El Litoral
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Desde el municipio se explicó que es una zona inundable y que no se puede permitir que se radiquen familias allí. Críticas de la ONG Manzanas Solidarias.
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Un operativo del municipio —en conjunto con fuerzas policiales y de Gendarmería— desalojó ayer a la noche a familias que intentaban radicarse en una franja de terrenos inundables —de dominio privado— ubicados a la altura de calle Riobamba al 8500 en Playa Norte.
Desde la Municipalidad, explicaron que son lotes muy bajos y vulnerables cuando llueve con intensidad o hay crecidas. También que de este sector son las familias que hubo que reubicar en el barrio Esmeralda Este y que la idea es evitar que se produzcan nuevos asentamientos en una zona de riesgo hídrico.
En diálogo con El Litoral, Liliana Berraz, una de las referentes de la organización Manzanas Solidarias —que desde hace años trabaja con las familias más pobres del barrio— reconoció que la vivienda se estaba construyendo en una zona inundable pero criticó el operativo. “La intimación para que desalojen se había entregado a las 3 de la tarde y en general se da un plazo de 30 días. En este caso, en cambio, se hizo un operativo de noche, de la Policía y Gendarmería. La verdad es que es una familia que no tenía adónde ir”, explicó.
Además, recordó que le presentaron al municipio distintos proyectos —como hacer huertas o espacios de juego para chicos, que no se concretaron— para darle un uso a estos terrenos —“que son privados pero están abandonados”— y evitar estos conflictos.
Otra cuestión que preocupa es el servicio de agua potable. A pedido de Manzanas Solidarias, Aguas Santafesinas (Assa) instaló un tanque comunitario y lo conectó a la red para que lo utilicen las familias que no tienen conexión de agua. Los vecinos que están en las viviendas residenciales, que dan a la laguna, se preocuparon ante la posibilidad de que esto agrave la baja presión de agua que hay en la zona (aseguran que durante el día casi no hay agua y que tienen que conectar los lavarropas de noche, entre muchas otras dificultades).
Desde Assa, descartaron que el tanque comunitario sea la causa del problema —“No mueve la aguja”, aseguraron—. En cambio, reconocieron que en los extremos de la red suele haber dificultades de presión. Además “sospechan” que hay viviendas e instituciones de la zona que pueden haber conectado bombas directas a la red de agua, una práctica que no está permitida y que sí agrava las dificultades con de presión.