Carla Zita Zorzón | [email protected]
Tres especialistas analizaron, junto a El Litoral, las ventajas y los dilemas del uso de las aplicaciones que facilitan encuentros con otras personas. Los datos que hay sobre la ciudad y cómo se manejan los santafesinos que las utilizan.
Carla Zita Zorzón | [email protected]
Todo ocurrió en pocos minutos. Ana, una estudiante de 25 años que se sentía “muerta por dentro” tras haber terminado una relación de 4 años y medio, se descargó una “app” de citas en el celu. Lo hizo por curiosidad, pero pronto se dejó envolver en la dinámica de las nuevas plataformas. A Franco, su primer crush (un “me gusta” mutuo en la app), lo invitó a tomar una cerveza de una.
“Cuando me apareció en la app, le di like sin pensarlo dos veces. Lo crucé un montón de veces en la facultad, me pareció lindo y yo a él también, porque el crush no tardó en llegar. Ir a tomar una cerveza no es un plan que haya que justificar mucho porque es el must have (debe ser) de los planes”, contó.
Los dos nombres son ficticios, pero la historia es real y se replica cientos de veces cada día en Santa Fe. La era tecnológica pisa fuerte y muchos santafesinos/as hace rato que pasaron de “coquetear” por Facebook e Instagram a directamente encarar en “apps” como Tinder, Happn, Match y Gindr.
¿Cuánta gente usa estas aplicaciones en la ciudad? El dato todavía es esquivo pero hay algunas pistas. El Litoral dialogó con dos voceras: Valeria Schapira de Match y Carmen Castillo de Happn, quienes revelaron que un 5 % utiliza Match y un 9% Happn. Estos datos surgen de estadísticas brindadas por las agencias latinoamericanas MarketCross y YouGove.
María Victoria Güemes, psicóloga y especializada en sexología, contó que en las “apps” de citas algunas personas sólo buscan conocer gente para pasar el rato y otras apuestan al amor. “El uso de la tecnología favorece que se den las condiciones para conocer a alguien. Estas ‘apps’ vienen a ocupar un lugar importante: hace unos años eran los adolescentes quienes las utilizaban; hoy son cada vez más las personas entre 45 y 60, porque entendieron que es la manera moderna de interactuar y relacionarse”, explicó.
A pesar del “boom”, en Santa Fe hay gente que tiene vergüenza de reconocer que las utilizan. Juan es divorciado, tiene una hija y desde hace unos meses utiliza Happn. Encontró a una compañera de trabajo en esa app e inmediatamente hizo captura de pantalla y se la envió un viernes a la mañana a primera hora. “Te vi en Happn. Por favor no le cuentes a nadie que yo estoy en este sitio”, decía el mensaje.
En 2016, un relevamiento que se realizó en Estados Unidos arrojó que el 23% de la población creía que la gente que usa las páginas web de citas en línea está desesperada. En Twitter basta con realizar una búsqueda rápida con la etiqueta #Tinder (aplicación móvil para citas) y se encuentran comentarios del tipo: “Tinder me parece como ‘estoy desesperado por tener sexo’” o “la superioridad moral de quienes conseguimos pareja sin Tinder”. Ante estos prejuicios, es entendible que algunos prefieran no decir que las utilizan.
“Creo que como sociedad aún no estamos tan abiertos en aceptar que el uso es para propiciar citas o encuentros casuales. En algunos casos hay personas que encontraron el amor y pudieron consolidar una pareja, pero las apps no están hechas con esa finalidad porque los códigos de seducción van cambiando y se reconfiguran todo el tiempo. Y ésta es una de las maneras”, explicó Güemes.
A diferencia de hace 15 años, ya no hay que salir para conocer a alguien. “Es real que hay horarios de trabajo cada vez más exigentes y no todas las personas poseen recursos económicos suficientes para frecuentar diversos ámbitos. Cada plataforma ofrece determinadas interacciones. La clave es analizarlas, saber cómo funcionan y qué beneficios podemos obtener”, planteó la psicóloga.
El amor a un click
Match es una empresa de tecnología y desde hace más de 20 años es una herramienta pionera para la búsqueda de pareja online. En Santa Fe, el 28% de los usuarios de este sitio tiene entre 30 y 39 años, el 25% entre 40 y 49 años y el 21% entre 20 y 29 años.
Valeria Schapira es periodista, escritora y experta en relaciones del sitio Match.com. Según recuerda, quien la acercó a esta plataforma fue una amiga que vivía en Estados Unidos. Tiempo más tarde, publicó “Enredados: sexo, humor y amor en la web”, un libro que explica con mucho humor lo que era vincularse sentimentalmente online hace 11 años, cuando era una “rareza” en Argentina.
“La empresa se contactó conmigo porque le interesaba, además de suministrar información y difundir contenido, despojar prejuicios y temores al vincularse en línea. Hoy no son tantos, pero hace 5 años, las personas se mostraban reticentes”, recordó Schapira, en diálogo con El Litoral.
El sistema de algoritmos de “macheo”, sugiere compatibilidades de acuerdo a las preferencias de cada usuario y lo convierte en una plataforma altamente efectiva para la búsqueda del “amor online”.
“Match evolucionó al calor de los avances tecnológicos. La persona que se encuentra con tu perfil no sólo ve tus fotos y tu información previa, sino que combinando los filtros de búsquedas y algoritmos que ofrece la app las compatibilidades son muy grandes”, destacó.
Schapira recordó que un estudio reciente que se llevó a cabo en América Latina con solteros y solteras, reveló que las personas hacen un análisis previo de sus potenciales candidatos. El 89% manifestó que antes de ir a una cita analizaba las fotos del Facebook, el 66% los intereses en común y un 12% las fotos de Instagram.
“Estamos asistiendo a una época de mayor narcisismo, es tiempo que dejemos de mirarnos tanto el ombligo y empecemos a mirarnos más a los ojos. Hay una sobrevaloración de la felicidad por las cosas que vemos y escribimos en las redes sociales y no es más que una puesta editorializada de las vidas de las personas. Se trata de una sociedad que quiere vivir en un enamoramiento permanente y que todo sea hollywoodense, ésa es la vida en Instagram. La vida y sus vicisitudes demuestran que no todo es color de rosa”, insistió Schapira.
Los usuarios
Happn es una aplicación lanzada en 2014 por el emprendedor Didier Rappaport en París. Lo que la identifica de otras apps es la geolocalización en tiempo real. Permite que los usuarios se encuentre con quienes se hayan cruzado, y tengan ganas de volver a establecer un contacto.
Cada vez que un usuario se cruza con otro en la vida real, su perfil aparece en la app del otro. Cuando los dos coinciden en el crush (el “me gusta” mutuo) se activa el chat para que se conozcan. Esto estimula los encuentros entre happners que frecuentan los mismos espacios.
Carmen Castillo, conocida en Twitter como @carmentuitera, es experta en comunicación digital en Chile y vocera de Happn para Latinoamérica. Da charlas en @mujeresquebrillanchile a mujeres sobre amor propio. “Es una inciativa que nació para promover y fortalecer el amor propio, y en base a eso brindamos herramientas para que las personas se muevan en su vida y en el plano laboral”, precisó Castillo.
“Happn nació con el objetivo de ayudar a personas a reencontrarse. Por lo que de cierta forma, el destino sería el primer eslabón en la cadena para iniciar una relación a través de la app”, recordó Castillo.
En esta app, los usuarios argentinos son más jóvenes que en el resto de los países, porque el rango etario más fuerte es entre 25 a 34 años. Sin embargo, en los últimos dos años el porcentaje de usuarios mayores a 40 años fue el segmento que más creció, incrementando su número de usuarios en un 70%.
El dato interesante es que el 77% de las personas encuestadas está dispuesta a dar el primer paso si le gusta alguien, aunque continúa habiendo diferencias entre géneros a la hora de tomar la iniciativa: el 69% de las mujeres encuestadas daría el primer paso; mientras que los hombres que iniciaron una relación superaron el 90%.
Más allá de las estadísticas, una curiosidad que revela la vocera es que las mujeres argentinas son unas de las más proactivas para encarar a los hombres. Están en el puesto número dos en la región, detrás de las brasileñas.
“La gente ya no tiene vergüenza de decir que usa este tipo de aplicaciones para conocer a otros. Se trata de vivir más libres y sacarse los prejuicios. Yo misma tuve un novio argentino que conocí por Happn”, reconoció Castillo.
Si ves a una persona en la calle, en el colectivo o en un bar, y te gustaría volver a contactarla, la aplicación te muestra con quiénes te cruzaste en un radio de 250 metros. “Es una aplicación de citas, pero no hay que olvidar su fin social. Existe la posibilidad de poner siete estados predeterminados de lo que tenés ganas de hacer en las próximas horas: ir al cine, salir a comer o correr, son algunos. Va mucho más allá de una cita amorosa o un encuentro sexual. Muchas personas utilizan Happn cuando se van de viaje porque les permite entablar relaciones con personas de otras culturas”, asegura la vocera.
En cuanto a los dispositivos desde donde se utilizan estas nuevas herramientas, las personas están optando por los celulares antes que las computadoras. Un 66% de los encuestados utiliza esta app desde el celular.
“Llegar a casa, tumbarse en el sofá y chequear con quienes te has cruzado, es quizá el reforzador por excelencia del día a día en muchas personas. Cuando ese reforzador se acaba, es decir, el fin de semana llega a su fin, observamos que el número de usuarios asciende notablemente. Esto ocurre especialmente durante el domingo por la noche”, precisó Castillo.
El futuro del encare digital tiene gente a favor y en contra. Un episodio de la serie británica Black Mirror, por ejemplo, construyó un episodio, que se desarrolló en un futuro cercano, sobre una app que organizaba con quién salir y por cuanto tiempo. Lo cierto es que el futuro llegó. Las citas se digitalizaron y los mensajes directos almacenados en el smartphone forman parte de una gran nube de datos, capaz de iluminar las complejidades de las relaciones modernas.
En 2016, un relevamiento que se realizó en Estados Unidos arrojó que el 23% de la población creía que la gente que usa las páginas web de citas en línea está desesperada.
Más allá de las estadísticas, una curiosidad que revela las estadísticas de las “apps” es que las mujeres argentinas son unas de las más proactivas para encarar a los hombres. Están en el puesto número dos en la región, detrás de las brasileñas.