El subsecretario de Control Público, Marcelo Toniollo, explicó que el municipio cambió el criterio de los operativos: “Antes, se concentraban en un perímetro, donde se verificaba todo. Se lo llamaba operativo cerrojo. Una vez que el ciudadano se encontró con que existía el control, empezamos a cambiar la dinámica. En vez de hacer una saturación de la zona, se hacen verificaciones tendientes más a corregir”.
La modalidad actual se basa en los controles zonales móviles. “Se marca un perímetro -que incluye varias cuadras y manzanas- y se manda un grupo de inspectores, con movilidad. Allí, se detectan todas las infracciones posibles, hasta la presencia de vehículos mal estacionados o abandonados”, detalló Gabriel Cantelli, coordinador de Tránsito y Seguridad Vial de la Municipalidad.
Las zonas son elegidas aleatoriamente a través de un sistema de computación, de manera tal que no siempre se realicen en el mismo lugar. Asimismo, se garantiza que cada zona sea controlada, al menos, una vez al mes.
Finalmente, desde la Municipalidad remarcaron que este año disminuyeron las víctimas fatales por accidentes, así como los accidentes sobre Blas Parera.