Viernes 13.9.2019
/Última actualización 19:28
En medio del espiral inflacionario, el precio del boleto de colectivos se mantiene desde el 2 de enero pasado, cuando el Municipio autorizó un incremento del 50 % y pasó a costar $ 21,50. Luego, a mediados de abril, el intendente José Corral decidió congelar esa tarifa por seis meses, para acompañar los intentos del presidente Mauricio Macri por controlar la suba de precios. Ese plazo vence en octubre, y los empresarios del transporte ya están clamando por un nuevo incremento de la tarifa.
A principios de septiembre ingresaron una nota al Municipio explicando que, por sus costos, el boleto frecuente debiera costar $ 41 ($ 37,51 + IVA al 10,5%), y pidieron una actualización “urgente”. Esto implicaría una suba de casi el doble de lo que cuesta hoy. Dos meses antes, el 21 de junio, ya habían solicitado un incremento: en ese caso el valor del boleto que pedían rondaba los $ 35. Pero no se aplicó.
Lo cierto es que la tarifa de Santa Fe está muy atrasada, en comparación con otras localidades cercanas. En Rosario costará $ 32,50 desde el 29 de septiembre; en Córdoba aumentó el 1º de este mes a $ 31,90; y en Paraná está $ 29 desde el 1º de agosto. Con lo cual, es muy probable que el colectivo aumente en las próximas semanas en la ciudad. ¿Se esperará a que se cumpla el plazo de seis meses en que el intendente se comprometió a mantenerla? ¿O la urgencia empresaria por el desfasaje de los costos presionará de tal modo que se aplicará antes? De todos modos, aún falta que se presente el dictamen del Órgano de Control del Transporte.
La devaluación del peso argentino, que post elecciones Paso se ubicó en $ 60, implicó una variación del 30% “que se ha trasladado a precios”. Concretamente constataron un “abrupto incremento” en rubros como chasis y carrocería, repuestos, lubricantes, neumáticos, insumos eléctricos y biodiésel. Además, aclaran que aunque el precio del gasoil no ha sufrido variaciones, las petroleras y distribuidoras no les están entregando el producto a granel. Y con el detalle de las variaciones de precios de esos ítems, justifican el pedido de aumento de tarifa.
Archivo El Litoral / Guillermo Di SalvatoreFoto: Archivo El Litoral / Guillermo Di Salvatore
Por otro lado explican que las subas de las tasas de interés han generado un “peligroso incremento de los costos financieros y una reducción y/o eliminación de los plazos de pago de toda la cadena de valor del negocio, que complican aún más la operatoria”.
En otro párrafo de la nota, los empresarios explican que entienden “la difícil decisión de trasladar estos costos al usuario ante la ausencia de subsidios paliativos al sector, pero como funcionarios públicos debe primar la responsabilidad de garantizar la sustentabilidad del sistema de transporte local”.
Respecto a las tarifas con atributos sociales (subsidiadas para empleadas domésticas, jubilados, beneficiarios de AUH, etc.), los empresarios explican que el Estado nacional devuelve el 90% del descuento, pero recién a los 120 días. Y el Estado municipal paga la diferencia del boleto secundario, que impulsado por el Concejo tiene vigencia desde este año, una vez que cierra el mes.
“Hoy viajan más pasajeros con boletos bonificados que con tarifa plana. Eso genera una combinación de caída de pasajeros y caída de recaudación, con lo cual la situación está totalmente desfasada. No existe hoy un boleto por debajo de los $ 30 y una subsidiariedad que esté entre $ 12 y $ 13 por pasajero”, advierten.
A este panorama, se suma la caída de pasajeros transportados que vienen registrando las distintas líneas desde hace más de un año. El Litoral lo reflejó en un informe que publicó en febrero, con datos del Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube). En ese momento, los números mostraban la caída de la demanda: entre mayo y diciembre de 2018, hubo 2.367.348 menos pasajeros transportados en todas las líneas que operan en la ciudad, respecto al mismo período del año anterior, según los registros del sistema Sube. Y esa caída no se ha detenido.
Archivo El Litoral / Guillermo Di SalvatoreFoto: Archivo El Litoral / Guillermo Di Salvatore
Con este panorama, el transporte público en la ciudad profundiza signos de debilitamiento, inmerso en un círculo vicioso, como el que ya ha experimentado otras veces, que lo encamina hacia una crisis profunda: aumentan los costos de explotación, aumentan las tarifas, cae la demanda, cae la recaudación y vuelven a aumentar los costos.
Desde la hora cero de este sábado el taxi incrementa su tarifa en un 22%. Será el único aumento que va a sufrir este servicio en el año. Hoy, la bajada de bandera está $ 39 (la diurna), y se iría a $ 47.