Gasoducto Metropolitano: se instala el obrador y preparan el terreno para cruzar la laguna Setúbal
Las primeras máquinas trabajan desde este miércoles en El Chaquito. La tarea inicial consiste en generar terraplenes que sirvan de base para la perforación e inserción de los caños. Del lado de Rincón se soldarán la tubería que atravesará 1.850 metros de cauce lagunar.
Con varios centímetros más de agua, la retroexcavadora llegó hasta el punto demarcado para que se haga la inserción de los caños. Crédito: Guillermo Di Salvatore
La espera terminó. Lo que hace un tiempo parecía una utopía, hoy empieza a convertirse en realidad. El día 1 de obras llegó para el Gasoducto Metropolitano que tendrá como gran desafío la epopeya de cruzar 1.850 metros del cauce de la laguna Setúbal.
El ingeniero industrial Leandro Rodríguez, gerente técnico de Enerfe, dialogó con El Litoral sobre los primeros trabajos que empezaron a ejecutarse este miércoles en la zona de El Chaquito: "Son 12 días del acondicionamiento del sector, se hacen unos terraplenes para poder llegar al punto de inserción de la cañería, para que la empresa que hace la perforación horizontal dirigida (PHD) pueda trabajar". Se calcula que entre toda esta ejecución, la PHD lleva unos 30 días de trabajo, por lo que estaría terminado el cruce total de la laguna en unos 60 días.
En la costa del frente, a la altura de la defensa del sur de la ciudad de San José del Rincón, se instalará la otra cabecera del obrador, y será donde se suelden los casi dos kilómetros de caños que irán a 25 metros de profundidad. "La perforación llega hacia el otro lado (desde El Chaquito a Rincón) se engancha y hace el pasaje", comentó Rodríguez e indicó que luego de los 1.850 metros de laguna que deben atravesar esta etapa se completa con 2.140 metros de caños hasta llegar a la calle en Monte Vera y pasar el talud de la defensa de Rincón.
Al llegar este miércoles a la playa de El Chaquito, la retroexcavadora debió meterse al agua para llegar hasta la marca del punto de inserción que se colocó semanas atrás. Es que el río Paraná en esta zona santafesina está en pleno crecimiento y en el puerto local ya mide 1,88 metros, como adelantó este medio, la altura que se prevé para dentro de una semana será de 2,89 mts, debido a las lluvias en el sur de Brasil.
Al ser consultado sobre si esta situación afecta a la obra, el gerente técnico de Enerfe mencionó: "Teníamos previsto que esta crecida del río Iguazú, pero creemos que después la laguna va a volver a bajar". De igual manera, esta técnica de perforación horizontal dirigida tiene un bajo impacto ambiental y se puede realizar de manera independiente del nivel de agua que tenga la laguna al momento de hacer la obra.
Con varios centímetros más de agua, la retroexcavadora llegó hasta el punto demarcado para que se haga la inserción de los caños. Crédito: Guillermo Di Salvatore
En cuanto al terreno por dónde se deberá hacer la perforación, el ingeniero comentó que "es un desafío. Pero se trabajó en conjunto con 30 profesionales de la UNL, estudiamos de todas formas este tramo e hicimos perforaciones a 50 metros en distintos lugares, y se decide llegar a 25 metros porque hay un lugar de arenas más densas para que sirvan de contención del caño".
El obrador ya tiene su espacio en la playa de Chaco Chico. Crédito: Guillermo Di Salvatore.
El cruce en detalle
La maquinaria especial que permite un control preciso de la profundidad y trayectoria, para saber dónde se debe realizar la colocación y hacer correcciones en la dirección de la perforación llegará a Chaco Chico el 25 de octubre. "Son alrededor de 20 camiones los que tienen que llegar. Va a ver un movimiento muy importante de equipos", señaló el gerente técnico de Enerfe.
Una vez que llegue la máquina de PHD se ubicará en Chaco Chico, desde donde realiza una perforación inicial mediante la inserción de un dispositivo de perforación con un "trépano" en el final (una herramienta giratoria que se emplea en excavaciones). Los trépanos son huecos para permitir el paso del fluido de perforación, que lubrica y refrigera el dispositivo y ayuda a expulsar las formaciones rocosas hacia la superficie.
Este cruce se efectúa mediante sistemas de seguimiento, teledirigidos, formando una suerte de túnel entre uno y otro extremo, que se debe ubicar a una profundidad determinada por los estudios de suelo, varios metros por debajo del lecho de la laguna.
En la otra costa, se prepara la columna de caños que luego es insertada en la perforación realizada por la mecha piloto. Al finalizar, el caño ya está listo para ser soldado al resto del gasoducto. Cada compuesto utilizado en el proceso es de origen orgánico, biodegradable y sometido a procesos de control durante todo el procedimiento de perforación.