Estafas virtuales: "Me engañaron a través de un celular clonado y perdí $300 mil"
Suplantación de identidad en whatsapp o Instagram, clonación de SIM de telefonía móvil. Las formas en que los estafadores informáticos "pescan" a sus víctimas son similares, en base a engaños. Qué dicen las víctimas y las recomendaciones de los especialistas.
Estafas virtuales: "Me engañaron a través de un celular clonado y perdí $300 mil"
Son cada vez más -y más diversas- las ciberestafas o delitos informáticos cuyos perpetradores "pescan" a sus víctimas mediante la ingeniería social. Una modalidad de fraude es la de robar el perfil de redes sociales -como Instagram y whatsapp- y otra, menos habitual, es la de "clonar" la tarjeta SIM de los celulares. En ambos casos suponen un primer paso: la suplantación de identidad, por lo cual la víctima piensa todo el tiempo que se está contactando con un amigo, conocido o pariente, cuando en realidad lo está haciendo con un estafador.
Como segundo paso, el embaucador ofrece por la red social o a través de la agenda de contactos, la venta de dólares a menor valor que el del mercado con distintas excusas, por ejemplo, que necesita cambiarlos por pesos para atender a un familiar enfermo o para hacer una inversión. Algún ahorrista que querrá hacerse de esos dólares, se contacta con ese supuesto conocido por mensaje privado, hace un depósito en pesos y luego queda esperando la entrega de dólares según lo pactado, lo cual no ocurrirá nunca.
Bibiana A. -pidió reservas de su apellido- es oriunda de la provincia de Santa Fe y actualmente reside en Ciudad de Buenos Aires. El 12 de septiembre vio la oportunidad de comprar unos dólares y de paso colaborar con su ex compañero de trabajo que necesitaba cambiarlos por pesos. "Me mandó un mensaje de whatsapp con una foto de los dólares y decía que los vendía a una cotización de $ 268. Me solicitó que le hiciera una transferencia por $ 321.600, me dio un CBU y me dijo que él más tarde pasaba por casa a darme los dólares, situación que nunca ocurrió", comenzó contando a El Litoral la mujer, quien dijo que era el dinero de su jubilación y que la situación la tiene "muy angustiada".
"Cuando me doy cuenta de que no va a venir, le mando un mensaje al whatsapp para preguntarle cuándo me los traería y, paralelamente, me presento a hacer la denuncia en la comisaría. Se volvió a comunicar conmigo para que le hiciera otra transferencia, diciendo que me daría más dólares. Ya no contesté pero esta persona siguió intentando contactarse", indicó.
Finalmente, Bibiana logró comunicarse con su compañero por otro medio y se enteró que le habían clonado su celular. "Nunca me avisó y solo dijo 'lo siento'", contó la profesional quién también radicó la denuncia en los bancos y en Defensa del Consumidor de CABA.
Dos modalidades
Gustavo Presman es perito informático y diferenció entre la sustracción de una cuenta como puede ser la de whatsapp, de la "clonación" del celular. "Lo que está más de moda es el engaño para quedarse con tu whatsapp. Lo que hacen es comunicarse por teléfono o mail como si fueran una organización seria -por ejemplo, por el certificado de vacunación- o que recibiste un premio y que te va a llegar un código para validar. El objetivo es engañarte para que entregues alguna contraseña o pin para acceder a tu dispositivo y quedarse con tu cuenta de whatsapp", destacó.
La otra forma es "clonar" el celular, que se hace consiguiendo una tarjeta SIM idéntica, y eso se logra porque las prestadoras de telefonía tienen métodos débiles de verificación. "Entonces yo llamo a la compañía tal y digo: 'soy Juan, mi número de teléfono es tanto, se me perdió el teléfono ¿me mandás otra tarjeta SIM?'. Y en 48 horas se la dan y dejan la otra inactiva, con lo cual el atacado se queda sin teléfono", contó Presman.
Añadió que esta modalidad de estafa "es mucho más grave y potencialmente más dañina porque generalmente los bancos y las redes sociales, verifican la identidad a través de la línea de teléfono y te mandan un SMS, que ahora le va a llegar al atacante", explicó el perito informático. Y señaló que en los últimos tiempos las empresas mejoraron sus estrategias de identificación por la cantidad de quejas, pero aún siguen existiendo muchos casos.
La suplantación de identidad no es delito
La persona que fue objeto de suplantación de la identidad, a partir de la sustracción de su perfil de red social, no se considera víctima a los fines legales, porque no la estafaron económicamente. Sin embargo, lo es, dado que no sólo le usurpan la cuenta sino que -indirectamente- verá su imagen afectada ante sus contactos. "Vendo dólares en efectivo, buen precio". Así anunciaba la historia de Instagram de una comunicadora de Santa Fe a quien recientemente le sustrajeron su cuenta de esa red social.
"No sé cómo hicieron para robarme la cuenta. Tenía todas las normas de seguridad que ofrecían hasta el momento en que creé mi perfil de Instagram, aunque no había hecho la 'verificación en 2 pasos', que sí la tengo hecha en whatsapp", comentó la profesional.
La comunicadora, a quien llamaremos Laura -dado que prefirió no dar su nombre real-, estuvo cuatro días sin su cuenta, la cual intentó recuperar de todas las maneras posibles pero no le respondía ninguna contraseña, ni usuario, ni mail de verificación. Entonces, siguió los pasos que le pedía el soporte de Instagram y grabó un video selfie de frente y perfil, con el cual comprobaron su identidad y le restituyeron la cuenta.
Pero la periodista no se quedó ahí, sino que un amigo con manejo en temas informáticos, consiguió que el estafador le diera su CBU para una transferencia a cambio de los supuestos dólares, luego rastreó el nombre y hasta llegó a conseguir la foto de Facebook. Así lograron conocer que el timador vive en Iguazú y detectaron que tiene varias denuncias por estafa. También Laura se contactó con él: "Creé otra cuenta de Instagram y le pedí que me devolviera mi perfil; me mandó un audio para pedirme plata por el rescate de la cuenta y tenía acento centroamericano; quería que siguiéramos la conversación por teléfono, lo cual no hice", sostuvo la mujer.
Con relación a este tipo de casos, Soledad Martínez, quien se ocupa de los casos de ciberseguridad que llegan a la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, afirmó que hoy la suplantación de identidad digital no configura un delito en la Argentina. "Se está trabajando para rever eso en el país, pero por ahora, mientras solo ofrezcan dólares a través del perfil de esta persona, no es un delito. Ella no tiene nada para denunciar. En cambio, si alguien compra dólares a esa cuenta y transfiere plata a un banco, entonces sí será víctima la persona que compró esos dólares que nunca llegaron a sus manos", explicó la especialista.
Phishing
Martínez adujo que los estafadores informáticos no usan hackeos complejos como algunas personas piensan, sino que hacen "phishing". El delincuente sale de "pesca" de sus potenciales víctimas ("fishing", en inglés, con la misma pronunciación que "phishing") y usa métodos de la ingeniería social. "En algún momento entraste en una cuenta y cargaste datos y entonces caés, o le diste información confidencial pensando que era una organización; no es que hay un gran hackeo detrás", sostuvo.
Agregó que la persona víctima de fraude suele sentirse muy mal, avergonzada incluso, porque es engañada y le cedió la llave de entrada al delincuente de forma voluntaria.
En el caso de Laura se presentó al Centro Territorial de Denuncia con todos los datos que consiguió de la persona que le usurpó su perfil y luego su expediente se derivará al área de Delitos Informáticos del MPA. Sobre la situación que atravesó, sostuvo que lo que más la afectó es que "me usurpen mi identidad y que haya gente conocida que pueda haber resultado engañada en mi nombre; por eso es importante realizar la denuncia, porque si alguien cayó en el engaño y compró dólares, debe constar que no fui yo".
¿Dónde denunciar?
-Comisarías
-Centros Territoriales de Denuncia (CTD), habilitados por la provincia
-Ministerio Público de la Acusación (MPA), a través del link de denuncias on line