"Desde Itaipú liberaron en el orden de los 5.000 metros cúbicos por segundo (m³/s), mucho menos de lo que se conseguía el año pasado que eran 7.000 m³/s. Por eso la situación es sumamente crítica y eso va a complicar fuertemente el escenario", aseveró el ingeniero en Recursos Hídricos Gustavo Villa Uría, subsecretario de Obras Hidráulicas en el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, en una entrevista con El Litoral.
Este escenario de bajante extrema aún no se siente por completo en los puertos santafesinos, ya que las lluvias locales de las últimas semanas trajeron alivio y mantienen el río en una altura razonable, aunque muy por debajo de lo normal. "A partir de las lluvias locales, el río Paraná en nuestro ámbito no está tan mal. El Salado, el río Colastiné y río Monje están entregando buenos caudales a partir de los más de 200 milímetros que llovieron en la zona central de la provincia. Y eso de algún modo mantiene al Paraná", comentó el ingeniero en Recursos Hídricos.
A pesar de este gran aporte de precipitaciones, el "escurrimiento" hacia los diferentes afluentes se hace de forma acelerada. Tal es así que el Puerto Santa Fe este lunes marcó en su hidrómetro 1,90 metros y sigue la tendencia a bajar.
Expectativas poco alentadoras
-¿Puede compararse la situación crítica al 2020?
-En algún momento la bajante va a ser peor que el año pasado. Hay incertidumbre, pero hoy por hoy hay un 10% menos de almacenamiento en Brasil en comparación a esta altura del año con el 2020. Por eso están dejando pasar el agua que viene, y lo que viene es prácticamente nada.
-¿A qué se debe esta falta de almacenamiento?
-Está lloviendo poco y nada en Brasil. El río Grande, que es el principal afluente del Paraná, está en el año más bajo de toda su serie histórica en 91 años. Es decir que desde la naciente del Paraná el río está tremendamente bajo.
-¿Cómo siguen las conversaciones con Brasil y Paraguay?
-Tenemos reuniones asiduas, hace una semana nos reunimos. Pero estamos en contacto telefónico permanente porque la situación es muy grave tanto en Brasil como en Paraguay.
-¿Y cómo están en cuanto a su provisión interna?
-El Tieté, que es el río que alimenta toda la zona de San Pablo, está en niveles muy bajos con problemas de abastecimiento de agua potable y han armado un plan de resiliencia para bajos niveles de agua y lo están utilizando. El Pantanal está tremendamente seco, y de este río depende el Paraguay, que si bien ahora no tiene valores demasiado bajos por las lluvias locales, también se producirá un descenso importante.
-Se ve que el Puerto Iguazú tiene solo 6 metros (cuando el límite de aguas baja en este puerto es de 10 mts.)
-Sí, incluso el fin de semana tuvieron problemas de abastecimiento de agua para Puerto Iguazú, estuvimos hablando con Brasil para ver qué mano podían dar.
El acuerdo que arreglamos el año pasado de 7.000 m³/s no se puede cumplir porque no hay agua, lo que nos están derivando cada día son entre 5.000 y 6.000 m³/s.
-¿Qué puede ocasionar esta reducción de caudal liberado?
-Va a producir que desciendan fuertemente los niveles. Hay algunas lluvias previstas para las próximas semanas con la entrada de aire frío, pero en principio no serían muy importantes. Hay que ver si en el sur de Brasil esas lluvias tienen relevancia y nos ayudan un poco.
Provisión de agua y tráfico fluvial
-¿Garantizar el agua potable y el transporte fluvial son las premisas?
-La provisión de agua potable en primer lugar y luego el transporte fluvial. De todas formas el sistema del Paraná en los puertos del sur de la provincia de Santa Fe están funcionando muy bien gracias a las lluvias locales y a que el río no bajó tanto, lo que permite tener buen calado para el ingreso de los barcos y salir con carga completa.
Más adelante estamos previendo que van a tener que salir con menos carga, y esa menor carga va a repercutir sobre el precio del cereal al productor al aumentar el costo del transporte.
-¿Para cuando se prevé una bajante crítica?
-Por los escenarios que vemos nuestro problema mayor va estar para finales del invierno, porque es cuando finaliza el año hidrológico y en Brasil ya no llueve.
-El año pasado dijo "vamos a administrar miseria" ¿Y este año?
-Ni miseria tenemos para administrar porque no hay agua en los embalses brasileros, están en su nivel mínimo.
"Brasil nos está comprando energía"
Las complicaciones por el bajo nivel de agua en Brasil no sólo que afecta a la provisión de agua potable de su población, sino que influye de forma negativa en la producción hidroeléctrica. "Brasil está comprando energía a la Argentina para su abastecimiento energético porque no tiene agua. No les alcanza para su consumo interno", señaló Villa Uría.
Al ser consultado sobre esta compra de energía extraordinaria, el subsecretario de Obras Hidráulicas en el Ministerio de Obras Públicas de la Nación indicó: "Hay un protocolo extraordinario que administra Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) con la ONS de Brasil (Operador Nacional del Sistema Eléctrico), en el que se prestan y venden energía en determinada situación".
Caudales de Itaipú por debajo de los niveles históricos
Desde la represa Itaipú Binacional emitieron este lunes un comunicado en el que expresan: "En los primeros meses del año 2021, los caudales afluentes al embalse de ITAIPU permanecieron por debajo de los respectivos históricos mensuales y no se espera que en abril haya una reversión de tal tendencia, manteniéndose estables los valores de producción actuales para el presente mes".
Además informaron que "como la capacidad de almacenamiento del embalse de ITAIPU es baja (ITAIPU es considerada una central de paso), la producción también acompañó tal tendencia, siendo observada reducción en torno a 22% de la producción de marzo en relación a febrero".
En vistas a lo que pueda ocurrir en los próximos días, prevén que "los pronósticos meteorológicos para el mes de abril del 2021 indican baja probabilidad de eventos de precipitaciones significativas en el área de interés a ITAIPU, previéndose lluvias por debajo de lo normal para el mes, lo que se traduce en una tendencia de estabilidad en los valores de caudales afluentes, en torno al 61% del promedio histórico para el mes de abril. Esto se transforma en una tendencia de estabilidad de los niveles de producción actual".