El Litoral | area@ellitoral.com
“Me van a tirar la farmacia abajo”, había reclamado el dueño del local a la empresa Cocyar a cargo de la obra, antes de que cayera la pared lindera al edificio al Iapos.
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El sábado 3 de noviembre cedió una pared, parte del techo y mampostería de un local comercial de la Recoleta santafesina donde funciona una farmacia. Esto produjo lógicos destrozos y una gran pérdida de mercadería, cuyo valor todavía es calculado por los responsables de la farmacia, pero estiman que podría superar el millón de pesos.
El inmueble perjudicado se encuentra en la intersección de Avenida Rivadavia con calle Balcarce y está al lado del edificio de Iapos que desde hace unos meses se encuentra en obras.
Miguel, encargado de la farmacia, contó que junto al dueño del local fueron al menos tres veces a advertir a los responsables de la obra, al momento que empezaron a actuar las retroexcavadora para hacer el pozo, que tuvieran mucho cuidado porque era una construcción vieja y las paredes podían ceder. “Me van a tirar la farmacia abajo”, fue lo que dijo una de las veces el dueño del local.
Una góndola de cuatro metros con leches en polvo, pañales, productos de bebé, tinturas y estanterías fueron parte de las pérdidas de la farmacia, además de una pared y parte del techo del inmueble. La empresa constructora, Cocyar S.A., tiene un seguro contra terceros, por ende se hizo cargo de todo desde el primer momento. También se realizaron varias inspecciones provinciales y municipales.
El hecho produjo una gran impotencia porque, según relató Miguel, se realizaron algunas acciones previendo que algo así podía suceder. “El viernes empezaron a apuntalar todo el sector que se cayó. Y nadie vino a advertirnos siquiera. Esa pared podría haber caído en otro momento, con gente en el local, con nosotros trabajando, con personas pasando por la vereda. El viernes a la noche, cuando estábamos cerrando, ya se sentía ese ruido del polvo que cae. Consideramos el no aviso como una negligencia por parte de la empresa. Nosotros al menos hubiéramos corrido las góndolas, tomar algún recaudo”.
Sin dudas que además de las pérdidas materiales, todavía a calcular de manera definitiva, también está la merma en el movimiento de la farmacia: el sábado siguiente directamente no se abrió. Y el lunes (los domingos no se atiende), prácticamente no entró nadie, porque la gente pensaba que estaba cerrada.
Ahora hay que ver cómo se arregla esto. Porque tienen que hacer una estructura nueva y después seguir levantando la pared. Todavía no hay tiempo confirmado de cuándo van a estar los arreglos o al menos en qué momento va a poder actuar la gente de la farmacia en la zona afectada para sacar esa mercadería que quedó en el sector, ahora inaccesible.
Desde Provincia
Al ser el edificio del Iapos el que está en obras, Jorgelina Paniagua, Secretaria de Obras Públicas de Santa Fe, brindó algunos detalles acerca de la actuación de Provincia en este inconveniente. “Desde el mismo sábado en adelante trabajamos en esa obra. El primer día, como es de público conocimiento, la empresa (Cocyar S.A.) trabajó desde las ocho de la mañana hasta casi las ocho de la noche, en sellar las cañerías que quedaron perdiendo y apuntalar lo que quedó en pie de esas paredes muy antiguas, algunas de barro”.
“Para poder hacer una obra de estas características hay que submurar esas paredes, o sea hacer un cimiento debajo de las mismas. Y en esa operación técnica es cuando se produjo el derrumbe. Afortunadamente, no había personas. La empresa lo tomó con total celeridad. También desde la Dirección Provincial de Farmacias, que depende del Ministerio de Salud, se comunicaron con el dueño de la farmacia y el del inmueble, y nos comprometimos a trabajar juntos para subsanar el inconveniente”, aclaró Paniagua .
Ya se solicitó, y se trabaja en ello, a la inspección un informe técnico del desarrollo de las tareas y las posibles causas del derrumbe. Todas cuestiones que estamos analizando”, finalizó la funcionaria.