Punto por punto, qué se ganaría con dictar la emergencia del transporte en Santa Fe
El mensaje del Ejecutivo se enviará en breve al Concejo. Celeridad en actos administrativos para sostener el servicio, la clave.
“Lo único que queremos es que el servicio de colectivos no se corte”, aseguró Sebastián Mastropaolo. Se aguardan novedades sobre la paritaria con la UTA. Crédito: Pablo Aguirre
El Ejecutivo municipal dirigido por Juan Pablo Poletti está definiendo la letra fina del mensaje que remitirá al Concejo, donde le pedirá al órgano colegiado que se declare en la ciudad capital la emergencia del transporte público de pasajeros por colectivos.
Como se sabe, este subsistema está caminando por la cornisa, con una matriz de costos que no cierra debido al contexto macroeconómico, a lo que se suma el incremento de los combustibles. Además, se están discutiendo paritarias con el gremio de los choferes.
Pero, ¿qué implicaría en términos técnicos que la capital declare el estado de emergencia al subsistema del transporte público?
“La emergencia generaría una dinámica de mayor celeridad con respecto a cualquier acción concreta que el municipio deba tomar para salir en socorro de contingencias que tenemos y tendremos respecto del transporte”, pone el contexto en diálogo con El Litoral el secretario de Gobierno, Control y Seguridad Ciudadana, Sebastián Mastropaolo.
“La declaración permitiría intervenir al municipio en muchas decisiones con respecto al transporte (incluso sanciones a las empresas por incumplimientos), y accionar desde otro lugar ante Nación y Provincia. Porque no es lo mismo decirles a estos estamentos que estamos en una situación de normalidad, a plantearles que estamos en emergencia”, añadió el funcionario.
Contingencias ajenas
La clave de la crisis del transporte público encuentra su núcleo en la matriz de costos, entendió Mastropaolo: “El servicio funciona; el problema es estrictamente económico. Está la paritaria entre los empresarios y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y eso puede derivar en un conflicto grave (huelga, por caso). La emergencia, en este caso, nos permitiría convocar a una reunión de urgencia y hacer intervenir al Ministerio de Trabajo para que se dicte una conciliación obligatoria”, ejemplificó.
Con todo, la declaración de la emergencia habilitaría al Gobierno local a buscar y proponer respuestas urgentes. Hoy la situación es muy complicada porque en esta crisis del transporte hay muchas variables que no dependen de la Municipalidad. “Los subsidios nacionales no dependen de nosotros; paritarias con la UTA, tampoco, y mucho menos el aumento del gasoil”, fue enumerando el secretario.
Otro ejemplo: “Si mañana nos encontramos con que el Ejecutivo debe inyectarle fondos propios al servicio para éste que funcione, ¿cómo se hace si no tenemos declarada la emergencia? Hay cuestiones administrativas que se agilizarían”, manifestó Mastropaolo.
Gasoil
-Las contrataciones directas para la adquisición de insumos que necesiten las unidades, también entraría entre los “beneficios” de la emergencia, por ejemplo?, consultó El Litoral.
-Sí, puede ser. O por ejemplo, si los empresarios un día no cuentan con los recursos económicos para poder comprar gasoil, entregarles nosotros el combustible. Son todas medidas alternativas, esto tiene que quedar bien claro.
Mastropaolo descartó de plano la posibilidad de “municipalizar” el sistema de transporte público urbano por colectivos. “De ninguna manera se baraja esa posibilidad. Sólo queremos acompañar (con la declaración de emergencia) a los empresarios, que están en una situación complicada, pero, sobre todo, que se garantice la prestación del servicio todos los días”.
“Es un hecho que no hay ninguna posibilidad de que el servicio se sustente sin subsidios nacionales. El 50% del sistema de transporte se financia con aportes nacionales; la otra parte son fondos provinciales y municipales. Sin la participación de Nación, es inviable”, enfatizó.
Interior y AMBA
Para todo el interior del país, la Nación debe destinar 11.500 millones de pesos por mes. A la provincia de Santa Fe le corresponde el 13%. “Pero al AMBA se le destinan más de 150 mil millones de pesos. Es abismal la diferencia en los repartos”, subrayó.
A la ciudad de Santa Fe le deberían llegar del gobierno nacional unos 500 millones de pesos mensuales. “También, otros 500 ó 600 millones de pesos que destina la Provincia. Y luego está todo aporte no reintegrable que el Gobierno municipal puede aportar por mes, número que va fluctuando.
El intendente Poletti confirmó que el boleto urbano pasará a costar 380 pesos: un 72$ más que el valor actual (220 pesos). Crédito: Manuel Fabatía
En lo que va del año, la administración de Poletti destinó 100 millones de pesos de las arcas municipales, sólo para sostener a duras penas el sistema de transporte por colectivos.
-¿El municipio tiene cintura en términos financieros para seguir haciendo estos aportes?, preguntó este diario.
-No, por supuesto que no. Por eso no podemos “tirar” un centavo más. Esos 100 millones de pesos nos cuestan la vida... Estamos haciendo un esfuerzo extraordinario para que el sistema no se corte, para que los santafesinos cuenten con un servicio esencial.
Novedades
El mensaje con el pedido de la declaración de la emergencia se mandaría al Concejo con suerte este jueves, aunque más probablemente el viernes (aunque Poletti viaja a Buenos Aires para mantener una reunión, junto a otros intendentes, con el secretario de Transporte nacional, Franco Mogetta). Si no se llega con los tiempos, será el próximo lunes. La última novedad: ese mensaje se enviará junto con el de Presupuesto Municipal 2024 y la Tributaria Anual.
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