Los reclamos ante la falta de móviles de taxis y remises en la ciudad de Santa Fe, sobre todo en horarios nocturnos, continúan. Este servicio de transporte se encuentra en una encrucijada por los hechos de inseguridad; por las licencias vencidas que, por diversos motivos, no pudieron renovarse; y la tercera dificultad que dejó la pandemia, es la falta de choferes.
"Hay un 20% de choferes menos que antes de la pandemia", remarcó Pablo Ferrero, secretario General del Sindicato de Choferes de Taxis de Santa Fe, en diálogo con El Litoral. Es que el rubro de los taxistas no estuvo ajeno a las consecuencias económicas que trajo el Covid-19, lo que obligó a muchos empleados a buscar otros horizontes laborales para llevar el "pan a la mesa".
"Con el descuento que hacen (por los dueños de taxis) le ´meten la mano en el bolsillo al chofer`, se cansan y se van. Algunos se fueron al rubro de la construcción, otros se fueron a Uber o Maxim con su auto particular", contó Ferrero y destacó: "La gente no viene a trabajar por ese tema, es una paradoja, porque hay gente que no tiene trabajo y acá faltan choferes".
En cuanto al aspecto laboral, el secretario General lamentó que "no es un laburo fácil. No es bien pago, muchos trabajan 12 horas y están anotados por 4 horas. Todo esto también es una paradoja de los patrones que dicen que no hay choferes, que nadie quiere trabajar, y ahí está la respuesta".
Las aplicaciones se abren paso
El servicio deficiente del transporte público hace que los vecinos busquen alternativas que les convenga para llegar a su destino a tiempo. Este año la polémica se despertó, una vez más, con el desembarco de Uber, que hasta el momento sigue prestando servicios en la ciudad, lo mismo que la aplicación Maxim.
Ambas aplicaciones son utilizadas por cientos de santafesinos, a pesar de que no estén reguladas. Y en vistas a las trabas que encuentran los choferes para poder obtener licencias habilitantes para conducir un taxi o remís, se suman a estas aplicaciones con sus autos particulares.
Al respecto Pereira señaló que "con un sistema de transporte público de colectivos que funciona mal y la otra parte del subsistema de taxis y remises que no está cubriendo la demanda social, la consecuencia lógica es que va a crecer la informalidad, cualquiera sea, desde un remis trucho hasta las aplicaciones".
En este sentido apuntó a que "la primera consecuencia de la inacción del municipio, es el crecimiento de la informalidad", y destacó que, desde su punto de vista, "hay parámetros que son irrenunciables como que la gente pague impuesto, y que cualquier auto en la calle que sea parte del negocio, tenga una instancia de control y que la persona que conduce sea idónea para hacerlo".
La semana pasada en sesión del Concejo Municipal el tema tuvo su espacio y fue el concejal Carlos Pereira (Juntos por el Cambio) quien realizó un pedido de informes para que el Ejecutivo de cuentas de la cantidad de licencias o permisos de taxis y remises que se encuentran sin habilitación; la cantidad de licencias o permisos que han sido dados de baja, y también si existen demoras en la tramitación de la habilitación anual y, en tal caso, los motivos de esta situación.
En una entrevista con El Litoral, Pereira profundizó en la problemática que perjudica a los vecinos de la ciudad y destacó: "El problema que tenemos no es solo a la noche, es muy difícil conseguir un taxi a las 12 del mediodía. A la noche entendemos que el problema mayor tiene que ver con la inseguridad y la falta de choferes, muchos deciden guardar los autos".
Hace unos días, en diálogo con este medio, Lucas Crivelli, secretario de Transporte municipal, informaba que había más de 150 de licencias de remises caídas y unas 30 de taxis, y remarcaba que se habían emitido 50 intimaciones a los conductores que no habilitaron su licencia en este último. Según su estimación, para fines de este mes, "habría unas 100 licencias que deberían retornar al municipio para que sean reasignadas, algo que es fundamental para la prestación". El Litoral supo que volvieron a ponerse en vigencia entre 60 y 70 licencias.
Al respecto, el concejal de Juntos por el Cambio reclamó que "el dato objetivo es que después de la pandemia cambió todo y el Ejecutivo no hizo ningún tipo de estudio para decir si tendría que haber más autos que antes. En la calle deberían haber más o menos 1.500 vehículos entre taxis y remises", y agregó que "mi planteo es que por lo menos se vuelvan a poner en vigencia las licencias vencidas, que rondan las 200. Eso tiene que ver con acuerdos que avalamos todos, desde el oficialismo, la oposición, el peronismo, los taxistas y remiseros están de acuerdo, por eso que estén los 1.500 autos en la calle no es objeto de debate".
¿Cuántos taxis debería haber en Santa Fe?
Según la Ordenanza municipal n º 11.661, reguladora del servicio de taxímetros, indica en su artículo 3 que: "El Departamento Ejecutivo Municipal fijara el número de licencias para la explotación del servicio de taxi teniendo en cuenta los datos censales oficiales y/o las proyecciones de estos para este Municipio, a razón de una por cada 700 habitantes".
En la actualidad hay 680 taxis habilitados, un número correcto según lo establece esta norma municipal y al estimativo de 500.000 habitantes que hay en la capital provincial. Sin embargo, este artículo de la Ordenanza también contempla que "el Departamento Ejecutivo Municipal, con aprobación del Honorable Concejo Municipal, cada dos años, teniendo en cuenta estudios técnicos de movilidad urbana, opiniones de los actores calificados, estudios de mercado y de integración y subsidiaridad con otros subsistemas, y de complementariedad con las localidades del área metropolitana, podrá otorgar nuevas licencias".
En consideración a la situación actual, la solución al problema no solo se consigue con otorgación de nuevas licencias, sino con una reestructuración de este subsistema de transporte público.