Luego de estudios, reuniones y postergaciones, finalmente este miércoles comenzó el operativo para retirar el embalsado que bloquea la navegación hacia la laguna Setúbal en su desembocadura.
Un escuadrón de militares pontoneros a bordo de embarcaciones especiales trabaja desde temprano sobre la vegetación acuática que se acumuló a la altura de los pilotes del FFCC. Cómo son las tareas. Y cuándo se podrá acceder a la laguna.
Luego de estudios, reuniones y postergaciones, finalmente este miércoles comenzó el operativo para retirar el embalsado que bloquea la navegación hacia la laguna Setúbal en su desembocadura.
La masa uniforme de vegetación acuática ubicada sobre el emblemático espejo de agua de la ciudad de Santa Fe impide la navegación hacia el Delta Superior de la Setúbal. La idea es retirarlo de a poco y por partes para evitar otros inconvenientes aguas abajo.
El operativo está a cargo del Ejercito Argentino y demandará “unos 15 días”, según las estimaciones de los especialistas. Iba a comenzar el martes pero se postergó para este miércoles debido a un alerta meteorológico que hubo en la región.
El embalsado está compuesto en su mayoría de dos variedades de canutillos, catay y camalotes. Se formó por la acumulación de vegetación acuática que se desprendió de distintas zonas del Delta Superior de la Setúbal y navegó hasta quedar atascada entre los antiguos pilotes del FFCC -a la altura del Faro- en la desembocadura de la laguna.
Con el correr de los días la vegetación seguía viajando sobre el agua y el embalsado fue creciendo. Así llegó a ocupar todo el ancho de ese sector de la laguna, de orilla a orilla, e impidió la navegación aguas arriba. Fue entonces cuando se transformó en un problema. Y comenzaron las evaluaciones para retirarlo.
Un equipo de especialistas de las universidades y el Instituto Nacional del Agua, junto a representantes del Estado en sus diferentes niveles, de los clubes náuticos locales, la Prefectura y Guardavidas, conformaron una Mesa para tomar la decisión de retirar el embalsado. Fue allí cuando se decidió que dichas tareas estén a cargo de especialistas. Y se convocó al batallón de Anfibios de Santo Tomé.
Mientras tanto, los hidrólogos y biólogos de la UNL, Conicet y el INA monitorearon la situación para aportar información precisa a quienes desde este miércoles tienen la tarea de retirar el embalsado.
Para ello, los Pontoneros zarparon desde el cuartel ubicado en Santo Tomé, navegaron durante las primeras horas del día hacia donde está ubicado el embalsado y comenzaron con las tareas para retirarlo.
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