La pérdida de una persona puede ser muy triste. Lo que no hay dudas es que recordarla siempre la mantendrá presente en el corazón. En primera persona, el recuerdo de un ser querido que ya no está:
En primera persona, el recuerdo de un ser querido que ya no está.
La pérdida de una persona puede ser muy triste. Lo que no hay dudas es que recordarla siempre la mantendrá presente en el corazón. En primera persona, el recuerdo de un ser querido que ya no está:
"Tengo 40 años y no me gusta ir al cementerio. Me hace mal, duele. Pero si lo pienso bien en realidad no es que no me guste ir… quizás sea la negación a tener que aceptar que ya no estás. Que te fuiste hace más de tres años, el 3 de abril de 2020.
Y pienso eso porque de chica, cuando íbamos religiosamente una vez al mes, en familia, a “visitar a los nonos” eso no me pasaba. Más bien me encantaba y fascinaba el paseo.
Siempre digo que el del 6to piso del panteón que ahora tiene rejas y hay que tocar timbre para que abran no sos vos. Sin embargo, cuando voy para acompañar a "la mami", siento una paz que me tranquiliza.
Siempre digo, también, que estás más presente que nunca y que vivís en mi jardín. Los que me conocen saben que siempre fui un cero a la izquierda con las plantas. Sin embargo, el que entra a mi casa y ve mi patio las halaga. Yo no digo nada. No explico mi teoría. Me agrando y les hago creer que soy una flor de jardinera. Pero no. Nada que ver. Yo se que sos vos el que las riega y las cuida como hiciste siempre con las tuyas.
El jazmín, mi jazmín, o tu jazmín porque me lo regalaste vos, nuestro jazmín, está a punto de largar su primera flor de temporada. A través de él te recuerdo siempre, a diario. ¡Feliz día viejo donde quieras que estés!"
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