Domingo 11.12.2022
/Última actualización 20:16
Aunque no parezca, un abono económico mínimo puede ayudar a transformar la vida de niños o niñas que viven en condiciones de vulnerabilidad social. Y una ONG local lo sabe: la Asociación Cultural para el Desarrollo Integral (ACDI) reforzó su programa "Padrinos Solidarios" para los alumnos y las alumnas del Jardín de Infantes N°1453 "San José", ubicados en Varadero Sarsotti, al suroeste de esta capital, que es el anexo de la Escuela Itatí, en barrio Centenario.
Este programa, que ya está en marcha desde hace tiempo, busca "reclutar" a personas particulares -incluso a firmas con responsabilidad social empresarial- no sólo de la provincia y de la Argentina, sino también del exterior, para que apadrinen a alumnos de escuelas que están "en los márgenes". El objetivo es colaborar con el crecimiento de los niños, niñas y adolescentes, tanto con la entrega de material escolar como con la realización de actividades culturales.
Las sonrisas de las pequeñas lo dicen todo: siempre es posible un futuro mejor. Si bien los padrinos y madrinas colaboran con una cuota económica mensual, desde ACDI se fomenta la creación de un puente afectivo entre quienes apadrinan y los "ahijados", para éstos se sientan escuchados y valorados, mejores la autoestima, aprendan a valorarse a sí mismos y quieran salir adelante siempre.
"El jardín de Varadero ya tiene nivel primario. Y es muy, muy humilde. Cuenta con una matrícula de 85 alumnos. Tiene comedor escolar, por la condición de vulnerabilidad y pobreza en que viven los niños y sus grupos familiares", le explica a El Litoral Ana Hillar, coordinadora del Programa Padrinos Solidarios de la ACDI. El monto mínimo es de 800 pesos: "La idea es hacer una pequeña actualización en enero o a mitad de 2023, porque la inflación nos deja muy atrás", añade.
Crecimiento
En el marco del programa de padrinazgo, actualmente hay unos 370 padrinos y madrinas de la provincia de Santa Fe, la Argentina y el exterior: casi la mitad son extranjeros, sobre todo italianos. Y ahijados son más de 400, porque hay gente que apadrina a dos, tres, hasta cinco chicos o chicas. Todos los ahijados son alumnos de escuelas periféricas y en situación de vulnerabilidad social.
Más allá de estos números estimativos "se ven beneficiados muchos más alumnos, pues si bien la cuota va para ayudar a un ahijado, muchas veces la ayuda es para toda la escuela. Por ejemplo, hay instituciones escolares a las que logramos ponerles Wi-Fi gracias a esos aportes; y otras a las que se les pudo cubrir los gastos del colectivo por el viaje de fin de curso", dice Hillar.
Además, dentro del programa de Padrinos Solidarios, la ONG coordinó el padrinazgo para escuelas de otras provincias. Existen 11 instituciones bajo el ala del programa, de las cuales la mayoría son de Santa Fe; también hay una escuela rural en El Impenetrable (Chaco), otra en Mendoza y en Máximo Paz (Provincia de Buenos Aires) y una última escuelita en Salta. En todos los casos, siempre el objetivo es acompañar a que el niño apadrinado complete todo el ciclo escolar: que llegue a terminar el secundario.
Hacer de puente
El padrino o madrina que decide apadrinar a un alumno se relaciona con ACDI. A su vez, la ONG se relaciona con la escuela, y ésta con el niño: ahí está el enroque. "Hay dos instituciones en el medio de esa relación entre padrino-ahijado. ¿Por qué? Porque hablamos de menores, y todo tiene que tener el consentimiento de la familia. Esta doble intermediación entre la ONG y el establecimiento escolar se hace para que todo funcione sobre rieles", agrega la coordinadora.
¿Puede un padrino o una madrina conocer personalmente a un ahijado? Sí, pero se coordina con ACDI. Y siempre ese encuentro se produce en la escuela, y con la presencia de los padres del niño. Hay mucho vínculo a la distancia (virtual) por mensajes escritos o audios de WhatsApp, fotos y videos.
Los encuentros con padrinos y madrinas siempre se realizan en cada escuela, y los padres de los alumnos apadrinados están presentes."Nosotros desde la ONG les mostramos a los chicos lo que mandan por celular sus padrinos o madrinas, y viceversa. Y otra cosa importante: no se da a conocer el apellido del padrino y madrina, ni tampoco el apellido de la niña o el niño ahijado/a. Son condiciones que se cuidan rigurosamente", añade Hillar.
Y los coordinadores de la ACDI en muchas ocasiones les ayudan a los niños a escribir una carta al padrino y la madrina, o si son muy chiquitos, a hacer un dibujo. "La gente que apadrina se pone muy contenta: en definitiva se teje una relación afectiva, aún a la distancia", concluye la coordinadora.
- Web: https://acdi.org.ar/