Viernes 14.8.2020
/Última actualización 16:03
Aprovechando la bajante histórica del río Paraná y sus afluentes, un equipo de arqueólogos locales lleva adelante por estos días estudios sobre la laguna Setúbal en busca de rastros de las civilizaciones indígenas que la habitaron antes de la colonización.
Desde el Museo Etnográfico y Colonial ‘Juan de Garay’, su coordinador y jefe de Investigación, Gabriel Cocco, advirtió que en la laguna “hay muchos sitios arqueológicos indígenas que representan las primeras etapas del poblamiento de lo que hoy es Santa Fe”. Se trata de los Quiloazas y otras comunidades, “incluso más antiguas, de las que se desconoce su nombre”.
“Dadas las circunstancias de esta bajante extraordinaria, es muy probable que aparezcan otros sitios arqueológicos que ahora se tornan accesibles”, señaló el especialista, “por lo que sería importante documentarlos y, más adelante, excavarlos”, agregó luego, al tiempo que admitió que jamás vio la laguna con tan bajo nivel de agua.
El pasado jueves 21 de mayo, el Paraná alcanzó su pico histórico de bajante con 0,48 metros en el hidrómetro del Puerto de Santa Fe. Un nivel que no tenía desde hace medio siglo. Ahora tuvo un leve repunte y se encuentra en 1,27 metros debido a la apertura de las compuertas de las represas, aguas arriba.
En cuanto a los vestigios aborígenes que pueden llegar a hallarse en la laguna, Cocco dijo que al ser comunidades de “recolectores y cazadores, hay mucho material de cerámica”. Y apuntó luego al respecto: “Nosotros hemos realizado otras excavaciones en donde había un asentamiento residencial indígena en el que hallamos no sólo artefactos cerámicos sino también cuerpos humanos enterrados, ya que tenían la costumbre de enterrarlos en el mismo lugar de residencia”.
“En la Setúbal hay sitios a explorar tanto en la margen oeste como en el este de la laguna”, dijo el arqueólogo, “es decir, al norte de Guadalupe —por El Chaquito y Monte Vera—, en toda la zona de Colastiné Norte y hacia el interior de la laguna”. Luego mencionó que dichos restos datan de hace unos 2.500 a 1.000 años de antigüedad. “Son vestigios muy importantes para la historia de nuestra región”, finalizó Cocco.
Para poder circular y realizar los estudios, el equipo solicitó autorización a través de las autoridades provinciales del área de Cultura. El Litoral acompañó este viernes a Cocco a prospectar, es decir, a realizar los primeros trabajos de campo, señalar los sitios y documentarlos, en la zona de Colastiné.
El lugar señalado se ubica sobre el bañado de la Setúbal, ingresando desde la ruta provincial N° 1 por detrás del camping de UPCN. Allí hay una serie de islotes de aromitos en unas lonjas longitudinales donde un tiempo atrás fueron halladas vasijas de barro y hasta entierros con restos humanos.
El viernes, un equipo de El Litoral acompañó al antropólogo al lugar y durante una primera prospección fueron halladas algunas piezas de cerámica presuntamente indígena, que serán estudiadas. Una vez prospectada la totalidad del terreno se iniciará la etapa de excavación.
Fue lamentable hallar además entre los juncos, arena y arcilla restos de botellas de vidrio, plástico y otros contaminantes.
Mauricio Garín Cerámica. Restos de cuencos y vasijas indígenas aparecen por toda la costa de la Setúbal.Cerámica. Restos de cuencos y vasijas indígenas aparecen por toda la costa de la Setúbal.Foto: Mauricio Garín
Por último, cabe señalar que investigadores del Museo Provincial de Ciencias Naturales “Florentino Ameghino” también tienen previsto realizar registros de las especies de fauna y flora del lugar.
Los resultados de otras investigaciones sobre el tema pueden ser encontradas en el Museo Etnográfico de la provincia y en Santa Fe La Vieja, en Cayastá. También ceramistas de La Guardia replicaron piezas similares a las que eran utilizadas por los Quiloazas y otras comunidades.
En búsqueda de los rastros de pueblos originarios