La iniciativa del Gobierno de suspender la aplicación de la Ley de Alquileres, reavivó el debate sobre las duras condiciones que establece.
El espacio Encuentro dio a conocer los resultados del relevamiento realizado entre febrero y marzo de este año sobre los problemas que atraviesan quienes alquilan en la ciudad.
La iniciativa del Gobierno de suspender la aplicación de la Ley de Alquileres, reavivó el debate sobre las duras condiciones que establece.
La normativa fija contratos a tres años, la forma de actualización anual del valor de los alquileres y la aplicación de un índice para establecer los aumentos. Este último provoca que los inquilinos deban afrontar aumentos cercanos al 100% de un mes a otro.
Además, los propietarios que recuperan su inmueble y lo ofrecen nuevamente en el mercado piden un monto mensual muy elevado para cubrirse de la evolución de la inflación. Incluso hay quienes optan por acordar alquileres temporales, donde la ley no tiene injerencia.
Pese a estos rasgos negativos, cada vez más personas alquilan para satisfacer su derecho a la vivienda, lo cual tiene vinculación con la problemática del déficit habitacional en Santa Fe.
En este contexto, el espacio Encuentro dio a conocer los resultados del relevamiento sobre las posturas de los inquilinos de la ciudad, realizado de manera virtual entre febrero y marzo de 2023.
La encuesta se realizó en 662 personas, en su mayoría menores de 35 años, con el objetivo impulsar herramientas locales que ayuden a aliviar situaciones vinculadas al alquiler.
El sondeo indagó sobre las principales problemáticas que atraviesan quienes alquilan en Santa Fe: el tipo de vivienda, plazos de contrato, porcentajes de aumentos en montos de alquiler, las problemáticas actuales y las que se presentaron al momento de alquilar.
Cabe aclarar que el 96% de los inquilinos, se manifestó en desacuerdo con la actual Ley de Alquileres. En la mayoría de los casos señalaron que “deben realizarse modificaciones” o incluso “ser derogada y volver a la norma anterior”.
Los resultados determinaron que el tipo de vivienda más elegido son los departamentos alquilados mediante inmobiliarias por medio de un contrato escrito por un plazo de 3 años.
Los participantes manifestaron casi en su totalidad estar al día con el pago del alquiler, donde en más de la mitad de los casos solo una sola persona se hace cargo del mismo. La tendencia marca que existe una estrecha relación entre quienes habitan y quienes asumen los costos.
En tanto, un tercio de los inquilinos tuvieron aumentos del valor del alquiler superior al 80%.
La encuesta también arrojó resultados en cuanto a la distribución espacial específica que se vincula con una formalización hacia los distritos Centro y Este, mientras visibiliza un crecimiento de la informalidad hacia los extremos de la ciudad.
En el Distrito Centro, quienes alquilan lo hacen por comodidad y cercanía, dejando de lado las condiciones económicas y las de tipo habitacionales, junto con los requerimientos para tomar decisiones en torno a dónde y cómo vivir.
En general, los principales problemas a la hora de alquilar estuvieron relacionados a la cantidad de requisitos y garantías que se solicitaron. Esto sumado al precio de los contratos y la poca oferta o disponibilidad de alquileres.
Los problemas considerados de primer orden fueron los más frecuentes. Se relacionan con el acceso a la vivienda, la relación entre salarios-alquileres, los niveles de inflación y los niveles de empleo.
Los de segundo orden, en tanto, estuvieron presentes en menor medida y tienen que ver con el estado y mantenimiento de la vivienda, y con ello, las relaciones con dueños e inmobiliaria para la gestión de arreglos.
Ante la pregunta sobre la situación actual de su alquiler, la mayoría de las personas encuestadas renovaron su contrato en la misma vivienda, mientras que en menor medida cambiaron de vivienda.
Las prioridades de quienes renovaron contrato en el mismo lugar fueron el monto del alquiler y su ubicación. Muchos tomaron en cuenta los costos de mudanza e ingreso a un nuevo alquiler como condición para renovar contrato de alquiler en el mismo lugar.