El Litoral |[email protected]
Es una iniciativa en defensa de los recursos naturales.
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Fue como una “cuadrilla ecológica”: dirigida por un puñado de vecinos autoconvocados de la Costa que trabajan en un colectivo ambientalista, una veintena de personas empezó a limpiar la ribera del arroyo Ubajay, que se desprende del Río Colastiné. En sólo 300 metros recolectaron literalmente una montaña de plásticos. La meta era limpiar 1,5 Km, pero no dieron abasto. Seguirán el próximo sábado.
La gente se sumaba a ayudar. Algunos a pie, otros en kayaks y piraguas, hasta en automóviles se acercaban para sacar todo el material recolectado.
La idea original era colectar sólo plásticos; pero en esos 300 metros —desde el Km. 5,5 a la altura de la nueva toma de agua, el talud húmedo, el coronamiento del terraplén y la orilla del arroyo Ubajay—, “se encontró gran cantidad de basura en microbasurales de diferentes escalas. Chatarra, vidrios, residuos patológicos”, comunicaron desde Arenas, la agrupación ambientalista que encaró la iniciativa.
Una vez que se terminó la limpieza, en la bajada de Vigo se construyó con postes y tejido un corralito donde se depositó todo el plástico recolectado.
Fue como un “punto limpio” simbólico, para que los propios vecinos vean que no deben tirar sus residuos sólidos (y que se pueden reciclar) en las orillas.
Se pintaron carteles con mensajes sobre los efectos de la producción de basura en la salud, el consumo responsable y la gestión no sustentable de los residuos sólidos que se generan en Rincón y la Costa.
Un corralito repleto
“Fue muy positiva la actividad. Hasta las familias se engancharon. Vamos a seguir limpiando el próximo sábado, porque queremos llegar a 1,5 Km.”, dijo entusiasmada a este medio María Eugenia Nocioni, una de integrantes de Arenas.
La recolección de botellas, bolsas de nylon, etc., fue diferenciada. “El volumen final recolectado es importantísimo. En ese corral que hicimos depositamos todos los residuos, sólo de plásticos. Tiene 1,20 metros de diámetro y casi 2 metros de alto. Quedó repleto. Sólo en 300 metros limpiados”, relató Nocioni.
La preocupación apareció con los microbasurales de residuos que no son plásticos. Se encontraron desde residuos húmedos hasta pañales podridos, televisores viejos y chatarras de todo tipo. Se relevó todo este material. Y se hizo cartelería para visibilizar la importancia de no arrojar basura en esa zona. Además de los integrantes de Arenas (ocho), participaron 20 adultos.
Entre ellos estuvo Martín Morales, que viene investigando la alta contaminación en la laguna Setúbal por la existencia de plásticos.
La idea original de Arenas era transportar el plástico en kayaks y piraguas.
Pero el volumen de residuos los superó. “No esperábamos encontrarnos con toda esa cantidad de residuos. Nos ayudaron con autos”, contó Nocioni. En estos días están definiendo qué hacer con el material reunido. Hay varias ideas: hacer una reducción de todo el plástico, y trabajar coordinadamente sobre el reciclaje para la reutilización, entre otras.
El problema de los residuos y el río
La problemática de la basura es para tomarla en serio, recordó la joven.
“Queremos abordar este tema más de fondo. A esos residuos los arrojan los propios vecinos y vecinas. Y al bajar el río, muchos de éstos permanecen más tiempo en la ribera; luego terminan en el agua, y la contaminan. El tema del plástico y del río es un tema muy complejo”. Insistió en la concientización ciudadana.
Por eso, la idea es que esta propuesta no sólo sea ambiental, sino también social. “Pero para ello se necesita la sinergia entre la ciudadanía y las políticas de Estado. En Rincón hay buenos avances en algunas acciones, pero falta profundizar en otras”, opinó la referente.
Ponderó como muy enriquecedora la participación vecinal: “Ellos (los vecinos) tienen mucho que decir sobre el lugar donde viven, y sobre la cuestión hídrica saben mucho. Triangular sus voces y experiencias con los aportes de ingenieros hídricos que participan en la iniciativa, por ejemplo, fue muy importante”. La proyección es terminar la recolección de plásticos en Rincón y seguir en Arroyo Leyes.
Gestionar los residuos en forma sustentable
En el documento difundido por el colectivo Arenas sobre la actividad realizada en el Ubajay, sus miembros expresan: “Se necesitan de muchos esfuerzos y actividades para encontrar respuestas que permitan ir al fondo de la cuestión de la basura, y que tienen que ver con el consumo y la falta de responsabilidad del residuo que se genera. Esta responsabilidad es (en parte) personal-individual, pero también hay relación con la gestión municipal de los residuos, que debe continuar profundizando acciones sobre una gestión ambiental de residuos sólidos urbanos”.
“Nos referimos con gestión ambiental de los residuos sólidos urbanos a un conjunto de acciones articuladas y sustentables en el tiempo, que garanticen la recolección diferenciada de los residuos; la puesta en funcionamiento de una planta de tratamiento y reciclaje; que se desplieguen en conjunto con las instituciones y organizaciones campañas de educación ambiental a toda la comunidad, y que se mejoren las condiciones de los trabajadores de la recolección de residuos, formales e informales, etc”.
Desde el Municipio
Hace un mes, la Municipalidad de Rincón llamó a licitación pública para la adquisición de un terreno para la construcción de una Planta de Transferencia de Residuos, que no será una planta de depósito. “Por las características de relieve y suelo no es posible tener un relleno sanitario en la zona de la Costa, con lo cual nuestros residuos deben ser llevados a la ciudad de Santa Fe”, insistió el municipio rinconero.
También en la Setúbal
Científicos locales del Conicet y de la UNL difundieron un informe, el verano pasado, sobre la alta contaminación que detectaron en la laguna Setúbal. En colaboración con ONGs de la ciudad y grupo de voluntarios, los investigadores recorrieron la laguna a bordo de kayaks y piraguas, tomaron muestras y las analizaron con balanzas de alta precisión, microscopios y espectrofotómetros. Además de detectar una media de 96 botellas por km. sobre la margen de la laguna, también recolectaron y cuantificaron una gran cantidad de envoltorios de alimentos, bolsas de polietileno y empaques de electrodomésticos. Y contabilizaron más de 700 fragmentos diminutos de plástico por metro cuadrado. Se trata de un nivel muy superior al de otros cuerpos de agua del mundo, por lo que la situación despertó la preocupación de especialistas.