Los trabajos manuales que requieren levantar, sujetar, mover y/o posicionar en forma incómoda la muñeca, son los que tienen tasas más altas de este síndrome. A las tijeras de los textiles y peluqueros, los martillos de los obreros, los volantes de choferes, las brochas de pintores, los cuchillos de carniceros y a muchas otras herramientas de trabajo… se suma el incremento del uso repetido de dos objetos, que también pueden inflamar y comprimir nervios en la muñeca: el mouse y el teclado.
El teletrabajo existía desde hace tiempo, no obstante, en la mayoría de los casos, llegó con la pandemia y el aislamiento. El uso del mouse y teclado fuerzan los ligamentos, que atraviesan la muñeca por un pasaje, para darle movimiento a la mano.
Este pasaje formado por los huesos de la muñeca, denominados carpianos y un ligamento por arriba (de ahí “Túnel carpiano”), cuenta con un espacio limitado. Si el estímulo físico es continuo y repetitivo, se puede producir la inflamación progresiva de los ligamentos. Con el aumento de su grosor, comprimen a un nervio llamado “mediano”, que también pasa por el mismo túnel.
La compresión del nervio mediano, causa en un inicio dolor, entumecimiento y/o cosquilleo. Cuando empeora progresivamente, puede afectar la movilidad y fuerza de los dedos. A muchos los despierta durante la noche, ya que no estando concientes, la muñeca puede quedar en un postura que agrava la situación.
La mayoría de los casos, están causados por una combinación de factores. Los estudios demuestran que las mujeres y las personas adultas tienen más posibilidades de padecer esta afección.
Puede existir predisposición genética, donde el túnel carpiano es más pequeño. Además influir otros factores como embarazo, diabetes, artritis reumatoide, alteración glándula tiroides y obesidad.
Si se diagnostica y se trata de manera temprana, a menudo, los síntomas pueden aliviarse sin cirugía. Algunas de las posibilidades de tratamiento no quirúrgico, son las siguientes: colocación de ortesis o férula transitoria, fármacos antiinflamatorios, kinesiología, inyecciones de esteroides.
Dentro de las medidas de prevención y para intentar evitar el avance, podemos nombrar:
Realizar la consulta médica frente la presencia de síntomas, aunque parezcan leves.
Identificar los movimientos o posturas, que pueden estar produciendo o agravando el síndrome.
Si no son esenciales o necesarios, dejar de realizar esos movimientos.
-Si son esenciales, buscar las alternativas ergonómicas para los objetos y su uso. Ejemplo: postura y alturas frente a la computadora, mouse y teclados ergonómicos, uso del almohadillas acolchadas, etc
Tiempos de descanso y reposo entre las actividades.
Informarse sobre los ejercicios físicos de prevención, como ser distintas maniobras de estiramiento de dedos, mano y muñeca.
El síndrome del túnel carpiano empeora con el transcurso del tiempo, por lo tanto, son importantes el diagnóstico y el tratamiento tempranos.