frente al campito. "Esta situación te afea el barrio, lo poco que tenés", agregó luego. "La preocupación pasa por no saber de dónde vienen, se enganchan de la luz y tienen derecho a todo. Y vos, que viviste toda tu vida juntando el mango para tener la casita y lo poco que tenés, se te desvaloriza todo. Aparte es un peligro".
Al otro lado de la calle, en el campito, una de las ocupantes, Luciana Fernández, desarmaba su rancho con la mirada como perdida. "Este lote lo había 'comprado' cuando se hizo la usurpación", confesó la mujer que es madre de cuatro hijos, dos de ellos discapacitados. El más grande, de 19 años, también llegó junto a su pareja, que está embarazada y tienen un hijo. "Yo vine de Santa Rosa de Calchines", contó Luciana, que tiene 37 años y es una gringa de ojos claros. "Vinimos porque no teníamos dónde estar. Hace tres años que ando rondando por distintas zonas de Santa Fe. Ahora estamos confundidos, no tenemos para dónde agarrar".
Mariano Cuvertino El secretario de Gobierno de la provincia de Santa Fe
Desalojos terrenos usurpados Facundo Zuviría
-¿A dónde van a dormir esta noche?
-No sé.
-¿No habló nadie con ustedes?
-No, nadie.
-¿Y a dónde van a llevar estas chapas?
- Nos confiscan todo. Así que perdemos todo. Ahora sí que no tenemos nada. Yo nunca me quise quedar con las tierras. Fue un intento de vida. Al no tener ni un recibo de sueldo ni una pensión se hace complicado. Y ahora se me va a hacer más complicado que cuando estaba en la calle. Porque me había acostumbrado a tener un techo.
Las chapas, postes y demás elementos con los que habían levantado los precarios ranchos fueron cargados en camiones para retirarlos del lugar. Todo transcurrió en un clima pacífico teñido por la angustia de quienes debieron abandonar los ranchos sin saber dónde dormirían en la próxima noche.
"El operativo consistió en liberar el terreno que hasta hoy pertenece a la Nación y que a partir de ahora va a quedar en custodia del gobierno de la provincia, por lo tanto a partir de ahora tendremos legitimidad para poder actuar", señaló el secretario de Hábitat, Urbanismo y Vivienda de la provincia, Amado Zorzón, quien ofició de vocero del operativo ante la prensa. "Hemos trabajado durante todos estos meses buscando alternativas de solución para estas familias", indicó.
Vocero
"Al principio se habían instalado unas 200 familias", precisó el funcionario, "pero a partir de un trabajo conjunto con Desarrollo Social, Infraestructura, Seguridad, Gendarmería Nacional y la Municipalidad, hemos llevado adelante una tarea que permitió que quedaran hoy unas 15 familias", precisó Zorzón.
"Hemos resuelto llevar adelante una tarea de contención de estas familias (con niños) y buscar en forma conjunta una alternativa de solución para cada una, a través del diálogo para llegar a acuerdos", dijo el funcionario provincial. "Hemos tenido mucho respeto por el ser humano, sin dejar de reconocer los derechos de todos".
-¿A dónde se va esta gente? -consultó El Litoral.
-Algunas familias tienen una alternativa dentro de un terreno familiar. Otros irán a terrenos que el Municipio tiene disponibles, mientras que Desarrollo Social les brindará contención durante un tiempo hasta que se resuelva de forma definitiva la situación de cada una.
-¿De dónde habían llegado a estos terrenos?
-No lo sé. Lo que sí, fue sorpresivo que aparezcan 200 familias en dos días. Eso fue algo irregular, por decirlo de alguna manera. Luego hubo delimitación de lotes y una inmobiliaria ilegítima.
-La ocupación comenzó en febrero, ¿por qué se demoró tanto el desalojo?
-Porque nosotros no teníamos la potestad, ya que hasta que no sea desalojado no podíamos disponer.
-¿Cómo garantizarán que no vuelva a ocuparse?
-Va a permanecer la Gendarmería y nosotros tendremos también una custodia. Pero además, desde ahora tendremos (la Provincia) la legitimidad. Por lo tanto, así como actuamos cuando se ocupa un terreno provincial lo haremos si hace falta, buscando siempre acuerdos y soluciones.
-¿Cuál es el destino final de estos terrenos?
-Esto es ideal para un desarrollo habitacional. Tenemos alternativas desde el área de Vivienda de la provincia y también desde el Pro.Cre.Ar. Hoy necesitamos despejarlo -finalizó Zorzón.
Con el desalojo parece tener un punto final un conflicto que tensó la relación entre los vecinos de la zona, que venían reclamando una solución ante la Municipalidad de Santa Fe y el gobierno provincial. También reclamaban el desalojo los miembros del Club del Trueque que funciona en la zona, sobre la avenida Facundo Zuviría. En los últimos meses hubo distintos tipos de protestas en las que llegaron a cortar el tránsito sobre esa importante vía de comunicación utilizada por transportistas en reiteradas oportunidades.
Mientras se esperaba el desalojo, representantes de Hábitat y Desarrollo Social del Municipio y la provincia censaron a los ocupantes para conocer su situación social y sanitaria, y sus necesidades, según se informó.
Pasaron los meses, continuaron los reclamos, hasta que finalmente esta madrugada se cumplió lo dispuesto por la Justicia Federal y se inició el desalojo. Sólo una mujer se resistía a retirarse del lugar. Ileana Ojeda, de 33 años, llegó en febrero al lugar junto a su padre y su pequeño hijo. Vino desde barrio Villa Elsa. "Tenía muchos problemas con el padre del nene y me tuve que ir del barrio", dijo atravesada por el desconcierto y la angustia, esta mujer que recalcó que tiene estudios terciarios en Comercio Exterior y es señalada por varios vecinos como una de las líderes de la toma.
"Yo trabajé en el comercio, vendí pollos, verduras, pero acá no me dejaron trabajar. Subsistimos gracias a la jubilación de mi padre", contó Ileana. "Me cayó muy mal que vengan a desalojarnos porque lucho para tener mi vivienda", agregó, con los ojos invadidos por las lágrimas. "Esto es un terreno fiscal y la barriada se hizo de la misma manera, hace 60 años, y no desalojaron a nadie, ¿por qué a nosotros sí?", se preguntó sobre el final, mientras intentaba una resistencia.
-¿Qué van a hacer?
-Yo aguanté todo. Me quedo acá, así me tengan que llevar presa o muerta -respondió la mujer, y no pudo hablar más, embargada por la angustia.