La temporada estival está próxima y las autoridades políticas y gremiales del orden nacional ya han acordado un protocolo general para el personal de seguridad de balnearios y playas.
Se acerca el verano y hay mucha incertidumbre en el sector sobre los lineamientos que los municipios y el gobierno de Santa Fe en relación al protocolo sanitario nacional para bañistas y guardavidas.
La temporada estival está próxima y las autoridades políticas y gremiales del orden nacional ya han acordado un protocolo general para el personal de seguridad de balnearios y playas.
Sin embargo, los guardavidas locales aguardan que los gobiernos de las localidades con playas y balnearios, así como la Provincia, los convoquen para conversar sobre las modalidades de trabajo en cada jurisdicción.
Al respecto, Sergio Berardi, representante de SUGARA, adelantó a El Litoral que aguardan “una temporada complicada desde el punto de vista del contexto por el Covid” y, mientras tanto, entrenan para llegar a la reválida -una prueba de aptitud física técnica que realizan todos los años-, tratando de capacitarse través del protocolo nacional para el trabajo de los guardavidas, y esperando “que se defina el protocolo para balnearios en la Municipalidad y la Provincia”.
Por su parte, el guardavidas Rómulo Mafucci adelantó que están solicitando “elaborar en conjunto con los municipios que tienen balneario los protocolos de convivencia de los bañistas en las playas”. “Ahí es donde entran en juego las pautas que el ciudadano común tendría que tener en cuenta antes de ir a un balneario: distanciamiento, cuidado personal, uso de barbijo, el no compartir mate, pero nos preocupa por ejemplo el factor de ocupación de los balenarios públicos”, detalló.
“Lo venimos planteado, hemos solicitado la apertura de la mesa paritaria correspondiente, porque es el ámbito específico donde nosotros podemos plantear no solo las mejoras para el cuidado de la salud de los trabajadores sino también la de los propios bañistas; acorde a lo que están haciendo otras provincias, como la de Buenos Aires, dar criterios comunes para entre municipios exigir el mismo protocolo para bañistas, alentando – por supuesto – la actividad del turismo, que es un sector que genera divisas y pretende arrancar, aunque sea a pasos pequeños pero seguros”, concluyó.