Protección Civil pide que no se acerquen al embalsado de la Setúbal
El pedido es mientras elaboran un plan para retirarlo de forma controlada. Se trata de la vegetación acuática que bloqueó la desembocadura de la laguna, a la altura de los pilares ferroviarios. “Que nadie intente caminar por encima de los canutillos ni pretenda retirarlos”, reclamó el secretario de Protección Civil, Roberto Rioja.
Protección Civil pide que no se acerquen al embalsado de la Setúbal
“Lo más importante ahora es que nadie se acerque al embalsado a querer cruzarlo caminando ni intentar retirarlo”, dijo el secretario de Protección Civil de la Provincia, Roberto Rioja, luego de la reunión de una mesa conformada por representantes del Estado y otros organismos para estudiar este fenómeno natural y determinar cómo se lo va a retirar del lugar. Es que el embalsado de canutillos y otras especies de vegetación acuática bloquea desde hace días la desembocadura de la laguna Setúbal, espejo de agua que es símbolo natural de la ciudad, a la altura de los antiguos pilares ferroviarios, frente al Faro de la Costanera.
La semana pasada un grupo de nautas a bordo de lanchas y yates intentaron abrir paso entre los canutillos. Trabajaron sobre el embalsado con motoguadañas, machetes y grampines. Pero la tarea no arrojó los resultados deseados. El embalsado sigue taponando la desembocadura de la Setúbal.
En primer momento y ante el reclamo de la comunidad náutica santafesina para que se abra un paso hacia la laguna se dijo que era un fenómeno natural y había que esperar a que la misma naturaleza (el viento y la corriente) lo retiren. Pero los días pasaron y el embalsado fue cada vez más grande, lo que se transformó en un verdadero problema. No solo por la imposibilidad de acceder por agua a la Setúbal sino también porque hubo quienes intervinieron para intentar retirarlo, con el consecuente riesgo para su salud.
Fernando Nicola.
“No hay que intentar retirarlo”, insistió Rioja, “porque puede ser un riesgo y, además, porque en caso de hacerlo de manera no controlada puede causar algún inconveniente aguas abajo”, advirtió el funcionario a cargo de Protección Civil.
Justamente este organismo provincial es el encargado de evaluar los riesgos en la zona y adoptar medidas para eliminar, mitigar o minimizar esos riesgos. Para ello se trabaja en la planificación, con el objetivo de coordinar acciones en un plan, y luego intervenir la zona.
La mesa conformada este viernes cuenta con representantes de Protección Civil, de los ministerios de Ambiente y de Seguridad de la provincia, del Instituto Nacional del Agua, de la Prefectura Naval Argentina de Santa Fe, del Ejercito Nacional (Batallón de Ingenieros Anfibio 121), de la Municipalidad de Santa Fe, de las universidades y de las instituciones deportivas.
Un grupo de nautas intentó retirarlo. Fernando Nicola.
“La idea es ahora estudiar primero el embalsado para retirarlo de forma controlada, para evitar cualquier tipo de riesgos”, dijo Rioja. “Para ello van a actuar los especialistas”.
-¿Qué plazos se manejan?
-Plazos no hay. Una vez que tengamos los estudios haremos otra reunión y veremos con qué herramientas cuenta el Ejercito para actuar. Entonces definiremos los pasos a dar para que todo se haga de manera controlada -explicó el secretario de Protección Civil-, porque cuando se retire también habrá que monitorear para que no cause ningún inconveniente aguas abajo.
"Es una gran cantidad de vegetación entrelazada", explicó días atrás Aylén Carrasco, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (FICH UNL). "Un muy denso colchón de plantas enredadas sobre la superficie del agua, de unos 25 o 30 centímetros por debajo de la superficie y unos 15 centímetro, arriba -contó-. Esos tallos y raíces entrelazados forman un tejido sobre el cual crecen las plantas que ya alcanzan a tener dos metros y medio de altura", describió.
Para dimensionar lo que es la maraña verde, Carrasco apuntó que los diferentes tipos de canutillos que la componen "tienen hasta 14 metros de largo", según pudieron verificar. Estos canutillos son los que conforman este tejido y lo solidifican. Así el embalsado es tan firme que no se disgrega al impactar contra los pilotes ferroviarios, en su viaje aguas abajo.